Taehyung y la Reencarnación (taekook)

10. La villana es salvada por su peor enemigo.

Mi pie se ha quedado atrapado entre unas raíces y soy incapaz de sacarlo.

Se me agota el oxígeno y no puedo liberarme. Me duele el pie si trato de tirar hacia mí y me duelen las uñas de las manos cuando trató de romper las raíces. Siento dolor en mi cabeza y una presión en el pecho, ¡necesito volver a la superficie para poder respirar! Quiero desgarrarme la piel del cuello para crear un orificio donde pueda respirar, pero es imposible y voy a morir, ¡si sigo así, voy a morir!

«¡Ayúdame, Taehyung!» es mi último pensamiento, antes de sucumbir a mi horrible destino por segunda vez.

Jamás creí que pudiera pensar en él, de todas las personas, en una situación así; pero, tan pronto como anhelo su presencia, el agua vuelve a ser perturbada y puedo vislumbrar una figura que se dirige hacia mí.

De pronto, unas cálidas manos me toman del rostro y abro los ojos con la poca conciencia que me queda y el poco aire que retengo. Veo a Taehyung, delante de mí; veo su rostro, aunque borroso y oscuro, sé que es él.

No concibo la idea de que hubiera saltado detrás de mí como si me oyera gritar su nombre en mis pensamientos.

Taehyung toma mi rostro y trata de abrir mi boca, después, posa sus labios sobre los míos y me da su oxígeno hasta que vuelvo a estar lúcido por un par de segundos. Me cubro la boca cuando se aleja de mí. Luzco incrédulo y también como si tuviera el deseo de retener su aliento dentro de mí para siempre.

Rompe la raíz con facilidad y me libera, pero me duele el tobillo. Quizás, me he lastimado durante las veces anteriores cuando trataba de salvar mi vida por mí mismo.

El dolor me hace soltar el aire y me aturde nuevamente, pero Taehyung sujeta mi cuerpo y me abraza como si temiera que me convierta en una corriente y me fusione con el agua.

Al llegar a la superficie, tomo aire como nunca lo había hecho. Taehyung nada conmigo hacia la orilla y me deja reposar sobre el suelo. Yo intento incorporarme, pero no puedo moverme, me encuentro inmovilizado y débil. Ni siquiera puedo abrir los ojos, pero le oigo llamar el nombre de Eunha.

Levanta mi barbilla y vuelve a introducir su oxígeno en mi boca a través de la suya. Siento que presiona mi pecho con mucha fuerza y después, vuelve a compartir su respiración conmigo. Siempre en el mismo patrón.

Cuando consigo abrir los ojos y toser, un poco de agua abandona mis labios e intento incorporarme. Mi cabeza se encuentra mareada y aturdida.

— ¡¿En qué demonios estabas pensando?! — grita enfurecido, pero no le respondo. Me cuesta pensar, ni siquiera puedo ser tan sarcástico como me gustaría y soy incapaz de asimilar que nuestras bocas se han tocado — ¡¿Por qué lo has hecho?! ¡Maldición! ¡Sigues siendo tan egoísta e inmadura como siempre!

— ¿Egoísta e inmadura? — sonrío a duras penas — Así que, eso es lo que piensas de Eunha realmente...

Taehyung se aproxima hacia mí. Puedo sentir en las fuertes pisadas que da al caminar lo furioso que está conmigo.

— ¡No trates de quedar como la víctima de esto! ¡Has puesto tu vida en riesgo para manipularme!

Arranco la hierba del suelo con mis dedos al formar un puño.

«¡Este cretino! ¡Realmente piensa que el mundo gira a su alrededor!»

La impotencia me supera y lo miro a los ojos. Mi expresión de desagrado es imposible de disimular. Quizás, estar al borde de la muerte ha hecho que perdiera el juicio antes, ¡pero esto es inaceptable! ¡¿Quién se cree que es para hablarme de esa manera?! ¡Maldito pretencioso y egocéntrico!