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Este cap no es canon :V

Feliz navidad :D (se suponía que esto tenía que salir en navidad pero probablemente salga para año nuevo 💀) capitulo especial :D
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Soledad

El silencio de la madrugada envolvía la casa como una manta pesada, fría y asfixiante. Aquino abrió los ojos lentamente, sintiendo el vacío que lo rodeaba como un peso físico. Se incorporó en la cama matrimonial, que se sentía demasiado grande, demasiado vacía. El único sonido que lo acompañaba era el constante eco de su propia respiración y los latidos rítmicos de su corazón.

Buscó su celular entre las sábanas desordenadas. La pantalla iluminó tenuemente su rostro.

2:00 a.m.
31 de diciembre.

Los números brillaron ante sus ojos, marcando el final de otro año que parecía haberse escapado de sus manos. Los recuerdos del último mes lo golpearon como una ola. Los mensajes de condolencias seguían acumulándose en su bandeja de entrada, una cascada interminable de palabras vacías que él simplemente ignoraba, dejando cada mensaje en visto.

Su madre se había ido. La única presencia constante en su vida, el único lazo familiar que le quedaba. Ahora todo lo que lo rodeaba eran recuerdos, el eco de una risa que ya no estaba y un silencio que se hacía insoportable.

Sin familia cercana que lo apoyara, Aquino se sentía como un náufrago en medio de un mar oscuro. Su prima, su último rayo de esperanza, estaba en Estados Unidos con su familia, ocupados con una vida que parecía perfecta y muy lejos de los escombros de la suya.

Las personas a su alrededor lo miraban con lástima. Para ellos, Aquino no era más que una figura triste, un perro abandonado al borde de un camino que nadie se detenía a ayudar. La compasión no se traducía en acción.

Conservaba sus múltiples trabajos, pero cada día era más difícil levantarse, más difícil encontrar la fuerza para cumplir con las obligaciones que parecían no tener sentido. El único alivio, aunque fuera mínimo, eran sus transmisiones en Facebook y su canal de YouTube. Era un escape, una forma de desconectarse de la realidad, y el dinero que ganaba era un pequeño consuelo en medio del caos.

Sin embargo, incluso eso comenzaba a desgastarlo. Había días en los que encender la cámara era una tarea titánica, y las sonrisas que mostraba a sus seguidores eran un esfuerzo que lo dejaba más vacío que antes.

Finalmente, Aquino dejó escapar un suspiro profundo, cansado y lleno de frustración. Se levantó de la cama, moviéndose lentamente como si cada paso pesara toneladas. La habitación estaba sumida en la penumbra, las luces apagadas y las sombras envolviendo todo a su alrededor.

Se detuvo un momento, observando la cama matrimonial que antes había compartido con su madre. Ahora era solo suya, pero se sentía como un monumento al vacío, un recordatorio de todo lo que había perdido.

Aquino caminó hacia la ventana y miró el exterior. La ciudad estaba silenciosa, casi muerta, como si reflejara su propio estado interior. La tenue luz de las farolas iluminaba las calles desiertas, y el aire frío de diciembre parecía colarse incluso dentro de la casa.

—Un año más... —murmuró para sí mismo, su voz apenas un susurro que se perdió en el eco de la habitación vacía.

Aquino se dirigió a la cocina, moviéndose con lentitud y pesadez. Sus ojos apenas podían mantenerse abiertos, pero el hambre lo obligaba a hacer algo. Sacó una sartén y vertió un poco de aceite, encendiendo el fuego.

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El sonido del aceite chisporroteando llenó el silencio de la casa. Era lo único que lo mantenía despierto en ese momento, el leve zumbido del calor rompiendo la quietud abrumadora. Sin embargo, sus movimientos eran mecánicos, como si cada acción fuera un esfuerzo monumental.

De repente, su celular empezó a sonar.

Ring. Ring. Ring.

El molesto tono de llamada retumbó en la cocina. Aquino, sin ganas de lidiar con nada, ignoró el teléfono al principio, pero este seguía insistiendo. A regañadientes, hizo un esfuerzo por alcanzarlo.

El nombre que apareció en la pantalla lo sorprendió: Duxo.

Su mejor amigo.

"¿A esta hora? ¿A las 3 de la mañana?" pensó Aquino. Sin mucho ánimo, rechazó la llamada. Sin embargo, solo unos segundos después, volvió a sonar.

Aquino suspiró y lo rechazó de nuevo. Pero Duxo no se daba por vencido, insistiendo con una nueva llamada tras otra.

Finalmente, Aquino notó los mensajes que llegaban por WhatsApp:

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Duxo: Aquino, por favor, responde. Quiero hablar contigo.
Duxo: Sé que estás viendo esto, por favor.

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Aquino se quedó mirando la pantalla por un momento. Sus dedos dudaron, pero al final decidió responder.

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Aquino: ¿Qué quieres, Duxo?

Duxo: Solo quería hablar contigo.

Aquino: No deberías estar despierto a esta hora.

Duxo: Tú tampoco.

Aquino: Yo ya no tengo salud de la cual preocuparme.

Duxo: Yo... Quería decirte algunas palabras de apoyo.

Aquino: No quiero escucharlo, Duxo.

Duxo: Probablemente este fue un año difícil para ti, Aquino, y quería decirte que eres mi mejor amigo.

Aquino: .....

Duxo: Tuvimos buenos momentos... c-como cuando hicimos ese viaje junto con los chicos. También vi que a tu canal le está yendo bien, y me alegra que puedas seguir editando y subiendo videos.

Aquino: Ni tengo otra opción.

Duxo: Sí, sí la tienes. Todos la tienen.

Aquino: ¿Qué puedo hacer?

Duxo: Tienes amigos, Aquino. E-estoy seguro de que mis padres te pueden ayudar. E-ellos eran muy amigos de tus padres, y puedo intentar convencerlos.

Aquino: No quiero vivir por la pena de otros, Duxo.

Duxo: No tienes que. Solo puedes pedir ayuda monetaria o un impulso para terminar t-tus estudios.

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⏰ Laatst bijgewerkt: ene. 02 ⏰

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-Por qué te amo?-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora