Definitivamente los exámenes finales estaban acabando conmigo, era martes y había tenido mi primer examen, acababa de volver del descanso por acción de gracias.
Pasar el tiempo con mi familia aunque fuera un solo fin de semana fue muy bonito, siempre fuimos una familia unida, me tocó atender la florería de mamá y ayudar a preparar la cena.
Los exámenes habían comenzado hoy, lo bueno era que solo tenía 3 mas por que los demás eran puros trabajos individuales y en equipo.
-Hola- mire a quien me hablaba y era Joseph, un compañero de clase.
-Hola.
-No se si te acuerdes, pero tenemos un proyecto en equipo.
Claro que me acordaba, teníamos que hacer un estudio de la comercialización de una empresa. Me puse de pie y comencé a guardar mis cosas en mi mochila.
-Claro, se me había olvidado pero podemos empezar hoy, claro si puedes- ya tenía una idea de donde podíamos hacer nuestra práctica.
-Me parece bien, iré investigando donde podemos hacer nuestra práctica.
Salimos del salón donde estábamos y continuamos hablando del proyecto, la verdad es que él tenía en la mira varias empresas pequeñas, pero yo tenía pensado hacerla en el museo, donde había mucha mas movilidad de gente y por obvio mas dinero.
-Podemos ir al museo, pedimos una cita con el administrador y si nos dicen que no, podemos ir a una de las empresas que tu dices.
No es que no tomara en cuenta la opinión de Joseph, pero eran empresas en las que él tenía conocidos y yo quería que lo consiguiéramos por nuestra cuenta.
-Me parece bien, tienes buenas ideas.
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Me estaba arreglando quede con Joseph de ir al museo para hablar con el administrador, por lo que tenía a Lissa preguntándome si era una cita.
-Que no es una cita, Li- le dije- Vamos a ir por un proyecto.
-Pero es como una cita, no?- dijo ella- Mira si te estas arreglando como para una.
-Li, enserio que no es una cita, y solo me estoy poniendo un poco de labial.
-Ya, solo estaba bromeando- dijo riéndose.
-Y tu?- le pregunté- No has tenido citas en un buen tiempo
-Sabes que las ultimas que tuve fueron un fiasco- dijo ella
Y era verdad, Lissa era muy guapa y tenia un buen cuerpo, pero su personalidad era muy impactante, era atrevida, alocada, intensa.
-Ellos se lo pierden, Li- le dije- Al verte se intimidan y se comportan como imbéciles.
El timbre del departamento sonó interrumpiendo nuestra platica. Supuse que era Joseph así que mientras Lissa abría, tomé mi bolso y los papeles que ocupábamos. Cuando llegue a la sala Lissa estaba platicando con Joseph.
-Hola- Lo salude
-Ya estas lista?- me pregunto. Asentí.
Salimos del edificio y fuimos directo a su auto, en el camino él puso algo de música mientras tarareaba una canción, cuando se detuvo en un semáforo se giro para hablarme.
-Crees que nos permitan hacer la práctica?- me pregunto y parecía un poco nervioso.
-No se la verdad, pero no perdemos nada con intentar- le dije- No creo que alguien vaya a usar el museo para su práctica, la mayoría se fueron por empresas grandes.
Y era la verdad, casi nadie se fue por el área cultural, todos se fueron por lo comercial y eso era una ventaja porque significa que teníamos mas posibilidades de que hiciéramos la práctica ahí.
Cuando llegamos al museo fuimos al mostrador detrás de este estaba una chica.
-Hola, queríamos saber si podemos hablar con el administrador- le dijo Joseph- Tenemos un proyecto de la universidad y queremos saber si nos puede ayudar.
-Claro, permítanme hacer una llamada para ver si los puede recibir.- dijo la señorita.
Hizo la llamada y en menos de dos minutos nos estaban guiando a la oficina del administrador, estaba un poco nerviosa de que nos dijeran que no, pero al menos lo intentaríamos.
Cuando llegamos a la oficina, que estaba en el cuarto piso del museo nos encontramos con un escritorio y una señora de unos 50 años detrás de el. La chica que venía con nosotros le dijo que necesitábamos hablar con el administrador.
-En cuanto salga la persona que esta dentro, pasan ustedes.
-Gracias- dijimos Joseph y yo al mismo tiempo.
Tomamos asiento en unas sillas y esperamos. Joseph y yo platicábamos sobre una banda de música que nos gustaba a los dos. Era muy divertido y siempre tenía un tema de conversación diferente, parecía que nunca se le acababa el buen humor.
Me estaba platicando sobre una nueva canción que recientemente había salido cuando la puerta de la oficina se abrió y la persona que estaba dentro salió riendo. Estaba de espaldas por lo alcance a escuchar, se estaba despidiendo del Administrador.
Su voz me resultaba algo conocida, la señora le dijo al administrador que lo estábamos esperando lo que hizo que ambas personas se giraran y en cuanto lo hicieron entendí por que la voz de la otra persona se me hacía conocida.
En cuanto Nicolás me vio una sonrisa ladeada se instaló en su rostro y se cruzó de brazos.
-Bennett, que gusto verte- dijo con evidente tono irónico.
-Stewart, lo mismo digo.
Su tono parecía algo irónico y divertido, cuando vio a Joseph su cara cambio a un semblante mas serio y el mismo se presento.
-Soy Nicolás Stewart.
-Joseph Case, amigo de Adara.
Me parecía que estábamos perdiendo tiempo en presentaciones, ese tiempo lo podíamos utilizar en convencer al administrador que nos dejara hacer nuestra práctica aquí.
-Supongo que ustedes son los que quieren hablar conmigo- dijo la otra persona- Pasen, adelante.
Entramos a la oficina, era muy amplia y muy bonita. Nos sentamos frente al escritorio empezamos a explicarle nuestro proyecto. El estaba concentrado leyendo los papeles que le dimos y nos pidió que le explicáramos como era nuestro proyecto.
-Tenemos que hacer un estudio de la comercialización que tiene el museo- le explique- También un promedio de cuantas personas lo visitan, a cambio daríamos una campaña de publicidad.
El administrador, que ahora sabíamos que se llamaba Brandon tenía una cara que no denotaba ninguna expresión, parecía como si estuviera pensando.
-Tenemos nuestro propio departamento de marketing, pero nunca viene mal alguna publicidad.- cuando dijo esto, sonrió.
Joseph y yo nos miramos y sonreímos a la vez, el se puso de pie y agradecimos a Brandon. El nos explico a donde tendríamos que ir y que días podíamos venir. Era emocionante e intimidante, teníamos que empezar a planificar bien la campaña y que los de el departamento, la aprobaran.
