🐍V.

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Harry agarró la muñeca de Blaise y tiró del hombre hacia adentro, cerrando rápidamente la puerta. -¿Quién te dijo esto? ¿Severus? ¿Reggie? Si esto se sabe, si el ministerio se entera de que tengo...

-Tranquilo, querido Harry -dijo Blaise con esa clase de sonrisa petulante que hacía que Harry pensara en cometer un asesinato-. Solo escuché que estabas buscando un basilisco en la India y, conociéndote, saqué algunas conclusiones lógicas. -Blaise se inclinó y le dio un rápido beso en los labios-. Y tú, mi dulce niño de Gryffindor, acabas de confirmar todo lo que necesitaba saber.

Harry se quedó mirando con incredulidad. Probablemente debería estar sorprendido, pero había estado con los Slytherins en general y con Blaise en particular el tiempo suficiente como para saber lo astutos que podían ser. Suspiró, sacudió la cabeza y regresó al sofá. Se dejó caer en él, echó la cabeza hacia atrás y miró fijamente al techo.

-Parece que tienes todos los problemas del mundo sobre tus hombros. -Blaise se movió por la sala de estar de Harry hacia el mueble bar con la familiaridad de alguien que ha pasado mucho tiempo allí buscando calcetines y calzoncillos perdidos en la oscuridad a las tres de la mañana. Tomó dos vasos del mueble bar y los llenó con una generosa porción de whisky de fuego.

-Por el amor de Dios, Blaise, ni siquiera es mediodía todavía -se quejó Harry, pero aceptó la bebida y tomó un trago fortificante.

Blaise se dejó caer en el sofá junto a él y se acomodó cuidadosamente la túnica de seda de acromántula mientras cruzaba una pierna sobre la otra. A Blaise le gustaba presentarse como un mago ocioso, pero Harry sabía que era un ávido inversor tanto en negocios mágicos como muggles, y eso lo mantenía muy ocupado. También lo mantenía muy rico.

Blaise señaló la maleta, que estaba en el suelo frente a la chimenea, con un giro del pie. -Sabía que cuando empecé a relacionarme con los Gryffindors viviría peligrosamente -levantó su copa hacia Harry-. Pero, al contrario de ti, necesito que mi coraje sea líquido cuando estoy en la misma habitación que un basilisco.

Harry suspiró y tomó otro sorbo. "No es un basilisco. Es un mago que quedó atrapado en la forma de basilisco después de un ritual fallido".

Blaise levantó una ceja, pero apenas, como si estuviera sólo un poquito impresionado.

"Y yo iba a ayudarlo a regresar, pero ahora descubrí que antes no era un tipo muy agradable y no estoy seguro de si merece volver a ser humano".

-Hm -Blaise miró a Harry mientras hacía girar el whisky en su vaso-. ¿Cuánto tiempo lleva atrapado?

"Sesenta años."

"En sesenta años pueden cambiar muchas cosas, sobre todo las personas", dijo Blaise con una sonrisa cómplice. "Esto me recuerda a otra persona que cambió bastante, aunque necesitó mucho menos tiempo que sesenta años".

-¿Draco?- adivinó Harry.

-No -Blaise frunció el ceño-. Bueno, sí, pero no me refería a él. Estaba hablando de ti. -Y para dejarlo claro, Blaise le dio un golpecito en el pecho con un dedo.

"¿Yo?" preguntó Harry ofendido.

-Harry, querido, fuiste un pequeño imbécil moralista durante la mayor parte de tu carrera en Hogwarts. Hablabas pársel y, sin embargo, despreciabas todo y a todos los de Slytherin, simplemente por lo que un trozo de tela encantado decía sobre nosotros cuando teníamos once años. Y no empezaste a cambiar hasta nuestro sexto año.

Harry tragó saliva, los recuerdos lo invadieron. -Ese verano, después de mis TIMOS, les dije a mis padres que quería ser zoólogo. Siempre habían asumido, aunque nunca me lo preguntaron, que me convertiría en auror. Tuvimos una gran pelea y me di cuenta de que había estado tratando de ser alguien que no soy, así que cambié.

🐍La serpiente que nos devora 🐍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora