Donde Young-mi deja que Suho se acerque a ella solo por celos de ver a Seojun con otra chica.
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Donde Suho usa la misma estrategia que Seojun, de acercarse a la chica que a él le sigue gustando, p...
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El patio de la escuela estaba lleno de estudiantes disfrutando del recreo. Algunos estaban en la cafetería, otros descansaban en las mesas de madera bajo la sombra de los árboles. Entre ellos, Seojun caminaba con sus amigos, charlando despreocupadamente.
– Entonces le dije que si quería ganar, tendría que invitarme un helado – comentó uno de sus amigos, riendo.
– ¿Y te invitó? – preguntó otro, fingiendo curiosidad mientras los demás reían.
La conversación ligera continuaba, hasta que un grupo de estudiantes comenzó a alborotarse. Señalaban emocionados hacia un hombre.
– ¡Es Lee Ju-hun ! – gritó una de las chicas.
– ¡Dios mío, está aquí en persona! – exclamó otra, agitando las manos hacia su amiga.
Los amigos de Seojun, al escuchar los gritos, se detuvieron y comenzaron a mirar hacia donde señalaban los demás.
– ¡Miren es Lee Ju-hun ! – dijo uno de ellos emocionado, dando un pequeño salto
– ¡Lee Ju-hun , Lee Ju-hun ! – gritó otro emocionado.
– ¡Miren lo hermoso que es! – le siguió otro de los amigos de Seojun.
Seojun, que había permanecido en silencio, alzó la mirada hacia la figura del hombre. Allí estaba, el famoso actor, con una presencia imponente y un porte que parecía atraer todas las miradas. Ju-hun estaba caminando, pero al notar el revuelo que se estaba formando, paró y levantó la vista.
Fue entonces cuando sus ojos se encontraron con los de Seojun.
El actor hizo un leve asentimiento, un saludo discreto que parecía guardar cierta cordialidad y mostró una ligera sonrisa. Sin embargo, la expresión de Seojun permaneció seria, casi fría. Sus labios se tensaron, y después de unos segundos, desvió la mirada y comenzó a caminar escuchando los gritos emocionantes de los fans de ese actor.
– ¿Eh? ¿A dónde vas? – preguntó uno de sus amigos, apresurándose a seguirlo.
– ¿No lo vas a saludar? Es Lee Ju-hun , hombre – insistió otro, aún volteando hacia el actor como si no pudiera creer lo que veía.
– No me interesa – respondió Seojun sin detenerse, su voz más baja de lo habitual pero cargada de firmeza.
– ¿Qué te pasa? Ni que lo conocieras – comentó uno de ellos en tono de broma, pero Seojun no respondió.
Mientras sus amigos lo seguían, murmurando entre ellos, Seojun mantenía el ritmo de sus pasos, su mente llena de pensamientos que no lograba ordenar. A pesar de su aparente indiferencia, la presencia de Lee Ju-hun había removido algo en él, aunque no quería admitirlo.
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Young-mi salió de la colegio, buscando a su padre con el corazón agitado. A lo lejos, vio a Hwang Sang-woo abriendo la puerta de su auto. Su padre que iba a entrar al auto se detuvo al levantar la mirada y encontrar a su hija, quien se acercaba. Él le sonrió y esperó pacientemente a que ella llegará. Los murmullos de los estudiantes que reconocieron a su padre se intensificaban, llenando el ambiente de curiosidad y tensión.
Young-mi apretó los puños, sintiendo las uñas clavarse en sus palmas. No estaba enojada con él, pero la inesperada presencia de su padre en la escuela la hacía sentir vulnerable, y expuesta.
– ¿Qué haces aquí? – preguntó rápidamente, su voz entremezclada con nerviosismo y sorpresa.
La sonrisa de Sang-woo se desvaneció ligeramente, y una expresión de desconcierto apareció en su rostro.
– “Hola papá, ¿cómo estás?” – imitó su voz con tono divertido mientras cerraba la puerta del auto. Dio un par de pasos hacia ella antes de mirarla con una ceja levantada – ¿Así saludas a tu padre? Pensé que te habíamos enseñado mejores modales.
Young-mi suspiró, arrepentida por su brusquedad.
– Lo siento, papá. Me sorprendió verte aquí… siempre viene mamá. – Sus ojos se desviaron hacia los estudiantes que los observaban con interés. Su voz bajó casi en un susurro – Todos te reconocieron.
Sang-woo no pareció molesto, aunque sus ojos captaron el nerviosismo de su hija.
– Es solo una visita – respondió con suavidad – no he venido aquí durante mucho tiempo.
Mientras tanto, no muy lejos, Lee Suho caminaba hacia el estacionamiento con pasos firmes. Había reconocido la figura de su padre, Lee Ju-hun , hablando con el Director Oh, junto a su auto negro. La presencia del famoso actor en el colegio había generado tanto revuelo como la de Hwang Sang-woo, y Suho sabía que no podía ignorar la situación. Su enfado aumentaba más al escuchar como los estudiantes lo relacionaban con él.
Con una mezcla de enojo y determinación, Suho se acercó.
– ¿Qué haces aquí? – preguntó con voz firme pero cargada de tensión, deteniéndose a unos pasos de él.
Ju-hun se giró al escuchar la voz de su hijo. Su expresión, inicialmente seria, se suavizó un poco.
– Es la hora del almuerzo, hijo. ¿Ya comiste? – Su tono era cálido. Sin embargo Suho lo miraba molesto.
– Te dije que no vinieras al colegio – le recordó.
El Director Oh, conocido por ser una de las figuras más influyentes dentro de Move Entertainment, se mantenía a un lado, observando. Y justo a unos metros una castaña se encontraba buscando a su madre pero se detuvo en su búsqueda al escuchar como Suho hablaba a su padre.