¡Rayos! ¡Rayos!¡Rayos!
Fue lo único que pensó Mimi mientras su mirada mirada se perdía en la azulada mirada de aquel chico u hombre rubio. Su corazón latía a mil por segundo, su cuerpo temblaba por el nerviosismo que involucraba aquella situación y no era para menos, porque esa mirada era demasiado profunda y misteriosa, como el mar. No recordaba haber visto una mirada tan bella como la de él anteriormente.
Algo similar ocurría con Yamato, no recordaba cuando había sido la última vez que se encontró con una mirada tan dulce e inocente como la de aquella chica, era tan brillante como el sol y ese contacto la hacia cálida.
—¿E?— Balbuceo Mimi rompiendo el silencio— Dis-disculpa yo no quería caer sobre ti.— Habló la chica nerviosa.
Yamato no pudo evitar sentirse un tanto extrañado al escuchar como esa chica le hablaba de "tú"
—N-no te preocupes.— Respondió.
Mimi se movió levemente y el rubio se dio cuenta que no estaban en una buena posición, así que, rápidamente se alejó de ella y se levantó. Pasó la mano por su ropa sacando el polvo y luego extendió su mano para ayudar a la chica.
La castaña observó su mano sorprendida y no dudó en tomarla para levantarse. Cuando ya estuvo de pies, pasó la mano por su vestido intentando sacar el polvo.
—¿Estás bien?— Preguntó el rubio.
—¿E?— Balbuceo la castaña— S-si, estoy bien.— Alzó la mirada hacia él— Gracias a ti.
"A ti"
Bueno, era evidente que esa chica no sabía con quién estaba hablando, tal vez era nueva. La observó de pies a cabeza, no recordaba haberla visto anteriormente
—¿Y tú?— Preguntó la chica— ¿Cómo estás luego de aquel golpe?
Yamato hizo una mueca, sinceramente no había sido algo tan grave, en sus entrenamientos para la guerra había recibido peores estocadas— Estoy bien.— Respondió.
—Que bien.— Mimi suspiró y observó el árbol— No pensé que caería.— Siempre se había caracterizado por ser delgada, no pesaba mucho.
—Se nota que no pensaste.— Habló Yamato—En verdad estás loca ¿cómo rayos pensabas en escalar aquel árbol?— Preguntó el rubio— ¿Acaso no viste que sus ramas eran débiles por lo viejo que está?
—No, no lo vi.— Habló Mimi— Y lo siento, pero no tuve opción, necesitaba pasar el muro.
¿Pasar el muro?
—¿Querías atravesar el mundo?— Preguntó el oji-azul— ¿Es una broma, cierto?
—No.— Respondió— No lo es, en verdad necesitaba atravesar el muro.
—¿Por qué?
—Porque necesito escapar de aquí.
—¿Escapar de aquí?— Preguntó Yamato sorprendido.
—Sí, escapar.— Contestó la castaña— Por eso quería atravesar el muro.
Yamato hizo una mueca y observó levemente el muro— Aunque hubieras llegado al final del muro no hubieras logrado mucho, al otro lado solo hay un acantalido que podría matarte si caes.
—¿Qué?— Preguntó Mimi sorprendida.
¡Rayos!
—Y-yo...— Balbuceo la castaña— Yo enserio pensé que si atravesaba el muro podría escapar, no me imaginé que...—Llevó una mano a su frente— Bueno, si lo pienso mejor hasta la muerte es mejor opción que estar aquí.
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La sultana del imperio
FanfictionSer mujer en el imperio Otomano es difícil, sobretodo cuando perteneces al harem de un Sultán, ya que debes dar a luz un varón y luchar para que ambos sobrevivan. Este es el caso de Sora y Mimi ¿quien ganará en el harem? ¿Y en el corazón de Yamato...