Cap. 3
Satoru Pov.
Nunca pensé que sería tan fácil que Yuuji me firmara el divorcio, pensé que me costaría convencerlo, quizás darle algunas propiedades, acciones de la empresa, la casa o dinero pero no, en cambio me dijo que podría quedarme con lo que quisiera.
Se que Yuuji proviene de una familia de prestigio y esa fue una de las razones por las que me case con el, sin embargo considerando su naturaleza frívola pensé que me exigiría más en el divorcio, en ocasiones llegue a pensar que quizás sentía algo por mi lo que justificaría su obsesión por sacarse conmigo y su elaborada mentira que lastimó a Suguru, mi dulce Suguru tan hermoso, inocente y puro, ese peli rosa lo destruyó, arruinó nuestros planes, nuestro futuro y nuestra familia.
Encima tuvo el descaro de preguntarme y actuar como si no supiera lo que hizo, aunque sus ojos reflejaban curiosidad y desconcierto, definitivamente es un buen actor.
Quería y quiero divorciarme, no entiendo porque me moleste en que firmara el divorcio tan fácilmente y esta mañana en la oficina, ¡Que descarado y coqueto, asumiendo la presidencia con tanta superioridad como si yo no hiciera falta, como si mi trabajo no significara nada! Y esos Alfas, todos embobados por el, la manera en que lo miraban con ese conjunto, ¿No podia ponerse otra cosa? ¿Siempre va de ese modo? Solo para llamar la atención.
No lo soporto, menos mal ya me separé de el, ¿Será verdad que ya recogió sus cosas de la casa? ¿Que quiso decir con que esa casa se parece a mi? La odia pero bien que la disfruto por estos años.
–Satoru– me grita mi madre, me mira como si esperara una respuesta ¿Que se supone que debo contestar?.
–No hay necesidad de gritar madre, estoy justo aqui–.
–Lo se pero parece que tú mente no lo está, estaba diciendo que sería buena idea no decirle que ya te separaste de Yuuji al igual que a tu padre, se van a enojar y aunque me agrada que Suguru este de regreso no lo van a tomar bien por la prematuridad de las cosas–.
–Madre no voy a ocultar mi separación además que tarde o temprano lo sabrán y los accionistas ya lo saben–.
–Seguro que ese tipo te pidió hasta el último centavo pero tú no le vallas a dar nada–.
–Para tu tranquilidad y la de la familia no me pidió nada y no quiero hablar más del tema, no es el momento– me mira sorprendida por mis palabras.
–Igual estate alerta porque seguro te sorprende, de ese hombre se puede esperar cualquier cosa, no es como Suguru, el si es educado y tranquilo, es ideal para ti–.
–No solías decir eso hace 3 años cuando me hicieron casarme con Yuuji–.
–Hijo sabes que la decision de tu matrimonio fue tomada por tu padre, ya lo conoces no hay quien lo contradiga además necesitábamos establecer nuestro estatus social para que la gente nos respetará y llegar a esos lugares que no podíamos acceder–.
–Si, claro, la sociedad, ya tenemos eso y no tengo que seguir casado, Suguru está aquí y me creyó que nunca lo engañe, aunque eso no cambia el daño que Yuuji le hizo–.
–Lo se hijo pero eso ya está en el pasado, ahora vas a rehacer tu vida y olvidar que ese hombre alguna vez existió en tu vida– escuchamos a Suguru y a Mitsuki entrando al recibidor con unos obsequios.
–¿Pero que traen ahí?– pregunta mi madre cuando ve las manos de Suguru y Mitsuki ocupadas con bolsas y cajas.
–Satoru y yo les trajimos unos presentes del viaje, esperamos que les gusten ¿Verdad amor?– confirmo con una sonrisa.