La batalla estaba generando un problema tras otro, cuando los niños de la academia tuvieron que unirse a la batalla supieron que estaban perdidos. Urashiki Ōtsutsuki hacía de las suyas, destruyendo todo lo que estaba a su paso, tenía un objetivo y ese era hacerles entender que su mundo solo había sido una desgracia, que nada de lo que vivían debió haber pasado, que habían perdido más de lo que suponían habían ganado tras la guerra ninja.
Boruto Uzumaki y Sarada Uchiha, ambos se habían unido a ayudar a sus padres, si había algo que no soportaban era tener que quedarse sentados esperando a que todo se solucionará. Naruto se negaba a arriesgar la vida de una de las personas más importantes en su vida, se negaba a dejar ir lo que más amaba y sabía que en cuanto pusieron un pie dentro del campo de batalla estaban poniendo en riesgo sus vidas.
El hombre frente a ellos estalló en estridentes carcajadas cuando vio como ambos adolescentes se posicionaban para dar todo de si, sabía que aunque dieran su cien por ciento, solo eran niños, no estaban bien entrenados, podía asesinarlos sin siquiera moverse pero eso no era a lo que venía y tenía bastante claro cuál sería su siguiente movimiento.
En un momento una gran luz inundó el lugar, llevándose con ella a ambos jóvenes, cuando la luz desapareció el lugar se hundió en un silencio sepulcral, el Hokage empezó a mirar hacia todos lados al igual que sus compañeros Sakura y Sasuke, sus ojos fueron suficientes para demostrar lo desesperado que se encontraba al no poder ubicar a su hijo, por último miro hacia donde debía encontrarse el hombre con el que luchaban, ahí estaba, viéndolos mientras sonreía victoriosamente. Había ganado.
— ¡Donde esta mi hija!
Se escuchó dentro de todo a la mujer de hebras rosadas, la rabia se expandió dentro de la chica, adónde se los había llevado, que había hecho con ellos, ¡Porque no los mataba a ellos ahí mismo y los devolvía!, eran niños, solo eran niños que intentaban salvar lo que consideraban su hogar.
— Los he llevado de viaje a un lugar donde ellos no existen, donde entenderán que su llegada a este mundo solo fue una desgracia — volvió a reír a carcajadas, mientras observaba desde su lugar las expresiones aflijidas de los Ninjas — Los lleve a un lugar donde comprenderán que jamás debieron nacer — la mujer dio un pisotón haciendo temblar el suelo, pero antes de que pudieran hacer algo, el hombre ya había desaparecido.
De que hablaba, ellos no eran ningún tipo de desgracia, el mayor de los Uzumaki era la luz que iluminaba las mañanas de Naruto, que por mucho que no lo quisiera, el lo amaba. La única hija de los Uchiha, heredera de su clan, estaba perdida y su madre, destruida.
Sakura lloraba desconsolada, mientras la de cabellos morados la abrazaba con fuerza llorando junto a ella, durante la mañana vieron a sus hijos salir de la casa con grandes sonrisas, esperanzados de convertir sus sueños en una realidad, ahora estaban en algún lugar, seguramente asustados.
Naruto golpeó el suelo con fuerza, ¿Porque no acaba?, porque era tan difícil que ese maldito infierno se terminará, que la paz fuera lo único que golpeará al mundo, desde que tenía conciencia había luchado por todos, para que todos a su alrededor pudiesen estar tranquilos, para que sucesos como las guerras no se dieran nunca más.
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Entre Dimesiones|NaruSasu/Sakuhina
Fanfiction- ¿Nuestros padres realmente pudieron ser felices? Un viaje a una realidad alterna será suficiente para darle una nueva perspectiva a Boruto y Sarada. Al darse cuenta de que a veces la sociedad nos presiona tanto que nos vuelve infelices, su vida da...