𝗱𝗼𝗻𝘁 𝗯𝗹𝗮𝗺𝗲 𝗺𝗲 - f. c.

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Franco entró al motorhome con el ceño fruncido, caminando directo hacia donde estaba Lola

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Franco entró al motorhome con el ceño fruncido, caminando directo hacia donde estaba Lola. Ella estaba sentada cómodamente en el sillón, hablaba animadamente por teléfono mientras reía. Sin prestar mucha atención a su humor, le hizo un gesto para que se sentara a su lado. Pero Franco ni la miró.

—Corto y te llamo en un rato —dijo Lola, colgando rápido cuando notó la expresión de su novio—. ¿Todo bien?

Franco cruzó los brazos, apoyándose en la pared, y la miró con los ojos entrecerrados. Sabía que si hablaba, la bronca iba a salir a borbotones, pero no podía evitarlo.

—¿Querés que te cuente algo divertido? —dijo con una sonrisa irónica—. Adiviná quién andaba haciéndose el simpático otra vez. Leclerc. Otra vez.

Lola lo miró, levantando una ceja.

—¿Arthur? ¿Otra vez con eso? —dijo, restándole importancia—. Es solo otro piloto, Franco, no seas exagerado.

—Exagerado nada, Lola —replicó él, con las manos en los bolsillos, tratando de calmarse pero sin éxito—. Lo veo todo el tiempo buscándote para charlar, haciéndose el canchero. Y vos... vos haces como si nada.

Lola soltó una risita, lo que claramente no ayudó a la situación. Franco dio un paso hacia ella, sin poder contener más su bronca.

—¿Te parece gracioso? —le preguntó, su voz cada vez más cargada de enojo—. ¿Te cagás de risa de que un chabón esté todo el día atrás tuyo?

—Ay, pará un poco. No es para tanto —dijo Lola, encogiéndose de hombros—. Es solo Arthur, no te pongas celoso.

Franco la miró fijo, los ojos prendidos fuego. El simple hecho de que ella lo minimizara le hinchaba más las venas del cuello.

—No soy celoso, Lola —dijo entre dientes—. Pero el tipo no te deja de chamuyad, y vos no hacés nada. ¿Te gusta que te esté atrás?

Lola lo miró a los ojos y, lejos de apaciguar la situación, decidió provocarlo un poco más. Porque en el fondo, le encantaba verlo así, tan sacado.

𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀 - f1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora