Sofía, la soñadora.
En la adolescencia, Sofía mostró un talento natural para la escritura y el arte. Inspirada por su padre, comenzó a escribir cuentos y a dibujar sus propias ilustraciones. Uno de sus proyectos más ambiciosos fue crear un libro infantil dedicado a Lucas, titulado "Mi hermano y las estrellas".
Gabriel y Emma la apoyaron en cada paso, ayudándola a organizar una pequeña presentación en el café. Lucas, orgulloso, mostraba el libro a todos, declarando que su hermana era "la mejor escritora del mundo".
Lucas, el explorador.
Por su parte, Lucas desarrolló una pasión por la naturaleza y los animales. Pasaba horas en el parque observando insectos y recolectando hojas.
—Quiero ser científico y descubrir cosas nuevas —decía con entusiasmo.
Emma y Gabriel lo animaron, llevándolo a museos y organizando excursiones familiares al aire libre.
A medida que los niños crecieron, el café se convirtió en el corazón de su historia familiar. Emma y Gabriel continuaron trabajando juntos, mientras Sofía y Lucas encontraban sus propios caminos.
Una noche, ya con los hijos mayores, Emma y Gabriel miraron el café lleno de clientes felices y dijeron al unísono:
—Todo esto comenzó con un sueño… y una taza de café.
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El café de los corazones perdidos
RomanceEmma es una joven pastelera que, tras una ruptura dolorosa, se muda a un pequeño pueblo para abrir su propia cafetería, buscando un nuevo comienzo. Ahí conoce a Gabriel, un escritor bloqueado emocionalmente y recién llegado al lugar. Aunque inicialm...