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El primer rayo de sol entró por la ventana de la habitación. Aunque el cansancio aún pesaba en su cuerpo, Kael se levantó con rapidez. Su energía parecía renovada, y después de todo lo que había pasado en las últimas 24 horas, sabía que tenía que planear con cuidado los próximos pasos. Stella también estaba despierta, sentada en la cama opuesta, con los ojos un poco más tranquilos que el día anterior.
Kael: "¿Dormiste bien? Espero que el colchón fuera cómodo."
Stella: "Sí, fue mejor de lo que esperaba. Gracias por todo... aunque todavía no entiendo por qué haces esto."
Kael: "Simple. Hacer el bien no cuesta nada, aunque en este caso me costó unas cuantas berries." Sonrió mientras recogía sus cosas.
Ambos bajaron a desayunar a la posada. La dueña, que ya los conocía, los recibió con un desayuno completo: pan fresco, frutas y una pequeña ración de carne asada. Mientras comían, Kael empezó a explicar su plan.
Kael: "Tengo pensado comprar un barco hoy. Uno grande, si es posible. Lo suficiente como para viajar cómodamente y... bueno, para lo que se venga en el futuro."
Stella lo miró con curiosidad.
Stella: "¿Un barco grande? ¿Tienes idea de cuánto puede costar eso? Además, ¿sabes algo sobre navegar?"
Kael se recargó en su silla y sonrió con confianza.
Kael: "¿Navegar? No. Pero confío en mí mismo, y digamos que tengo una especie de... guía espiritual. Además, si quieres quedarte conmigo, podrías ayudarme con las tareas básicas, como mantener el barco limpio o cocinar. No pienso obligarte, claro, pero... dos manos son mejor que una."
Stella se quedó en silencio por un momento, pensativa. Luego, finalmente asintió.
Stella: "Está bien, supongo que no tengo muchas opciones mejores ahora mismo. Pero si vamos a viajar, quiero saber exactamente a dónde planeas ir."
Kael rió entre dientes.
Kael: "Eso es lo divertido, Stella. No tengo idea. Vamos donde nos lleve el viento... y donde haya oportunidades de hacernos ricos, claro."
Después de terminar su desayuno, ambos pidieron indicaciones en la posada para encontrar un lugar donde se vendieran barcos. El posadero les indicó que, en las afueras del puerto, había un viejo astillero dirigido por un anciano que trabajaba en la construcción y venta de barcos. Con un nuevo objetivo en mente, Kael y Stella salieron hacia el astillero.
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Al llegar, encontraron un sitio polvoriento, lleno de madera apilada y herramientas desgastadas. En medio del lugar, un anciano estaba dormitando en una silla, con un sombrero cubriendo su rostro. Kael tosió un par de veces para llamar su atención, pero el hombre no se movió. Después de un rato, Kael se acercó y habló más fuerte.
Kael: "¡Hey, abuelo! Estoy buscando comprar un barco."
El anciano abrió un ojo, visiblemente molesto por haber sido despertado.
Anciano: "¿Un barco, eh? ¿Y cuánto estás dispuesto a pagar, mocoso?"
Kael sacó una bolsa grande de berries y la dejó caer en el suelo frente al anciano. El sonido de las monedas tintineando pareció despertar al viejo por completo.
Kael: "El dinero no es problema. Quiero un barco grande, con una cocina decente y espacio suficiente para viajar cómodamente. Y que sea resistente, claro. No quiero que se desmorone en la primera tormenta."
El anciano lo observó con atención, evaluándolo. Luego, se levantó lentamente y empezó a caminar hacia un cobertizo al fondo del astillero.
Anciano: "Tengo uno que podría interesarte, pero es caro. Fue construido con los mejores materiales que tenía, y me tomó años terminarlo. Nadie en este puerto puede pagarlo, y si no lo vendo en tres días, el maldito Capitán Morgan vendrá a quitármelo. Prefiero vendértelo a ti antes de que ese tirano lo toque."
Kael y Stella siguieron al anciano hasta el cobertizo. Al abrir las puertas, una gran embarcación quedó a la vista. Era impresionante: un barco oscuro, con detalles elegantes en la popa, velas fuertes y espacio suficiente para una pequeña tripulación. Tenía una cocina, una bodega amplia para suministros, y varias habitaciones que podían servir como camarotes.
Kael: "Es perfecto. ¿Cuánto quieres por él?"
El anciano mencionó una cifra alta, pero Kael no dudó. Abrió su inventario y sacó otra bolsa de berries, suficiente para cubrir el precio.
Anciano: "Bien, muchacho. Es todo tuyo. Te enseñaré cómo manejarlo y dónde está cada cosa, pero después de eso, será tu problema."
El anciano pasó las siguientes horas mostrándole a Kael cómo controlar el barco: cómo ajustar las velas, cómo manejar el timón y cómo mantener el equilibrio de la nave. También le mostró la cocina y otras áreas importantes. Stella observaba con atención, memorizando todo lo que podía.
Antes de marcharse, Kael y Stella compraron suministros: agua, comida, herramientas y otras cosas necesarias para un viaje largo. Cuando todo estuvo listo, Kael se paró en la cubierta y miró hacia el horizonte.
Kael: "Es hora de zarpar. Vamos a dejar este lugar antes de que aparezca alguien que nos cause problemas... y tengo un nuevo objetivo en mente."
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Mientras el barco navegaba suavemente por el mar, Stella se acercó a Kael.
Stella: "¿Y ahora? ¿Qué planeas hacer?"
Kael: "Mañana tengo un plan. Hay un pirata llamado Buggy el Payaso. Es un loco peligroso, pero tiene algo que quiero: un tesoro. Y planeo robarle antes de que aparezca una ladrona llamada Nami. Pero eso es mañana. Por ahora, disfrutemos de nuestro nuevo hogar flotante."
Stella no pudo evitar sonreír un poco. Aunque la vida con Kael parecía llena de caos, también parecía llena de oportunidades. Mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, Kael y Stella se prepararon para su próxima aventura.
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"Renacimiento en los Mares". Yo En ONE PIECE
Fanfiction"Renacimiento en los Mares" sigue a Kael, un hombre que renace en el mundo de One Piece después de morir en su vida anterior. Con un nuevo cuerpo y poderes obtenidos mediante un misterioso suero, Kael debe adaptarse a este peligroso y vasto mundo ll...