Atravesar el Atlántico

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El Capitán Carter sabía que su misión estaba llena de peligros, pero también de oportunidades. El líder de los contrabandistas, cautivado por la idea de poseer un Starship Gen 9, vio en Carter una oportunidad de oro. Literalmente. Después de todo, una nave de ese calibre podría convertirlo en el hombre más poderoso del mercado negro de África.

-Capitán Carter -dijo el líder de los contrabandistas, con una sonrisa astuta-, aceptamos tu trato. Pero debes saber que la lealtad entre nosotros es una moneda de doble filo.

Carter, consciente de los riesgos, asintió. Prometió ceder la nave completamente gratis, a cambio de la ayuda de los contrabandistas para cruzar el Atlántico y buscar a la hija del emperador Musk. Los ojos del líder brillaron con codicia y asentimiento. Reunió a sus mejores hombres y aseguró un buen barco crucero, aunque robado, para la travesía.

Mientras preparaban el barco, Carter sentía una mezcla de anticipación y desconfianza. Sabía que la traición podía estar a la vuelta de la esquina, pero estaba decidido a seguir adelante. Sin embargo, no contaba con las ambiciones de Abdul, el segundo al mando de los contrabandistas.

Abdul, buscando una oportunidad para tomar el control y traicionar tanto a su jefe como a Carter, esperó hasta que la noche cubrió el campamento. En un movimiento audaz, se acercó a Carter y le puso un arma en la cabeza.

-Tu viaje termina aquí, Capitán -dijo Abdul, con una sonrisa torcida.

Lo que Abdul no sabía era que Carter estaba preparado. Activó rápidamente su sofisticado armamento de evasión electromagnética, creando un escudo entre él y su atacante. La barrera era impenetrable, y la sorpresa en los ojos de Abdul fue palpable. Los demás contrabandistas retrocedieron, asombrados por la tecnología avanzada de Carter.

El líder de los contrabandistas, viendo la oportunidad para consolidar su control y eliminar a una amenaza, no dudó. Sacó su propia arma y disparó a Abdul, acabando con él de inmediato.

-Nadie más estorbará en mis planes -dijo fríamente, guardando el arma-. Ahora, Capitán, sigamos con nuestro acuerdo.

Carter, aunque intranquilo por la brutalidad del líder, sabía que había ganado un aliado poderoso. Subieron al barco y comenzaron la travesía del Atlántico, cada ola acercándolos más a su destino. La misión era peligrosa, pero la determinación de Carter no flaqueaba.


La Mision EsperanzaWhere stories live. Discover now