Capítulo 38

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La mañana se hacia presente en el cuarto dejando entrar la luz por las rendijas de la cortina, el día anterior había sido perfecto para los dos enamorados que aun permanecían en cama, luego de ceremonia de inauguración Christopher y Alexandra decidieron celebrar en privado, esa noche se decidieron muchas cosas importantes, por ejemplo que al día siguiente no irían a trabajar tan temprano.

—¿Por qué tan pensativa princesa?  —pregunto Christopher con una ligera sonrisa.

—No es nada, solamente no se como se tomara Andy las cosas —dijo con un ligero suspiro. —Es igual de orgullosa que yo, y no se si se molestara porque no le dije esto antes.

—Cariño creo que estas sobre pensando demasiado. —comento acariciando su mejilla. —Es imposible que se moleste y además te aseguro que aceptara, es una oferta a la que nadie podría negarse.

—Tienes razón, dirá que si, y si no hallare la forma de convencerla, siempre hago . —respondió riendo por lo ultimo.

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La oficina estaba silenciosa, iluminada solo por la suave luz del que se filtraba a través de las ventanas. Alexandra, sentada detrás de su escritorio, revisaba algunos papeles mientras su mente divagaba en los últimos acontecimientos. Había pasado tanto desde que todo comenzó, y aunque el peso de las responsabilidades siempre había estado sobre sus hombros, hoy sentía que las cosas estaban cambiando.

Andy golpeó suavemente la puerta antes de entrar, como era su costumbre, con una carpeta en mano y su energía habitual.

—Traigo los reportes que pediste. —dijo, dejando los documentos sobre el escritorio—. ¿Algo más que necesites?

Alexandra levantó la mirada y sonrió ligeramente.

—Sí, Andy. De hecho, quiero hablar contigo de algo importante. Siéntate, por favor.

Andy arqueó una ceja, visiblemente curiosa, pero obedeció y tomó asiento frente a ella.

—Me asustas cuando pones ese tono tan serio. ¿Qué pasa? —bromeó Andy, aunque en el fondo notaba que la conversación iba a ser diferente a las demás.

Alexandra suspiró y dejó a un lado los papeles, cruzando las manos sobre el escritorio.

—Andy, quiero hablar de lo que pasó con el fraude, de lo que hemos pasado estos últimos meses. Y, más que eso, quiero hablar de ti y de lo que significas para mí.

Andy parpadeó, un poco descolocada por el tono emocional de Alexandra.

—Eh... de acuerdo. Te escucho.

Alexandra se inclinó ligeramente hacia adelante, su mirada fija en la de Andy.

—Quiero que sepas algo, algo que probablemente no digo lo suficiente. Desde el principio, cuando todo esto era solo una idea en mi cabeza, tú estuviste ahí. Mientras tu seguías siendo una estudiante, y yo estaba tratando de mantener todo a flote, tú me apoyaste como nadie más lo hizo. Siempre estuviste pendiente de mí, preocupándote por cosas que yo ni siquiera sabía que debía preocuparme.

Andy sonrió con suavidad, algo tímida ante las palabras de Alexandra.

—Ale, solo hacía lo que cualquier amiga haría...

—No, Andy. Hiciste mucho más que eso. —la interrumpió Alexandra, su tono firme pero lleno de calidez—. Cuando terminé mi carrera, podrías haber buscado trabajo en empresas más grandes, con más prestigio. Pero no lo hiciste. Me escogiste a mí. Apostaste por mí cuando nadie más lo hizo. Y eso, Andy... eso es algo que jamás olvidaré.

Andy se quedó en silencio, sus ojos brillando ligeramente mientras Alexandra continuaba.

—No eres solo una amiga, ni solo una trabajadora increíble. Eres mi familia. Una de las personas más importantes en mi vida. Siempre he sido de las que creen que pueden hacerlo todo solas, pero contigo aprendí que no está mal confiar en alguien más. No está mal apoyarse en alguien que siempre ha estado ahí.

Destino || Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora