Capítulo 8

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un Descubrimiento desgarrador

Beomgyu llegó al colegio aquella mañana con una mezcla de emociones que no lograba entender del todo. No había dormido ni una hora en toda la noche, su mente había estado dando vueltas sobre el beso con Yeonjun, repitiendo una y otra vez cada momento de esa noche en el parque. El roce suave de los labios de Yeonjun, la sensación de estar cerca de él, esa promesa silenciosa que parecía haberse sellado con ese beso. Aún podía sentir el sabor de los labios de Yeonjun en los suyos, y eso lo hacía sonreír en su interior, aunque también lo confundía profundamente. No sabía qué significaba, no sabía si solo había sido un impulso o si había algo más, pero lo único que tenía claro era que no podía dejar de pensar en él.

Al llegar al colegio, Beomgyu se sintió algo fuera de lugar. Como si estuviera en un sueño del que no quería despertar. Pero en cuanto vio a Taehyun, su mejor amigo, caminando hacia él, algo dentro de él se relajó. Taehyun siempre había sido su apoyo, su refugio en medio de la tormenta. Se acercó a él con una sonrisa forzada, que intentaba ocultar lo que realmente sentía.

—¡Hey, Tae! —saludó Beomgyu, tratando de sonar normal, aunque su voz sonó más temblorosa de lo que le hubiera gustado.

Taehyun lo miró, sin perder su habitual energía.

—¡Beomgyu! ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien? —preguntó, sin notar la sombra de preocupación en el rostro de su amigo.

Beomgyu pensó en decirle la verdad, contarle lo que había sucedido la noche anterior, el beso, todo lo que sentía por Yeonjun. Había decidido que era hora de ser honesto con Taehyun, de contarle que lo que sentía por Yeonjun no era algo pasajero, sino algo real. Sin embargo, antes de que pudiera abrir la boca, Taehyun lo miró de manera diferente, como si estuviera a punto de decir algo importante.

—Escucha, Beomgyu —dijo Taehyun, con un tono más serio—. Antes de que digas algo, tienes que saber algo sobre Yeonjun.

Beomgyu lo miró, algo confundido.

—¿Qué pasa con Yeonjun? —preguntó, su corazón dando un pequeño salto en su pecho.

Taehyun respiró profundamente antes de continuar.

—He notado como te brillan los ojos cuando hablas de él, no me molesta si eres gay, yo mismo soyy bisexual. Sin embargo no te hagas ilusiones. Yeonjun tiene novia. Su novia es Lia, una chica de su grado de el,  ¿sabes? La que siempre está con él, llevan mas de un año de pareja —dijo Taehyun, mirando a Beomgyu con seriedad.

Las palabras de Taehyun golpearon a Beomgyu como un balde de agua fría. Lia. La misma Lia que había tenido el pequeño incidente con él en la cafetería, la chica que parecía tenerlo todo: su vida perfecta, su relación con Yeonjun, todo. Beomgyu no podía creerlo. No quería creerlo. Pero algo dentro de él le decía que Taehyun no mentiría.

—¿Qué? —Beomgyu apenas pudo articular la palabra, su mente comenzando a procesar la información.

—Sí, lo siento, Beomgyu. Pero creo que es mejor que lo olvides. No vale la pena ilusionarse con alguien que ya está comprometido. Te lo digo como amigo, solo para que no te hagas más daño —dijo Taehyun, poniendo una mano sobre el hombro de Beomgyu con un gesto de consuelo.

Beomgyu asintió lentamente, sintiendo como si todo su mundo hubiera dado un giro inesperado. Había pasado toda la noche pensando en Yeonjun, en el beso, en lo que podría significar. Pero ahora, esa ilusión se desmoronaba ante él. No sabía qué hacer con esa nueva información, cómo procesarla. Solo sabía que algo en su interior se rompía.

El resto del día pasó como un borrón para Beomgyu. Las clases parecían no tener sentido, las conversaciones de los demás se desvanecían en un murmullo lejano. Su mente estaba atrapada en lo que Taehyun le había dicho. No podía dejar de pensar en Yeonjun y en Lia. La imagen de ellos juntos lo martillaba en cada momento de silencio.

Después de la escuela, Beomgyu decidió dar una vuelta por la zona. Necesitaba despejarse, aclarar sus pensamientos. Caminó sin rumbo, sus pasos guiados por una sensación de desesperación que no podía comprender del todo. Pero lo que encontró lo golpeó más fuerte de lo que esperaba.

Al pasar por una calle secundaria, vio algo que no quería ver. Allí, frente a una cafetería, estaban Yeonjun y Lia. Se estaban besando, sin ninguna vergüenza, como si nada importara. Beomgyu se detuvo en seco, el corazón le dio un vuelco. No podía creerlo. No podía ser real. ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué le había dado falsas esperanzas? ¿Por qué le había dado ese beso si ya tenía a Lia?

Sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. No podía moverse, no podía reaccionar. Se quedó allí, observando a Yeonjun y Lia, viendo cómo sus labios se encontraban en un gesto de cariño que Beomgyu ya había experimentado, pero que ahora se sentía como una traición.

Después de unos segundos que parecieron una eternidad, Beomgyu se giró rápidamente y se alejó de allí, su corazón latiendo con fuerza, como si estuviera tratando de escapar de algo que no podía entender. Su mente estaba en caos. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Qué podía hacer con todo lo que había descubierto?

Esa noche, Beomgyu decidió que debía enfrentarse a Yeonjun. No podía seguir con esa incertidumbre, no podía seguir dejándose llevar por sus emociones sin respuestas. Tenía que hablar con él, confrontarlo, exigirle una explicación.

A las 10 de la noche, Beomgyu le envió un mensaje a Yeonjun.

—Necesito hablar contigo. En el parque. Ahora.

Yeonjun respondió casi al instante.

—¿Qué pasa, Beomgyu? ¿Estás bien?

—Solo quiero hablar. Nos vemos en el parque. No quiero esperar más —respondió Beomgyu, apretando el teléfono con fuerza.

Cuando llegó al parque, allí estaba Yeonjun, esperándolo. El mismo Yeonjun que había besado sus labios, el mismo Yeonjun que le había dado falsas esperanzas. Beomgyu lo miró fijamente, sin poder disimular la rabia y la confusión que sentía.

—¿Por qué? —preguntó Beomgyu, su voz temblorosa pero firme—. ¿Por qué me besaste si ya tenías a Lia?

Yeonjun lo miró, sus ojos reflejando sorpresa y una ligera culpa.

—Beomgyu... yo... no quería que esto fuera así. No sabía qué sentías, y no quería lastimarte. Pero Lia... no la puedo dejar.  Yo... no sé qué decirte.

Beomgyu lo miró, el dolor en su pecho intensificándose.

—¿Y yo? ¿Qué soy para ti, Yeonjun? ¿Un juego? ¿Una distracción? —preguntó, la frustración saliendo de su boca como una ráfaga de viento.

Yeonjun suspiró, dando un paso hacia él.

—No es eso. Nunca fue eso. Pero no puedo negarlo. Tengo una relación con Lia, y eso es algo que no puedo cambiar. Lo siento mucho, Beomgyu. Pensé que lo sabías

Beomgyu lo miró por un largo momento, su mente girando a mil por hora. Sentía que el mundo se le caía encima, pero al mismo tiempo, sabía que necesitaba escuchar la verdad, aunque doliera. Pero la molestia fue más grande

—¿Qué yo sabía? acaso crees que soy el tipo de chico que le gusta romper relaciones o meterse en donde no debe. Entonces, esto se acaba aquí. No quiero ser un obstaculo en tu relación, no creí que fueras tan desgraciado, no quiero seguir sintiendo lo que siento por alguien que ya tiene a otra persona y es tan basura como para engañarla —dijo Beomgyu, su voz llena de dolor y determinación.

Yeonjun lo miró con tristeza, pero no dijo nada más. Beomgyu se dio la vuelta, caminando hacia la salida del parque, s.intiendo como si hubiera perdido algo importante, algo que nunca volvería a encontrar. Y aunque la herida era profunda, sabía que había tomado la decisión correcta. Ya no podía seguir esperando algo que no iba a suceder.

Con el corazón roto, Beomgyu se alejó de Yeonjun, de su amor no correspondido, de la ilusión que había construido. Y aunque no sabía qué deparaba el futuro, sabía que tenía que seguir adelante, aunque el camino estuviera lleno de dolor

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A pesar de todo | YEONGYUWhere stories live. Discover now