Realmente no me molesta la forma en que me tocas cuando estamos solos.
Puedes tomar mi mano si no hay nadie en casa.
¿Te gusta cuando estoy lejos?
Si fuera y me lastimara el cuerpo, cariño.
¿Me amarías igual?
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___ Oh, cariño,
soy un desastre
cuando estoy
sin tí.__ Line Without a Hook: Ricky Montgomery.
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Azul y rojo.
Las luces distintivas de las patrullas destellaban intensamente tiñendo parcialmente de esos colores cada pared de los hogares y filtrándose un poco por los callejones al cruzar por esos lugares.
Eren estaba cansado aún así seguía huyendo, a pesar de que le pisaban los talones.
No se dejaría atrapar, no hasta verlo.
Un gran error suyo fue no dejar atrás los prejuicios que arrastró durante su relación, siempre lo supo, pero jamás cambió. No debió reprimir a Levi diciendo que solo podía tomar su mano al estar a solas, que él solo podía darle muestras de afecto cuando nadie mirara.
Lo sabía, claro que lo hacía, el fue consciente que nada bueno resultaría al ocultar su amor.
La culpa era compartida ya que la distancia entre ellos pudo haber sido enmendada con una simple conversación en la que ninguno había pensado en aquel momento. Se amaron, se amaban pero no habían luchado por ese amor que profesaban.
Ahora, después de haber cortado hace tiempo sin poder superarlo fracasaron gravemente en sus misiones tirando por la borda los años de reconocimiento como maestros del crimen en solitario, todo por no poder estar centrados. Por esa razón más que nunca sabían que sus destinos estaban en manos del tiempo ya que el final de ambos estaba completamente decidido.
Teniendo presente eso es que ambos sin darse cuenta estaban corriendo, llegando de distintas direcciones para encontrarse en un mismo punto después de bastante tiempo.
En el mismo lugar donde se cruzaron por vez primera, ¿quién hubiera imaginado que esta sería en donde se encontrarían por última vez?
Levi inhaló con fuerza tratando de llenar sus pulmones con aire suficiente para seguir obligando a su cuerpo a resistir el esfuerzo que infringía correr.
Habían al menos dos patrullas siguiéndole el paso. Levantó su mano para despojarse del barbijo para facilitarle respirar, los guantes de cuerina también fueron abandonados durante su carrera ya que la prioridad era verlo por lo que sería la última vez.
Tenía muchas cosas que decirle, una de ellas es confesar que seguía amándolo, decirle que jamás quiso hacerlo pensar de sí como una carga, a él nunca le importó la manera en que lo ha tocado, como acarició cada cicatriz plasmada en su cuerpo. Pequeñas cosas que alguna vez no apreció pero ahora deseaba poder darle el valor que merecían.
Diablos, él lo adoraba, pero sabe que fue muy idiota al hacer pasar todo eso como algo sin importancia.
El parque estaba a pocos pasos, solo a una esquina de distancia. Al doblar en esa dirección frenó de repente al ver filtrarse entre las hojas y ramas los mismos destellos de luces que lo perseguían. Siseó con molestia maldiciendo su suerte, se acabó, estaba rodeado, ya no había forma de encontrarlo.
El crujir de unas ramas secas logró alertarlo, redirigió su atención buscando causantes solo para descomponer su rostro carente de expresiones en una mueca de sorpresa.
El individuo paró en seco al notarlo solo para copiar su reacción tras ensanchar sus ojos mientras se escapaban unos jadeos por sus labios entreabiertos.
El estado de shock envolvió a ambos lo suficiente para olvidar su situación actual y hacerlos centrarse en como la silueta del otro se dibujaba nítidamente bajo las luces que emanaban las farolas.
La distancia entre ellos era de un extremo al otro de la cual no fueron conscientes hasta oír como las patrullas se detenían y los policías se bajaban ordenándoles que no se movieran, pero en vez de ser motivo de rendición funcionó más como detonante para ellos comenzar a correr en dirección del otro con intención de romper toda barrera.
Los oficiales fueron rápidos, para desgracia de los chicos logrando atrapar sus brazos y guiarlo a sus espaldas impidiendo cualquier cercanía.
Al instante fueron empujados para ser dirigidos cada uno en las patrullas. Hecho a que se opusieron al poner resistencia, no se rendirían por culpa de una mísera lejanía de dos metros.
— ¡Eren! – gritó el azabache mientras luchaba por liberarse de los policías.
— ¡Levi!, esperen por favor, suéltenme. – insistió el castaño removiéndose del agarre.
Ninguno quería marcharse, no estando tan cerca del otro.
Los oficiales restantes estaban atentos a cualquier orden, se sentían confiados al tenerlos rodeados. Pero el descuido de uno se dió al perder fuerza en su agarre tras tantos forcejeos dejando que el brazo se deslizará entre sus guantes.
Y así fue como terminaron con cualquier tipo de distancia. Solo pudieron aprovecharlo con el roce de sus labios encajando una vez más para dar a conocer todo lo que el otro necesitaba saber en remplazo de las miles de palabras que quedarían atascadas en sus gargantas. Este propósito logró concluirse en lo que sería su último beso antes de ser separados bruscamente por los uniformados.
Esta vez no hubo movimientos alterados con intención de zafarse mientras eran guiados de lados opuestos a las patrullas. No había esa necesidad al tener claro lo que tanto querían, no existiría remordimiento por la falta de conversación que al principio tuvieron en mente pues antes de ser separados con violencia lo último que habían hecho fue exhalar un suspiro cálido sobre el labio del otro declarando que con eso estaban satisfechos.
A pesar de saber que nunca más podrían estar juntos.
Ya que el Jaeger sabía que su siguiente paradero sería en una prisión de máxima seguridad con la condena de cadena perpetua mientras Levi sería llevado a su ejecución tras ser condenado a muerte por medio de una inyección letal.
Aún no era decretado, pero era algo que no hacía falta escuchar precisamente en el tribunal, al menos según ellos ya que bastaba echarle una ojeada a la lista personal de ambos con todo tipo de cargos delictivos.
Pese a la separación, por sobre la tristeza, ambos asumían que estarían contentos aunque se pudrieran en la cárcel, en lo más profundo del suelo o incluso ardiendo en las brasas del infierno, porque no importaba lo suficiente como la confirmación de sus sentimientos.
Morir solo era algo que quedaba en segundo plano ya que podían presumir la fortuna de haber encontrado a alguien que lo amara en esta jodida vida.
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I need you here
Short Story¿Importa morir sólo? Tal vez hubiera importado mucho si no supieran del amor que aún gorgotaba en sus pechos como toda la sangre que fluía por las venas dispersadas en sus cuerpos. - ℘ - ℘ - © Los perso...