—Mamá relájate, tengo tiempo aún

—No vas a llegar tarde, menos el primer día

—Hoy no es el primer día mamá 

— Déjate de juegos que para ti si lo es

—Esta bien, ya me voy ¡te amo!

Subo a la motocicleta, me coloco el casco de seguridad porque estoy seguro que mi madre está observándome desde algún lugar de la casa, siempre a sido sobreprotectora conmigo y Em, ella dice que es el instinto de toda madre o al menos así se justifica

Llego a la preparatoria diez minutos antes, ya le había dado un recorrido antes, ayer exactamente, así que me dirijo a la oficina del director, tocó suavemente la puerta y espero el “adelante”

El director es un señor regordete, de unos cincuenta años, con barba de unas semanas y calvo 

—Buenos días

— Buenos días, ¿Eres Tyler South

— Así es, vengo por mi horario

— Eres el primer chico que se integra ya para terminar el año

Me da una pequeña hoja donde se encuentra mi horario, murmuro un gracias, salgo de ahí y lo dejo en su escritorio riéndose de mi, busco el aula que me mostró ayer la consejera, si no recuerdo mal, estaba en el segundo piso, pasillo dos, tercera puerta

Subo las escaleras con calma, aun me queda tiempo, adolescentes van y viene, algunos me dan unos vistazos cortos y disimulados, otro ni siquiera se esmeran es disimular y me ven atentamente, los ignoro a todos y llego al segundo piso, busco el pasillo y la puerta

La puerta se encuentra abierta, lo que indica que el profesor aún no llega, entro y veo a alumnos charlando entre ellos
No me considero una persona antisocial, pero tampoco soy de esas personas que te hablan a la primera

Me siento en uno de los lugares del fondo y espero a que llegue el maestro, hay dos grupos de chicos, uno de ellos está compuesto solo de mujeres y otro solo de varones, no les presto mucha atención y me centro en mi móvil, voy de Instagram a Facebook, de Facebook a Tik Tok y de Tik Tok a WhatsApp, no encuentro nada llamativo así que dejo el móvil y justo en ese momento una mujer de unos cuarenta años entra cerrando la puerta a sus espaldas

—Buenos días chicos, solo quiero ver una hoja y un lapicero en sus asientos, vamos a una prueba sorpresa—dice dejando todo en su escritorio, en ningún momento levantó la vista

—Todos a mi alrededor se quejan y sueltan murmullos en contra de la mujer que acaba de entrar, veo a todos obedecer así que inconscientemente yo también lo hago

—¿Eres nuevo?—pregunta un chico pelirrojo que esta a mi lado

—Así es—digo confuso

—¡Profesora Smith, tenemos un chico nuevo entre nosotros y no entiende nada de lo que está pasando, tampoco sabe de qué viene la prueba!—el chico junto a mi, habla lo suficientemente alto como para que todo el salón lo escuche

—Así es profesora, seria injusto hacer una prueba de la cual él no sabe lo que puede salir en ella—habla una chica rubia al otro extremo del salón, todos a mi alrededor comienzan a decir comentarios parecidos y asentir de vez en cuando

—¡Silencio!—exclama la señora Smith—A ver, preséntate ante la clase

—Mi nombre es Tyler South, tengo dieciocho años, nací aquí, pero me crie en España y creo que eso es todo—dije y volví a sentarme

—Bien Tyler—dijo la señora Smith con aburrimiento—La prueba se cancela, la realizare otro día así que saquen sus cuadernos

Todos celebraron y comenzaron a sacar sus cosas, las horas pasaron, uno que otro chico me invitaron a ir a la cafetería con ellos, la hora del descanso paso y así también las otras horas de clase

—Es todo por hoy chicos—dijo el profesor de filosofía cuando sonó el timbre de salida

Recojo todas mis cosas y salgo del salón, el pasillo está repleto de adolescentes, trato de abrirme paso pero en el intento choco con alguien y todos los libros que llevaba en mano caen al suelo

—Disculpa—digo recogiendo alguno de sus libros, alcanzo a ver algunos títulos como: Mala Influencia, Cien años de soledad, El misterio de Dylan

—No te preocupes, yo también venía distraída—su voz es suave, chillona como la de toda mujer, pero suave y tranquila, la veo con más atención y el cabello castaño rizado se me hace familiar

—¿Maddy?—pregunto cuando levanta la vista de sus libro

—¡Hola!—saluda con una sonrisa—¿Cómo estas?

—Muy bien, ¿Cómo estas tu?

— Yo estoy bien también, ¿Cuándo te integraste?

— Hoy es mi primer día

— ¡Oh! ¿Así que eres el nuevo, eh?

— Algo así

—¡Genial! ¿Ya te mostraron la preparatoria?

— Si, ayer me la mostró la consejera, creo que se llama Juldi

—Querrás decir July – dice entre risas

Es casi lo mismo – me excuso encogiendo los hombros

—No es lo mismo—dice bajando las escaleras aun riéndose

—¿En que año estas? – pregunta al ver que voy junto a ella

—Este es mi último año—contesto sin importancia—¿Y tu?

—Aun me falta este y el próximo—dice cuando llegamos a la planta baja

—Al menos estas más cerca que otros—digo en un intento de animarla

—Si, también estoy más lejos que otros—dice dándome una mirada divertida

—Sin comentarios—digo entre risas levantando las manos en señal de rendición 

—Por cierto, tu hermanita es un amor—dice entre risas, veo que es bastante risueña, todo este tiempo no a borrado la sonrisa de su rostro, ya sea de burla o diversión  
   
—Uff si, más con los desconocidos—digo siguiéndole el juego

—Por un momento creí que me arrojaría el espaguetis que tenía en la mano—dice fingiendo una cara de horror, pero sin perder el aire divertido

—Tampoco exageres—digo entre risas—Si hubiera querido arrojarte algo, seguramente hubiese buscado algo más sólido

—¡Vaya! Eso me deja mucho más tranquila, te lo agradezco—dice con sarcasmo

Salimos de la preparatoria entre risas, estoy seguro que si Em me viera, me diría una vez más que no le cae bien

—Nos vemos Tyler

— ¿Dónde vives?

— Del supermercado, cinco minutos al este ¿Y tu?

— Del supermercado, veinte minutos al norte

— ¿Vives en una casa de color celeste?

— Así es, ¿Cómo la conoces?

— Una de mis amigas es vecina tuya, un par de veces pensamos que algún día la compraríamos, pero nunca estuvo a la venta para aumentar nuestras esperanzas, ya sabes, pensamientos de niñas

— Entiendo, creo que nunca estará a la venta, mis padres no tienen pensado venderla

— Que lastima, si lo llega a estar, ya sabes que ya tienen compradoras

—Lo tendré en mente entonces

— Nos vemos luego Tyler

—Adiós Maddy

Me despido aun sonriendo y me dirijo a la moto, conduzco de vuelta a casa

Maddy, te volví a encontrar sin planearlo, sonrío y saco esos pensamientos de mi cabeza

Quisiera Decírtelo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora