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Lo que restaba del fin de semana había pasado volando. Ahora, domingo a la noche, Sea se encontraba frente a su computador haciendo tarea que se le había olvidado completamente que existía.

Estaba frustrado, tenía que hacer un informe de diez para entregar al día siguiente, había estado escribiendo por durante dos horas y solo llevaba escrita tres páginas.

Estaba a punto de darse por vencido cuando le llegó un mensaje. Era aquella foto que su madre le había tomado junto a Jimmy mientras dormían, supuso que el número que lo había mandado era él.

"¿Puedo llamarte?"- Decía el mensaje que mandó adjunto con la foto.

— Hola, Monstruo Besucón. ¿Qué haces despierto a estas horas?

Hola, Sea. La misma pregunta te hago yo.

—Estoy terminando de hacer el trabajo infernal que mandó el profesor de ciencias.

Qué trabajo?

— El informe de diez páginas. No me digas que tú tampoco lo hiciste - Sea se comenzó a reír a carcajadas.

Ese profesor no tenía licencia médica hasta fin de año? Incluso si lo hicieras, no podrías entregarlo.

Sea vio la agenda que tenía en su escritorio, viendo que era verdad lo que decía el otro — Tienes razón, que estúpido que soy. Tengo muchas cosas en la mente.

Mejor recuestate en tu cama y conversemos eso que tienes en la mente.

Sea se recostó en su cama haciéndole caso al castaño, estuvieron hablando hasta muy tarde en la madrugada. Sea contándole todo lo que tenía en mente y Jimmy escuchándolo atentamente.

El primero en dormirse fue Jimmy, quién había acomodado el teléfono para que el otro pudiera verlo en la videollamada. Sea lo apreció durante un tiempo mientras pensaba como debería actuar con él en el colegio.

Jimmy era un chico que tenía mucho respeto en la escuela. Ya sea por los rumores de peleas, por su grupo de amigos o por sus notas sobresalientes, no quería ser él quién arruinara la visión de "chico inalcanzable" que tenían los otros hacía él.

Sea se durmió pensando en si debería ignorarlo o simplemente actuar como amigos delante de los demás.

.·•.· '★; '·.•·.

Estaba en la estrada de la puerta, caminando por los pasillos como siempre lo hacía, estaba yendo hacía su casillero para meter su mochila y las cosas que no usaría.

Cuándo abrió dicho casillero, se encontró con un peluche y una carta que decía:

"Gracias por dejarme dormir en
tu casa y por tan lindos recuerdos
que creamos juntos ese día,
sobre todo aquella foto ♡
(ese corazón horrible no representa
mi corazón ni el tuyo, lo siento, no
sé dibujar bien)"

Sea guardó la notita casi llorando, hacía mucho nadie era tan lindo con él. Dejó las cosas que no iba a utilizar y cerró su casillero. Fue lo más rápido que pudo hacía el salón con el peluche en manos.

Lo primero que vio al entrar fue a Jimmy viendo por la ventana, al parecer, estaba esperando a su ruidoso grupo de amigos. Sin siquiera importarle las otras personas que también estaban en el salón, se acercó directamente al castaño para poder abrazarlo.

— Gracias — Dijo para apretar el abrazo al ver que Jimmy también lo abrazó e incluso se levantó para que fuera más cómodo.

Creo que me gustas | JimmySeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora