Dirty talk.

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Tasha •|• POV
)AU Jina enamorada de Tasha)

Había algo en mi relación con Jina, y es que cada vez que pasábamos tiempo juntas insultábamos a la otra, y eso terminaba en un roce de labios que quería acabar. Tenía que seguirle el juego una vez más.

¿Qué carajos hiciste? Mira este desastre, a ver si arreglas tu mierdero verga. — El suelo del departamento estaba lleno de ropa, bolsos, zapatos, revistas, literalmente repleto de cosas de modelos, todo eso era de Jina. — Hey, pelirroja, te estoy hablando, hazme caso.

— Uy como rompes... Hola Tash. — Al parecer si estaba ordenando un poco, ya que en sus brazos tenía algunos vestidos y demás prendas, en su hombro también. — ¿Me ayudas o vas a seguir jodiendo desde ahí? — Esos ojos celestes me vieron con mucho enojo, a lo cual respondí con una sonrisa burlona y los brazos cruzados.

Nah, hazlo tú solita. — Di unos pasos hasta la cocina donde al parecer había preparado la comida, se sentía delicioso y lo estaba. — Mmh... No solo eres bonita, también cocinas muy bien.

— Ándate al a mierda Tasha. — Ya había terminado de ordenar toda la ropa del departamento cuando apague la hornalla, empecé a servirnos la cena y cuando llegó a sentarse no me di cuenta que estaba en brasier, hizo un chongo con su pelo, también traía unos shorts... Cortos, era la primera vez que estaba tan... Desvestida. — ¿Qué me miras? — Tenía un cigarro en la boca, hasta que lo apagó en el cenicero de la mesa.

Estás casi desnuda, me andas provocando. — Le había dado los cubiertos así comer, y bueno, aprovechando la vista me senté frente suyo, odiaba la postura que tenía al comer, con una pierna encima de la silla. — Aparte muestras todo, nombre, mátame mejor.

— Conseguite una zorra de por ahí Tasha, déjame de romper las pelotas. — Las dos empezamos a comer, y cada vez que ella volteaba a la televisión la miraba, analizando cada parte suya... Desde cuándo no me di cuenta que estaba tan buena. — Mañana tengo que irme, así que, quedas a cargo de la casa, cuídala bien, y no metas a cualquier mina , escuchaste. — Me señaló con el cuchillo, en forma de amenaza, sus ojos se fijaron en los míos con enojo. — Te voy a vigilar todo el tiempo, en serio Tasha, entras a una chica y te mato.

— ¿Celosa? Te gustaría ser esa chica. — Le regalé una linda sonrisa, ladeando la cabeza, pero al parecer ella estaba molesta realmente.

— Chupa cajeta, no es por eso, después van a querer atentarme la casa porque una pelotuda se coje a media ciudad. — Azotó la mesa antes de levantarse y agarrar los platos para ir a lavarlos, en eso me acerqué detrás suya pasando las manos por su cintura. — ¿Eh? ¿Qué mierda estás haciendo? Soltame. Ni se te ocurra. — Me salpicó con el agua pero no me importó, seguí acariciandola.

Te estás poniendo nerviosa, por eso quieres que te deje... Déjame darte una linda despedida. — Al voltearla no se veía en absoluto feliz. — Ya, deja ese mal genio para otro rato, disfruta del momento. — Una vez más, sus manos me alejaron, alcé las mías, aún viéndola. — ¿Qué?

— Te dije que basta, o no entendes. — Está vez fue ella quien se acercó, colocando un dedo en mi pecho, al verlo subió mi mentón. — Ninguna piba, o te echo de la puta casa, Tasha. — No lo admitía pero sabía que eran celos lo que sentía, y también tenía la ligera idea de saber cómo calmarlos.

Sí... — Al cargarla puso las manos en mi cuello, no queriendo caerse. Con cuidado la subí a la mesada abriendo sus piernas. — Déjame mínimo disfrutarte antes de que te vayas a la verga, abandonándome como siempre haces.

— No sos mi maldita novia como para tocarme así. — Volvió a alejarme de ella, esta vez con su pie. — Tasha, te juro que me volves a tocar y no la contas. — Sus ojos viajaron de los míos a mis labios, bingo. Ahí me acerqué nuevamente, acariciando su pierna hasta abrazar su cintura. — Tasha... — Frunció el ceño, pero hasta hacerle caso a su enojo ya la había besado, bajando hasta su cuello y pecho, al no tener nada le desabroché el sostén dejando ver sus senos al aire, deleitándome con ellos. — La puta madre... Te odio.

— Yo también te odio Jina, y tu maldito ego, arrogancia y puta madre ese cuerpo de modelo de mierda me enloquece. No sabes cómo no te soporto, no te aguanto. — Con una mano la traje, esta vez sentí sus jadeos demasiado cerca, si paraba ahora si me volvería loca. — Me cagas, en serio.

— Tampoco te soporto si eso te hace sentir mejor. — Me hizo un maldito gancho con las piernas, apretándome el cuello con ellas. — Voy a empacar, y la próxima que me quieras desnudar solo decime y lo hago sola, pelotuda. — Sobé mi cuello mientras la miraba bajarse de la mesada e irse a su cuarto, carajo, iba a matarme algún día de estos. — Tasha, la concha de tu hermana, dónde dejaste mi boleto de avión. — Cuando apareció de nuevo en la cocina amenizándome, esta vez con un conjunto de lencería que hizo que mis ojos se desvíen a ello. — ¿Tasha? ¡Tasha!

— ¡No vi nada!  — Hice contacto visual con ella, poniendo las manos alrededor de mi cuerpo, pero otra vez vi su pecho. — Carajo, cúbrete. Me obligas a ser una salvaje, lo haces a propósito seguro para que caiga.

— Sí, Tasha, lo que digas, dame mi puto boleto de avión. — Una mano suya viajó a su cintura, ladeandola mientras que la otra tenía la palma hacia arriba, esperando aquello que sí escondí. — Dámelo. No puedo viajar sin él.

— Quiero cojerte, si lo hago te doy el boleto.

— ¿Qué soy? ¿Tu prosti? No puedo creerlo, Tasha dame mi boleto. ¡Ahora! — Voltee los ojos y fui a buscarlo a la mala, cuando se lo di sonrió levemente. — Gracias, por fin podemos hablar el mismo idioma.

— A mi me gustaría hablar el de tus gemidos... — Abrió los ojos. — ¿Qué? Ash, no puedes andar por toda la puta casa desnuda y no pretender que me caliente.

— Controla tus hormonas Tasha.

one-shots Tashina (AU'S oc)Where stories live. Discover now