El Hermano de Harry Potter

XIV.- Salvando el pellejo de un perro... digo padre

— Oh Stiles ser maestro es divertido, vas a ver como todo es hermoso. — se quejaba el castaño mientras caminaba por los pasillos del castillo — Las canas verdes son lo que obtengo de recompensa y más dolores de cabeza. — miró a su lobo — Hades a este paso vamos a jubilarnos a los treinta.

El lobo gruñó en acuerdo mientras movía levemente su cola.

El castaño entró a su pequeña y acogedora casa, era su único lugar en paz dentro de ese castillo, su pequeño paraíso. La verdad seguía evitando a su padre, todavía no sabía como reaccionar y más al saber que ahora su otro padre se est5aba escondiendo en ese árbol cerca de su casa. Snape lo había ayudado a quedarse ahí y ahora junto con Remus evitaban que los dementores se acercaran a ese lugar. Si esas cosas lo encontraban lo iban a matar y eso no lo iba a permitir. Después de todo seguía siendo su padre y lo amaba sin importar los años y las injusticias que los Black tenían que pasar por la culpa de sus abuelos y los malentendidos que se habían creado a propósito.

— Te ves mejor sonriendo y no con ese ceño fruncido. Creo que cada vez que pisas esta escuela envejeces más. — se burló Scorpius acercándose a su novio.

— ¿Qué haces aquí? Es peligroso con los dementores.

El azabache levantó los hombros restándole importancia mientras se sentaba a su lado.

— Charlie estaba preocupado cuando se enteró de lo de Remus y luego nos enteramos de lo de Sirius. Él no puede venir y no íbamos a dejarte solo. Un poco de peligro no me va a alejar.

Stiles rio levemente mientras negaba con la cabeza, sus novios eran los mejores aunque fueran unos idiotas. Así que se permitió recargarse en el ahora Black para descansar. Scorpius sonrió y comenzó a acariciar el cabello del castaño.

— Sabes que podría teletransportarme con ustedes, no es necesario que vengas.

— Hacer eso solo llamaría la atención. — frunció el ceño — Nadie puede saber de tus verdaderas habilidades, eres demasiado poderoso. En eso quedamos, Mieczyslaw.

— Ugh. Odio cuando te pones así de serio.

— Porque tengo razón.

Stiles puso los ojos en blanco con fastidio, pero sabía que era la verdad.

— Te odio.

— También te amo, cariño.

Stiles bufó mientras miraba el mapa de los merodeadores, específicamente donde se encontraban sus padres juntos.

— Podrías ir con ellos, sé que quieres abrazarlos como antes.

— No quiero.

— Mieczyslaw.

— Deja de usar mi nombre completo.

Scorpius rio levemente ante el puchero del otro. Podrían ser adultos, pero Stiles seguía siendo tan inocente como cuando eran niños.

— Solo digo la realidad.

Miró el cielo.

— Se acerca la luna llena.

— ¿Tienes miedo por tus padres?

— Va a perder el control, tiene a su pareja y su cachorro, pero eso solo hará que sus instintos estén más alertas que antes. Nada bueno sale de un hombre lobo que tiene a su "manada" cerca.

— Tu eres el experto aquí. — el castaño alzó una ceja — ¿Qué? No creas que Charlie y yo nunca nos fijamos que siempre investigaste acerca de los hombres lobos y los animagos y todo eso. Sabíamos que investigabas por tus padres, también tienes diplomas en eso. Por algo eres maestro en las artes oscuras.

Stiles rio levemente y después besó los labios de su novio. Necesitaba de eso para relajarse, pero como todo lo bueno empieza también tiene que terminar. Se levantó y se alejó del otro.

— Es hora de que regreses. No debes de estar más tiempo aquí, no es bueno. Tienes que regresar, además me imagino que tienes mucho más trabajo que antes.

Scorpuis suspiró y dejó una última caricia en el cabello de su novio.

— Como siempre tienes razón. Desearía tanto quedarme más tiempo y que no tuviéramos que lidiar con todos estos problemas y simplemente ser felices en nuestra pequeña casita con los niños.

Stiles sonrió con tristeza.

— Eso sería bueno.

— Muy bueno. — dejó un beso sobre la frente del castaño y desapareció de la cabaña dejando a un triste pero también feliz Stiles.

Hades se acercó a su mejor amigo y se restregó en sus piernas para después dejar caer su cabeza sobre el regazo del mago.

— Gracias, chico.

Harry entró a la cabaña con una gran sonrisa, detrás de él venían Ron y Draco. Los adolescentes sonrieron con cariño y se aventaron sobre el mayor.

— Venimos a una pijamada y no tienes que preocuparte, le dijimos al tío Snape. — dijo Harry sabiendo que su hermano los necesitaba mucho más que antes.

Stiles negó con la cabeza y se dejó abrazar por sus diablillos favoritos. Esos niños era por lo que no se rendía a pesar de toda la mierda que sucedía a su alrededor.

— ¿Cómo estás, Misha? — le preguntó Harry horas más tarde cuando los hermanos Potter eran los únicos despiertos.

— Estaré bien. ¿Cómo estás tu? Ellos son tus tíos y mi papá es tu padrino.

— Estoy feliz sabiendo que esta bien, pero también tengo miedo de que lo encuentren. Fue peligroso salir de Azcaban.

— En eso estoy de acuerdo contigo.

— ¿Lo vas a sacar de aquí?

— Sí. Creo que estará a salvo con el tío Remus, es un buen lugar aunque no me sorprendería saber que después empieza a trabajar con Scorp. — comentó Stiles mientras acariciaba el cabello de Draco de manera inconsciente.

— Eso es bueno. Mientras no te pongas en peligro no me importa. ¿Qué vamos a hacer con la luna llena?

Stiles rio levemente.

— Te crie demasiado bien, niño. Eres demasiado listo para tu propio bien.

El adolescente sonrió con diversión porque era verdad. Stiles lo crio de manera increíble, el castaño no era su hermano era más como su padre y siempre ha sido su héroe.

— Te vamos a ayudar en lo que necesites.

— Gracias, niño.