out of our element | kittyz

7

Hanni se despierta cuando Haerin se mueve. Un segundo el calor está ahí, al siguiente se aleja y pone los pies en el suelo. Haerin mira hacia abajo, probablemente encuentra algo de ropa bajo sus pies, y luego se dirige hacia el tocador.

"Siento que me estás mirando."

Descubierta...

"Qué pervertida de tu parte, Hanni," añade Haerin, pero incluso en su estado borroso, Hanni puede decir que está conteniendo una sonrisa.

Haerin saca dos cosas de un cajón, se pone un suéter azul marino por la cabeza, y se da vuelta hacia Hanni con una sonrisa completa. Una camiseta blanca vuela en dirección a Hanni. Ella la atrapa. Su corazón se aprieta al ver lo impecable que se ve Haerin, incluso con el cabello encrespado bajo la luz del día. Los chupetones y las marcas de dientes en su piel no ayudan.

"¿Qué?" pregunta Haerin, tocándose la piel donde los ojos de Hanni deben estar fijos. "¿Qué hiciste? Mi memoria está... borrosa." Gira hacia el baño y enciende la luz, riéndose cuando ve los estragos en su piel. "Oh no, Hanni. ¿Eres una mujer lobo en secreto?"

El rostro de Hanni se calienta y se esconde en la almohada. "No..."

La risa de Haerin solo hace que Hanni sonría más, y sale de la seguridad de su almohada para observar a Haerin cepillarse los dientes. Por primera vez, Hanni puede ver la imagen borrosa sin ninguna duda en su mente. Ahora están juntas.

Haerin se examina un poco en el espejo, confundida por algo, antes de aparentemente dejarlo pasar. Después de hacer algunas cosas en su rostro—sueros y demás—le pregunta a Hanni: "¿Te gusta el café?"

"Um. Está bueno."

"Entonces... ¿quieres un poco o no?"

"No, gracias."

Hanni no ha pasado la noche como esta desde aquel día en que Haerin le tomó fotos, y en ese entonces Haerin ya tenía café cuando Hanni salió de la habitación. Hanni recuerda vagamente el sabor amargo en los labios de Haerin, cómo hizo que Haerin pareciera aún más dulce. Eso es algo que quiere todos los días.

"Así que no bebes café, claro que no." Lo que sea que eso signifique, Hanni espera que Haerin se vaya después de decirlo. En cambio, Haerin se acerca a su lado de la cama e intenta quitar la sábana. Hanni la sostiene fuerte y Haerin suelta una risa ligera. "Vamos. Te he visto desnuda un millón de veces," señala. "Ven a la cocina. Quiero hablar contigo. ¿Tienes hambre? Tengo... tostadas. ¿Puedes comer eso?"

Hanni se sienta y se frota los ojos, sintiéndose cálida y cómoda por dentro cuando Haerin envuelve sus brazos alrededor de ella y le da un apretón. "Es raro," dice, poniendo una rodilla en la cama para apoyar su barbilla en la cabeza de Hanni. "Cuando te conocí, soñaba con tenerte aquí, como, follándome en esta cama, pero luego en algún momento soñé con esto... como, despertarme y hacerte tostadas. No tardé mucho en cambiar."

Dios, Haerin tiene esta forma de decir cosas que Hanni jamás dejaría salir de su mente. Deseos tan íntimos.

"Mi resolución eras tú," continúa Haerin. "Quería ser tuya así. Me gustas."

"Haerin..."

"¿Qué? ¿Demasiado cursi? Quiero decir, anoche realmente querías que te lo dijera..."

Hanni está agradecida de que Haerin no pueda verla, y cuando Haerin intenta mirarla, Hanni la jala hacia abajo para esconderse en el algodón azul marino del suéter de Haerin. Hanni tiene la sensación de que Haerin nunca dejará de hacerla sentir como una adolescente estúpida con un enamoramiento de colegio.

"Cuidado," susurra Haerin. "A menos que quieras empezar algo nuevo."

"Quizás."

Haerin se detiene. "¿No tienes que irte?"