| NARRA DAMARA |
Después de terminar con las pruebas médicas, me quedé sentada unos minutos en la sala de fisioterapia, ahora si a chingar a su madre.
Había sido un día largo, pero sabía que había valido la pena. Los jugadores estaban listos para sus entrenamientos, y yo por fin podía largarme a descansar.
O eso pensaba.
— ¿Lista o todavía te falta mucho?—Preguntó Jordan, apareciendo de repente en la puerta con esa sonrisita.
Lo miré con un suspiro, fingiendo fastidio.
— ¿Qué haces aquí, Carrillo?—Dije mientras guardaba mis cosas.
— Te vengo a secuestrar.
— ¿Qué?
— A comer tacos, Damara. No seas dramática.—Dijo, cruzando los brazos como si fuera obvio.
Rodé los ojos, pero no pude evitar sonreír. Había algo en su manera de insistir que me desarmaba internamente.
— Está bien, pero tú pagas.—Dije, levantándome y poniéndome mi chamarra.
— Siempre pago, hermosa. No te preocupes por eso, preciosa.—Dijo, guiñándome un ojo.
| NARRA JORDAN |
Había algo en Damara que no podía ignorar. Su manera de fruncir el ceño cuando intentaba regañarme, o cómo se reía a pesar de sí misma cuando soltaba alguna pendejada. Era adictivo, y yo estaba más que dispuesto a arriesgarme por ella.
La llevé a uno de mis puestos de tacos favoritos. Era un lugar sencillo, con mesas de plástico y un aroma a carne asada que se te quedaba pegado en la ropa. Perfecto para el momento.
— ¿Aquí?—Preguntó, arqueando una ceja mientras miraba alrededor.
— Aquí hacen los mejores tacos del mundo. Confía en mí.—Dije, mientras le sacaba la silla.
Ella se sentó, todavía con esa mirada de duda, pero cuando le llegó el primer taco de suadero, su expresión cambió.
— No mames.—Dijo después de la primera mordida.—Esto está riquísimo.
— ¿Ves? Te lo dije.—Respondí, sintiéndome victorioso.
Pasamos el rato entre tacos, risas y cerveza. No hablamos de nada complicado, solo de cosas simples que nos hacían reír. Era como si todo el estrés del trabajo se hubiera esfumado.
Pero yo sabía que no podía quedarme en la superficie. Había cosas que quería decirle, y este era el momento.
| NARRA DAMARA |
Cuando terminamos de comer, Jordan se recargó en la silla, mirándome con esa mezcla de confianza y vulnerabilidad que rara vez mostraba.
— ¿Qué?—Le pregunté, limpiándome la boca una servilleta, porque el pinche suadero estaba sabroso pero bien grasoso.
— Nada, solo que... me gusta verte así.—Dijo, con una sonrisa más tranquila que las que solía usar para bromear.
— ¿Así cómo?—Le respondí, mirándolo de reojo, porque con Jordan siempre había que estar preparada para cualquier tontería.
— Relajada, feliz, contigo misma. A veces siento que te guardas demasiado, Damara.—Dijo, con un tono serio que no esperaba.
Me quedé callada por un momento, dejando que sus palabras me alcanzaran. Él no era de los que hablaban así, pero cuando lo hacía, sabía que lo decía en serio.
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Mi Buchón. || Jordan Carrillo.
FanfictionSoy Damara Isabella Álvarez Campos, hermana de el famosísimo y según más guapo de la liga MX; Kevin Nahin Álvarez Campos, tantas morras que dicen que darían todo por vivir con él y es la definición de terror el vivir con el. Me acaba de levantar por...