Cagamandúrries

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El infierno, lugar de condenación eterna. Según dicen, es un sitio envuelto en llamas en el que los demonios te torturan durante toda la eternidad. También hay quién dice que es un sitio helado, tan frío que incluso los propios demonios se congelan y que el fuego va por dentro de cada uno de sus habitantes.

Pero incluso los demonios se aburren de tanta tortura. Llega un momento en el que ni siquiera la disfrutan, por muy sádicos que sean. La eternidad es muy larga y hacer lo mismo tanto tiempo se vuelve repetitivo y mecánico, y por lo tanto aburrido. Es entonces cuando los pecadores descubren quiénes son sus vecinos en sus celdas. Eso si están en la sección del infierno en la que pueden ver, hablar y oír. Cuando tu cuerpo está tan reseco que parece cecina ni siquiera eres consciente de nada. Y las celdas negras no sólo están dotadas de una oscuridad completa, sino que además aíslan del exterior. El pozo de almas es directamente un mundo aparte.

Ni los demonios ni los caídos impiden que los pecadores hablen entre ellos. Algunos con pecados menores se han ganado el poder salir de sus celdas, aunque nunca salgan del nivel en el que están. Pero hay otros que han sido amenazados de ser cambiados de nivel, dónde se ofrecen condiciones y castigos mucho más duros que aquellos que están sufriendo en ese momento. Carne nueva para los niveles más severos.

Ah, pero... ¿qué ocurre cuando tu vecino de celda es un conocido tuyo en vida? Pues, muchas cosas. Si os caíais bien, hablaréis de vuestras vidas y del cómo terminasteis en el infierno. Si os caíais mal... Mejor veámoslo.

El caso de Josep y Pere es especial. Ambos habitan en el tercer nivel y tiene celdas contiguas. Pere está allí por matar a Josep, pero Josep bajó del primer nivel, dónde estaba condenado como extorsionador, hasta el tercero por tocarles las narices a varios demonios, caídos y pecadores. Que sean vecinos de celda no es casualidad, Lucifer le arrastró por un pie y lo lanzó allí con toda la rabia atribuible al que es considerado como el líder de los caídos. Pere lo vio todo e incluso se quejó cuando Lucifer cerró la celda contigua a la suya, pero el caído hizo caso omiso a ello. Desde entonces no han dejado de discutir en su lengua materna.

Debería traducir esta conversación, pero... ¿dónde estaría la magia de que vierais los insultos que se propinaron? No, la dejaré así, en su idioma original.

– Encara no puc creure'm que em matessis – dice Josep.

– Que no t'ho pots creure!? Eres tu el que cardava amb la meva dona!

– Però això no et donava raons per matar-me, brètol!

– Com que no!? M'extorsionaves a la feina per un error menor, els hi deies als caps que jo no fotia ni brot i a sobre et follaves la meva dona!

– Vès a pastar, ploramiques!

– Què m'has dit!?

– Merda-seca!

– Cagalló!

– Nyicris!

– Busca-raons!

– Estaquirot!

– Botifler!

– Tros de quòniam!

– Xitxarel·lo!

– Voleu callar, parell de cagamandúrries!?

Ese era Lucifer. Ah, el pobre está desesperado con el tema. Es bajar al infierno y escucharlos discutir. Incluso recibe quejas de sus compañeros y los demonios. No hay quién los aguante. Sus voces llegan incluso a los niveles más bajos del infierno, dónde algunos pecadores dicen que es la peor tortura de todas. Les da igual estar siendo azotados, perseguidos por un monstruo devorador de almas a todas horas, en las celdas de deshidratación... no hay nada peor que Pere y Josep discutiendo como posesos.

– Caín, vengo a buscarte un par de botellas de sidra para esta noche.

Ah, hablando del rey de roma, por la puerta asoma. ¿Es para una cena romántica con tu amorcito?

– Eh... ¿Por qué lo dices en ese tono? ¿Qué es lo que estás haciendo?

Bueno, yo también quiero probar cosas, y ya que a Hades y a Perséfone les va tan bien... me he montado un podcast para contar las miserias del infierno. Si te parece mal, no lo publicaré.

– ¿Ya te da tiempo con tus estudios de psicología y psiquiatría?

Por supuesto. No es como si fuera capaz de dormir. ¿Algo que decir sobre nuestro asesino y extorsionador favoritos, los que llevan de culo a todo el infierno?

– Mira... Aquell parell de curts de gambals se'n poden anar a la merda! Et juro que un dia els llençaré al pou d'ànimes! No son més que un parell de capsigranys, barroers, pocavergonyes i ploramiques! Me'n vaig abans de que et deixi anar una bajanada de les grans.

Y aquí la humilde opinión de nuestro jefe, Lucifer. Me va a echar la bronca por decir que es el jefe luego, pero la gente le escucha. Es de los pocos con la capacidad y presencia para detener incluso los conflictos más graves. Un día de estos os contaré como los ha lanzado al pozo de almas, porque siempre cumple con sus amenazas, especialmente si le tocas demasiado las pelotas.

Así que ya sabéis, no le toquéis los huevos al demonio y sed buenos. O no, y terminaréis en este podcast que aún no tiene nombre. Cada condenado tiene su historia, y tenemos algunos de muy famosos, pero quiero contar todas las posibles. Soy Caín, el considerado el primer asesino de la humanidad. Algún día os contaré mi historia, pero tardaré. Hay pecadores mucho más interesantes que yo aquí abajo. Gracias por escuchar el primer capítulo de este podcast.

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