CAPÍTULO 41

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Arreglo mi corbata una vez más antes de ir a la cocina y tomar algo para desayunar. Mi madre se encuentra tranquila bebiendo una taza de café. —Buenos días —murmura.

—Buenos días —imito su saludo, pasando por su lado para servirme un poco de su bebida en una taza—. ¿Qué tal el trabajo? —pregunto con interés, dándole un sorbo al café tibio.

—Mejor que nunca —responde sonriente—. ¿Y a ti, qué te sucede? —pregunta con diversión.

— ¿A mí? —me apunto—. Nada —respondo—. ¿Por qué?

—Estás muy feliz... ¿Todo bien? ¿Algo que contar a tu santa madre?

Río un momento por su actitud.

—No, en serio, no pasa nada... Bueno, algo sí —no puedo evitar sonreír.

—Y me imagino que ese «algo» está relacionado con el chico de nombre Harry.

— ¡Madre!

— ¿Él te invito a salir?

—Después de llegar del cine con Tony —murmuro, dejando la taza vacía encima de la mesa—. Solo fue una fiesta de su amigo, incluso fue Sherry.

— ¿Sherry? —parece sorprendida.

—Aunque no lo creas, sí.

— ¿Britt no dijo nada?

— ¿Su madre? No creo que se haya dado cuenta.

—No quiero que la metas en problemas Katherine, sabes cómo son sus padres.

—No lo haré —la tranquilizo—. Y no me llames Katherine —siseo, abrochando mi saco.

—Es tu segundo nombre y soy tu madre, por lo tanto, puedo llamarte como más me plazca —me muestra una sonrisa autoritaria y solo me limito a enseñarle mi lengua como niña pequeña.

Me golpea con su revista, causándome gracia. Escuchamos el sonido de un claxon. Ella cree que se trata de Tony pero aún es temprano para que él pase. Me despido de ella y salgo tan rápido como puedo al encuentro del chico de rulos, mi cabeza de brócoli.

Viene avanzando hasta la puerta y me lo cruzo a medio camino de la entrada. —Buenos días, preciosa —susurra cerca de mi oído cuando me tiene cerca.

—Buenos días, Harry —me inclino para besar su mejilla. Hace una mueca sin sentido y me abraza por la cintura.

—Hoy tengo otros planes —me informa con una sonrisa juguetona en sus labios—. ¿Estarías dispuesta a perder un día de clases?

— ¿Valdrá la pena? —enarco mis cejas.

—Por supuesto —me abre la puerta del auto.

[...]

Aparca el auto de Niall en el estacionamiento del lugar. Me invita a salir del auto cuando me abre la puerta. Le regalo una tímida sonrisa, entrelazando nuestras manos. Harry entrega unos tickets al tipo fornido que está en la entrada del parque de diversiones. No hay mucha gente aún, y sinceramente no me apetece montarme en el carrusel.

— ¿Te asustan las alturas? —cuestiona conforme avanzamos hacia donde está la caída libre. ¡Oh, por Dios! Me llevo la mano a la boca cuando veo que un grupo de chicos están tomando capturas del momento. Hay dos chicos arriba siendo subidos hasta el punto más alto. Siento que mi corazón se me saldrá del pecho en cualquier momento.

—Debes de estar demente —apenas logro pronunciar—. No me lanzaré de esa cosa —me niego, soltándome de su agarre.

—Oh, vamos, será divertido —insiste.

Wrecking || H. S ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora