Día Internacional de la Pizza y la Cerveza

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Existen muchas cosas que Heavy no entiende. Por ejemplo ecuaciones con exponentes, radicales con raíces cuadradas, la tabla periódica y sus elementos, también las preguntas más obvias que los grandes filósofos se hacen:

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Existe Dios? ¿Cómo se creó el mundo? ¿Qué pasa cuando mueres? Si la teoría del Big Bang es real (la teoría en sí, no la serie), ¿Que había antes? ¿Cuál es la naturaleza del ser humano? ¿Existen más universos? ¿Qué es la vida? ¿Por qué hay vida en nuestro planeta pero no se ven señales de vida en otro? ¿Cuál es la razón de que sólo el cinco por ciento del océano haya sido estudiado?

Sin embargo, con unos tutoriales en Youtube, documentales en Netflix, revistas científicas publicada en alguna editorial como Cambridge University Press, una lectura rápida de la Biblia y uno que otro vídeo random en TikTok puede responder todo eso (si no fuera tan flojo, en realidad lo haría porque ya se quedó pensando en la teoría del Bosque Oscuro*).

Pero el problema no es nada científico, filosófico, religioso o retórico. No, el problema es un emo rubio.

No entiende a Dee ni a su mensaje invitándolo a comer pizza con cerveza (que le parece una singular combinación ya que apenas es miércoles) pero que él lleve la bebida alcohólica.

Rara forma de convidar a alguien.

Cualquier persona que los viera, dirían que son un caso enigmático y no porque fueran difíciles de entender como personas, sino precisamente porque son difícil de entender pero en el sentido de una relación.

Y Heavy acepta eso.

Es decir, se conocen desde el primer año de secundaria cuando Dee y su papá se mudaron a la casa contigua a la suya, fueron compañeros de sección desde entonces e incluso están en la misma universidad.

Cuando se conocieron, no podría decir que fue un encuentro casual, romántico, amistoso o de enemistad al primer segundo. No, más bien fue terrorífico. ¿La razón? Seis palabras: El papá de Dee da miedo. Corrección, ocho.

El papá de Dee da miedo cuando sonríe.

¡Tiene una explicación! Dee y su papá se trasladaron a su nuevo vecindario, pero llegaron alrededor de la medianoche a su nueva casa. Mientras jugaba un videojuego de terror en línea, miró por la ventana y vio al papá de Dee con una linterna apuntando a su cara, sonriendo de una manera similar al payaso estupido de la película Terrifier.

Bueno, también se debe agregar que estaban en época de lluvia y un trueno cayó justo en ese momento.

Gritó peor que una niña: la voz extremadamente aguda y casi sintió que vió a San Pedro, Miguel Arcángel y a Lucifer. Bueno, también se desmayó como diez minutos.

Al despertar, se dió cuenta que estaba en el suelo de la sala (ahí es donde estaba jugando videojuegos en la TV porque su computadora en ese momento estaba descompuesta), todas las luces ya estaban encendidas y al parecer su madre se digno a echarle la manta que tiene el sillón para no sabe qué.

Se levantó con un dolor de cabeza pequeño, producto de que la presión arterial se le bajó. Camino a la cocina y desde afuera de ella pudo distinguir el cabello pelirrojo de su mamá. En realidad, luego del tremendo grito que pegó no le sorprende que también esté despierta.

—Oh, mocoso, ya despertaste.

Sin embargo, luego de poner un pie dentro de la cocina casi vuelve a desmayarse; la persona que vio a través de la ventana está sentado frente a su mamá sonriendo de la misma manera pero con una iluminación más clara.

En silencio se sentó en la silla libre a la par de Victoria, respiró hondo y se auto convenció de que la cara de ese señor no da miedo, que no es un asesino serial y que todo es culpa de que estuviera jugando cosas terroríficas en la noche.

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