Especial de Navidad

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En un mundo alterno o incluso el futuro

El cambio de estaciones siempre es inminente, muchos tienen opiniones diversas sobre cuál era la mejor estación del año, la primavera florecía con vida nueva, el verano brillaba con luz y calor, y el otoño pintaba el paisaje con tonos dorados y rojizos, pero para algunos...el invierno era su estación favorita.

La nieve había llegado a la capital de Minas Ithil en el reino Arnor, cubriendo gran parte de su vegetación y la propia ciudad con un gran manto blanco de nieve, para los niños, el invierno era su estación preferida, pues era un tiempo de juegos en la nieve, de fiestas llenas de luces y de la calidez del hogar a pesar del frío exterior.

Arnor hacía un tiempo que estaba en relativa tranquilidad, sin guerras, sin conflictos, sin problemas, prosperando en paz tal como Eärnil realmente lo deseaba desde un inicio, para él, no había nada más satisfactorio que ver a su gente feliz y con una gran sonrisa en sus rostros, pues eso era un recordatorio de por qué Arnor había sido creado

Para ofrecer un refugio seguro y próspero para todos sus habitantes

Era en estos tiempos cuando Eärnil, tanto en su anterior vida como en esta podía permitirse relajarse más que nunca y este invierno no iba a ser la excepción

El aún príncipe de Arnor descansaba en sus propios aposentos, no necesitaba de mantas o siquiera una cama para sentirse cómodo, su forma de lobo alado era todo lo que necesitaba

Eärnil: *abriendo los ojos lentamente* mmm *bostezando* otro amanecer más en el reino, y un día más en mi larga y longeva vida, quien diría que puedo vivir casi como un gran elfo *mirando alrededor* y lo mucho que ha pasado este reino

Su habitación, rodeada de objetos personales, sus muebles, sus armaduras, sus victorias, incluso retratos de todos sus conocidos, sus amigos, las etapas por las que pasó el reino y...

Ayn: *gimiendo levemente mientras se acurrucaba más en Eärnil*

Su compañera

Eärnil: *riendo levemente mientras levantaba un ala* {nunca cambias ¿o si princesa?}

Ayn murmuró algo inentendible mientras se hacía bolita en el pelaje bajo el ala de Eärnil

Eärnil: {lo tomare como un no} *notando el atuendo de Ayn* {bueno al menos esta vez no estás...ehm... ¿Cómo decirlo sin ser ofensivo...?... a falta de mejores palabras diré sin ropa del todo}

Ayn desde hacía tiempo le gustaba dormir sin nada de ropa, mas que nada para provocar y de cierta forma molestar a Eärnil, cosa que la mayoría de las veces conseguía, terminando en ciertas... "sesiones" que a ella le encantaban y gozaba desde que Eärnil entró a su vida

Eärnil: *volviendo a recostarse sobre sus patas delanteras* {Que Gea se apiade de mis caderas}

Aún medio dormido, Eärnil se enroscó más alrededor de Ayn, envolviéndola con su pelaje para que sintiera todo el calor posible. Ese gesto, protector y afectuoso, era algo que hacía de manera casi instintiva. Sintió como Ayn se movía ligeramente, despertándose al sentir el calor extra que él le proporcionaba. Cuando finalmente abrió los ojos, una sonrisa apareció en su rostro al ver al lobo alado tan cerca.

Ayn: *murmurando* Buenos días, Eärnil

Su voz era suave y llena de cariño, estirándose un poco mientras dejaba escapar un leve suspiro.

Eärnil frotó su nariz contra la de ella con un gesto juguetón, lo que provocó una pequeña risa en Ayn, su sonido llenando la habitación con una cálida y suave melodía.

El Príncipe del NorteWhere stories live. Discover now