Capitulo 2: El hombre misterioso

1 0 0
                                    

Una nueva mañana se asomaba por la ventana de mi habitación, aunque me sentía cansado como las veces anteriores hoy me sentía extrañamente bien.

Aquella extraña batalla en mis sueños se había sentido tan real, aún podía sentir el hormigueo en la palma de mi mano ,la mano que había sostenido Aquella espada que acabó con el monstruo de aquel agujero.

Pero todo estaba en mi cabeza es lo que pense así que debía de volver a la realidad, donde todo era tan monótono y normal. Pero por lo menos no me perseguía una extraña criatura aquí.

Corrí la cortina para ver el clima que había afuera ,habían mencionado que lloveria y así fue.
Amaba la lluvia en los días de verano ,mitigaban el calor y el aroma a tierra mojada me hacía recordar a los días de cuando era tan solo un niño y iba a la casa de mi abuela en la cual me quedaba observando como las gotas caían una tras otra en la tierra mientras bebía algo frío.
Algo bueno por fin estaba sucediendo así que la motivación me llego en gran manera lo cual me prepararé para trabajar y le di un sorbo a mi café.

Tarareando la canción que escuche en mi sueño salí de mi departamento sin antes llevar mi paraguas. Al llegar a la calle pude sentir mucho más el sonido de la lluvia golpeando el pavimento, esa paz acompañada de nostalgia me acompañó en todo el viaje.

Pero tan pronto como llegue a la oficina para comenzar a teclear ,mi encargado habló conmigo. El aroma a cigarrillo estaba impregnada en su saco y su boca expulsaba un olor a tabaco y mentol por un caramelo que tenía.

- El jefe te llama, parece que quiere arreglar un asunto contigo - dijo con su tono habitual de indiferencia.

El jefe no solía mandar a llamar a nadie si no fuera por algo importante, quizás tendría mi ascenso que tanto buscaba.
Puesto que me acomode la corbata y me coloqué el saco y me dirigí hacia la oficina de mi jefe. Cada paso que daba hacia su oficina aumentaba mi nerviosismo, pero también mi esperanza.

Tan pronto como entré el aroma a perfume caro inundo mi nariz; solía usar demasiado. Él era ostentoso en gran manera , no perdía la oportunidad en mostrar la riqueza y la prosperidad que tenía. La oficina estaba decorada con muebles de lujo, cuadros de artistas famosos y una alfombra que parecía recién traída de Persia.

- Señor Arshol siéntese - Dijo sin apartar su vista de los papeles que tenía enfrente.

Con un sentimiento de nerviosismo me sente en el sillón que había frente el enorme escritorio de madera oscura con acabados bien detallados. El sillón era incomodo, como si estuviera diseñado para hacer que los visitantes se sintieran pequeños e insignificantes.

- No soy un hombre que se anda con rodeos señor Arshol ,vamos a hacer un recorte de personal y...

Porque ,¿porque me esta hechando? ,soy el único que se queda hasta tarde para terminar el trabajo, no eh faltado un día, ni siquiera cuando me enferme de gravedad. Eh pasado fiestas ,año nuevo aquí adentro desde que comencé a trabajar. Sentí una mezcla de incredulidad y rabia creciendo en mi interior.

Había oído que hecharian a alguien, debido a que su sobrino comenzaría a trabajar en la empresa ,es por eso que me esforcé en hacer lo mejor. Estoy demasiado enojado ,pero no haré nada.

Porque nunca logro nada enojandome ,ni llorando ,solo termino avergonzandome a mi mismo por no haberlo hecho mejor. Así que esperé a que terminase de hablar ,sintiendo una presión en el pecho y un nudo en la garganta.

- Toma tus cosas muchacho y sal del edificio -

Después de haber dicho aquello ,sólo me puse de pie ,le extendí la mano la cual no se digno ni siquiera a apretar mi mano y le dije con una sonrisa completamente falsa:

También te gustarán

          

- Gracias por permitírme trabajar en su empresa ,adios-

Luego deje la oficina de mi jefe y tomé las cosas de mi oficina y camine hacía la salida.
Mis compañeros  sabía lo que estaba sucediendo pero como siempre me evitaban. Pero no era nada nuevo ,ya que desde la escuela primaria pasaba. Nadie me miraba a los ojos ,nadie se despidió. Era como si no existiera.
Cada paso que daba hacia la salida se sentía pesado ,como si estuviera caminando por aquellas grises arenas que había en mi sueño. La lluvia seguía cayendo ,y el sonido de las gotas golpeando el suelo parecía acompañar mi tristeza y frustración. La sensación de nostalgia y paz que sentía cuando desperté se había esfumado por completo. Me sentía vacío, traicionado por un sistema que no valoraba mi esfuerzo.

No quería volver a casa ,ahora no me sentía con ánimos de estar encerrado así que solo di una caminata larga hasta sentarme en un banco en una plaza ,la lluvia caia de manera precipitada. La continua caída de lluvia había creado pequeños charcos en el suelo.

No abrí el paraguas, solo me quedé sentado en ese lugar ,cerré los ojos para centir cada gota en mi rostro. Intente no llorar pero la frustración era demasiado grande así que deje salir las lagrimas ,lo hice con libertad debido a que se mezclaban con la lluvia. Haciéndolas invisibles para todos.

Pero momentos después, sentí que las gotas no caian sobre mi y una sombra me rodea. Abrí los ojos y vi un paraguas sobre mi, sostenido por un hombre que se veía en sus treinta. Su rostro era agraciado y su cabello era del color del oro ,brillante y limpio. Su presencia era casi irreal ,como si no perteneciera a este mundo.

- Hola señor Arshol ,¿disfrutando de la lluvia? - dijo con una sonrisa cálida y mirándome con sus ojos del color del cielo.

- Ah...eh, ¿Quién es usted? ¿Cómo sabe mi nombre?–Le respondí completamente sorprendido y con mucha curiosidad. No conocía a este hombre. Nunca lo había visto.

- Oh ,mi nombre no tiene mucha importancia señor Arshol ,y se su nombre porque lo eh observado– Dijo inclinándose un poco hacia la izquierda y respondiendo con una sonrisa.

- ¿Es una especie de acosador?-

Pregunte mientras me escudaba con mi portafolios y me alejaba del banco ,sintiendo una mezcla de miedo y desconfianza.

- Jaja ,no señor Arshol ,¿porque no hablamos en otro lugar para repararnos de la lluvia?- respondió él ,su risa era calida y despreocupada ,como si mi pregunta le hubiera divertido.

El hombre extendió su mano, invitándome a seguirlo. Aunque dudaba, algo en su mirada me decia que podía confiar en el. La lluvia seguía cayendo ,pero bajo el paraguas sentía una extraña sensación de seguridad. Caminamos juntos hacia un pequeño café cercano, donde el aroma a café recién hecho y el calor del lugar nos envolvieron al entrar.

Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, desde donde podíamos ver la lluvia caer. El hombre pidió dos cafés y se acomodó en su silla, mirándome con una expresión de interés genuino.

–Señor Arshol, sé que ha tenido un día difícil. Pero créame, hay cosas más grandes en juego de lo que puede imaginar. —dijo, su voz suave pero firme.

– ¿Que quiere decir?– Pregunté, sintiendo que mi curiosidad crecía.

– Hay un mundo más allá de lo que ve, un mundo donde sus sueños y pesadillas tienen un significado profundo. Y usted, señor Arshol, tiene un papel importante que jugar en él. —respondió, sus ojos brillando con una intensidad que me dejó sin palabras.

-¿Usted cree que soy un tonto?– dije con una sensación de incredulidad, pensando en que me estaba tomando por un tonto.

-Señor Arshol ,usted tiene un don.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: mar. 09 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cazadores de pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora