INNER... .

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Una noche estrellada es algo hermoso... Único, si se podría decir, y no podría haber mejor manera de disfrutar de una si no con un poco de vino en la terraza del edificio.

- Bizcocho... - Digo en tono suave y calmado (Fuera de lo usual).

- ¡Wuf! - Respondió al instante.

- Cuashndo seeeeeeeeas ghrande... Me casharé conshigooo.

Bizcocho se quedó mirándome con cara feliz, creo... No le di importancia y seguí mirando los dragones que estaban volando de forma estúpida en el cielo... Unos enormes dragones blancos que de ves en cuando me daban una mirada coqueta.

En medio de mi hermosa vista, vi como un dragón aún mas grande se acerca y empieza a tirar fuego a los otros...

Trataron de huir, pero el dragón volvió a escupirles fuego morado y los dragones blancos no tuvieron mas opción que volar lejos... Fuera de la vista, dejándome con la vista de la Noche Estrellada de Van Gogh... Era tan similar me decidí darme un trago profundo de mi botella de vino, luego dejé la botella al lado de las otras cinco que me bebí antes para no quedarme dormido.

Mientras miraba alrededor, el castillo en el que estaba ahora se encuentra siendo atacado por gnomos de jardín, me entró un miedo terrible y corrí hacia las puertas del cielo, estaban abiertas de par en par, incluso veía a Dios a través de ellas...

Cuando al fin pasé por las puertas, recordé que había un lagarto que tenía como mascota, así que me devolví, lo cargué y bajé las escaleras de la torre prisión con prisa.

Había una gran roca en medio de la cascada así que tuve que tirar el pie, pero no sentí suelo debajo de mi, solo sentí como caía por el barranco hasta finalmente llegar al final de la mazmorra... A este punto ya no podía aguantar el veneno que me dio el príncipe para quedarse con mi reino, así que vom-

- Gbueeeehhh.- Sentí como mi alma era purificada por el río de arcoiris que salia de mi boca.

- GRRRRR - Escuché un gruñido del mini-cerbero que tenía entre mis manos

Luego todo se volvió negro... Creo que bebi de más... Solo un poquito.

[ *** ]

Unos lamidos suaves me despertaron de mi sueño, abrí los ojos para encontrarme con un bizcocho de vainilla con manchas de chocolate sobre mi pecho.

- Coshita - Dije con vos tierna mientras lo acariciaba con entusiasmo.

Me levanto de la cama de un salto y el monstruo de mi cuarto me sigue, pensó que podía treparme pero olvidó que no era rival para mi.

- ¡Venga, Bestia! - Me preparo con brazos abiertos, posición de cangrejo, estaba listo para enfrentarme a este pequeño animal con inteligencia de equipo en serie 5.

Giro rápidamente, esquivando al pequeño bizcocho, aunque no se rinde, hace una maniobra espectacular para saltarme encima.

- Mierd~ - Me interrumpe el suelo, no podía creer que por primera vez en un año... Después de tanto tiempo... Mi pequeño y joven monstruo de hogar me halla derrotado en mi propio juego.

No pude contener la risa y me senté en el suelo riéndome a carcajadas, pareciese que a los bizcochos les gusta ver a la gente reír, porque empezó a girar y saltar como loco. Pero incluso los momentos mas felices algún día llegan a su fin, así como todo lo que sucede debajo del sol.

Me levanto del suelo aún acariciándolo... Su pelo ha crecido un montón desde la ultima vez que lo corté, pero así estaba bien. Miré alrededor de mi habitación una última vez, tenía un tamaño decente, la cama estaba normalmente acoplada en una esquina, acompañada por una mesa de noche negra, las paredes blancas dando un toque elegante al entorno, justo enfrente de la cama, al menos a metro y medio, se encuentran unas puertas de espejo corredizas, las cuales cubren un lindo y organizado guardarropas de madera fina color marrón claro, que llega del techo al suelo de manera simple, un pequeño pasillo empieza poco después de las puertas corredizas, el cual guía hasta la puerta del baño.

Deslicé suavemente mis pies por la alfombra negra que se extiende por todo el cuarto, así girándome para ver en la otra esquina del cuarto un escritorio negro con un monitor encima, debajo un CPU de alta calidad y el teclado colocado elegantemente enfrente del monitor, el cómodo asiento negro resaltando la elegancia de mi cuarto. Finalmente, miré la estrella que se encontraba en el techo, justo en el centro del cuarto, que en realidad era una lámpara potente, controlada por un control remoto en la pared... A pesar de que veo esto a diario, cada día es un deleite pasar mi vista por la habitación.

- ¡Wuf! - Un ladrido de un bizcocho me sacó de mi trance, así que me olvidé de lo hermosa que era la vista y corrí hacia la sala, como ya era costumbre... Pero miro hacia abajo y me doy cuenta de que tengo las pijamas puestas aún.

[ CORTES COMERCIALES X2 ]

Una vez más, y ahora con mi elegante traje negro puesto, corrí hacia la sala, sentándome en la silla justo enfrente de la meseta, tiré mis brazos y tomé mi Sándwich pre-preparado... me lo comí en pocos bocados y salí de mi humilde morada pitando.

Me doy la vuelta y entro a mi humilde morada nuevamente.

- Bizcocho, podrías avisarme cuando dejo las puertas abiertas, ¿sabes? - El pobre bizcocho en este punto solo puede quedarse perplejo mirándome.

Tomo las llaves del departamento, salgo, cierro las puertas, respiro hondo y, finalmente me dirijo al ascensor. Al llegar al parqueo subterráneo, presiono un botón de las llaves de mi auto, momentos después viéndose una luz amarilla no muy lejana.

Me acerco con elegancia y mi porte serio, porque si... Fuera de mi casa no soy el mismo y nunca lo seré. Subo a mi auto y me relajo cuando escucho el "Sutututu" Seguido del "Frruummm" del motor... I Love it.

El viaje fue muy lindo pero ahora estoy aquí, en la puerta de la Sala P7, la empujo sin mucho animo, listo para otro día terrible en una terrible empresa...

Sin embargo, al pasar la puerta mi mirada se desvía a las dos vagas figuras sin experiencia laboral que se encontraban navegando en sus dispositivos electrónicos, totalmente ignorantes de que su guapísimo superior había entrado a la sala.

- Oye - Digo tranquilamente hacia las vagas.

- ¿Que pasa? - Responde la rizada.

- ¿Puedo tomar asiento? - Pregunto con un tono serio, mi mirada desviándose brevemente hacia la castaña (Cuanto desearía tener un bizcocho por aquí).

- Pues... ¿Claro? - Responde la rizada, sentí como su mirada me destruía los ojos y los volvía a edificar en un pequeño análisis.

Agarré una silla al azar y me senté enfrente de ambas, crucé los brazos como demostración de autoridad.

- Me presento, mi nombre es Ethan, aunque creo que ya lo saben - miro a la castaña - señorita que NO se llama Ethan.

La castaña baja la mirada con nerviosismo, claramente ruborizándose y jugando con sus dedos, no pude evitar sacar una pequeña sonrisa macabra mientras respiraba hondo.

- Pueden presentarse, claro - Digo luego de esperar unos segundos.

- ¡Mi nombre es María! Mi compañera Violet y yo somos estudiantes de ultimo año en la sección de diseño gráfico en la universidad publica de Toronto.

Esta vez, mi oreja se movió ligeramente al escuchar dicho nombre.

- ¿Violet?

- S-Si... - Dijo un poco nerviosa.

No le di demasiada importancia a pesar de que el nombre me parecía muy familiar... DEMASIADO Familiar.

- ¿Cuales son sus objetivos en esta empresa?

- Pues...








FIN DEL CAPITULO!!

MUCHAS GRACIAS POR QUEDARSE HASTA ESTA PARTE DE LA HISTORIA, ESPERO QUE ESTEN DISFRUTANDO LEERLA A SI COMO YO DISFRUTO ESCRIBIRLA!!!


Perdonenme por tardar en actualizar , no tenia muchas ideas...

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2024 ⏰

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