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Banner: Ta Nannakun
[Parte #8]
Ta se limpió las manos sudorosas en sus jeans y tragó saliva, mirando la puerta del departamento de Jeff.
Tendría que haberse negado.
Debería haberse negado cuando Mon lo sugirió. Al principio había estado nervioso y avergonzado cuando Mon le había dicho que sabía sobre el beso. Aparentemente, Jeff siempre le contaba todo. Cómo el novio perfecto que él era.
Ta no estaba seguro de por qué le molestaba tanto, por lo menos eligió no examinarlo muy de cerca. Hasta su conversación con Mon, había estado tratando de no pensar en el beso, y la oferta de Mon había sido un choque para él.
Al parecer, ella -y Jeff- querían un trío. Un verdadero trío. Un trío en el cual él podría tocar a Jeff y Jeff lo tocaría. Ta había estado tan asustado que dio su consentimiento sin pensarlo. No fue su momento más brillante.
Maldita sea, esto tenía "mala idea" escrito por todas partes. Tendría que haberse negado. Porque realmente le gustaba Mon.
Y él no confiaba en sí mismo, no después del beso.
—Deja de ser un cobarde —murmuró Ta y golpeó.
Mientras esperaba, se volvió cada vez más consciente del tubo de lubricante en su bolsillo. ¿Presuntuoso? Tal vez. Tal vez no.
La puerta se abrió. Mon se quedó allí, vestida con un delgado camisolín blanco.
—Hola —Mon dijo con una sonrisa.
Ta devolvió el saludo y le dio un beso en la mejilla.
Ella cerró la puerta, tomó su mano y lo llevó hasta el dormitorio.
El corazón de Ta latía en algún punto en el área de su garganta. Él no podía recordar alguna vez haber estado tan nervioso por sexo.
Jeff estaba sentado en la cama, vistiendo sólo un par de boxers negros. Ojos caramelo oscuros se encontraron con los suyos, ilegibles. El rostro desaliñado de Jeff era completamente impávido. Sólo el bulto en sus boxers lo delató; él no estaba tan desinteresado como aparentaba.
Ta sintió las manos de Mon desnudarlo, sus labios besando su cuello mientras ella lo hacía. La mirada de Jeff seguía a las manos de Mon, mirándola desabrocharle la camisa.
Con dedos un poco inestables, Ta desabrochó sus jeans y los empujó hacia abajo junto a su ropa interior.
Se sintió ruborizar mientras la mirada de Jeff recorría su cuerpo desnudo. Era ridículo: él tenía un gran cuerpo, y no era como que Jeff no lo había visto desnudo antes. Aun así, Ta no pudo evitar sentirse cohibido. Jeff era sobre todo hétero, después de todo. ¿Le gustaba lo que estaba viendo?
