VIII. Algo de que hablar

63 5 12
                                    

Stan despertó en un charco de sudor y desesperadamente corrió al baño a calmarse, remojando su cara en el agua fría que salía del grifo.

Apenas pudo dormir, empezó a soñar, como de costumbre, pero, ahora había soñado con algo que parecía demasiado real.

Recuerda que estaba en algún salón con Kyle, Cartman y Kenny. Al parecer el Stan de ese sueño se divertía junto a los otros 3 chicos, intercambiando carcajadas en el fondo del salón mientras el profesor anotaba algo en la pizarra. Todo era normal, aparentemente.

Después de unos minutos, Kyle convirtió sus carcajadas en silencio. Stan recuerda que en el sueño le pregunto que qué le pasaba, dándole una palmada amigable en el hombro a su mejor amigo.

Lo que lo recibió fue un manotazo de parte del pelirrojo. Stan presintió que algo estaba mal, y a pesar de lo que acababa de ocurrir le volvió a preguntar al Kyle del sueño que si estaba bien.

Lo único que recuerda después de eso fueron los gritos de Kyle. Repitiendo lo mismo; Me tienes hasta los cojones, Stan. Stan no entendía que estaba en un sueño, alarmado volteó a ver a los otros chicos, pero para su sorpresa ellos ya no estaban.

Stan intento 'calmar' al Kyle del sueño, diciéndole que no gritara tanto en el aula, pero Kyle seguía alterado.

El corazón de Stan se aceleraba, sentía miedo, el miedo de perder a su super mejor amigo, o quién se suponía que era. Recuerda que todo se volvió borroso, empezó a escuchar más y más las frases de Kyle, todo se oscureció. Y fue entonces que abrió los ojos, transpirando y tratando de calmarse.

Hace mucho no soñaba algo así. La primera vez que lo hizo fue cuando él y Kyle se pelearon en su cumpleaños y vio como Kyle estaba más que bien, sin él. Después de eso, empezó a soñar situaciones así y siempre quien lo alejaba, era Kyle.

De manera curiosa, nunca soñó algo así con los otros dos chicos, y el hecho de que solo soñara esos escenarios con Kyle, le hacían sentir más miedo.

Intentaba acercarse más a su mejor amigo en la escuela, pero de una u otra forma terminaba más lejos.

Stan se quedó por unos minutos observando la imagen en su espejo; observó su cabellera despeinada, sus ojos cristalinos y su cara cansada.

Cuando pareció volver en si, regreso a su habitación. Miro el reloj de su mesita, eran las 4 de la mañana, no había dormido casi nada.

Se recostó en su cama, mirando hacia el techo aun recordando con detalle lo que paso en el sueño. No quería que eso pasara con el Kyle de verdad, no quería perderlo.

Kyle y él eran inseparables de pequeños, crecieron juntos y hacían todo juntos, pero conforme iban creciendo, al parecer el que seguía aferrado al otro era Stan.

Kyle había madurado bastante y había intentado alejarse de Cartman, juntándose con gente nueva, saliendo con sus compañeros del equipo de basquetbol, había crecido como persona y era un poco más sociable.

Por su lado, Stan, él simplemente se quedó en lo mismo. No avanzo, pero tampoco retrocedió, le tenía miedo al cambio y estaba bien así. Seguía hablando con la misma gente de siempre, seguía siendo el mismo por fuera, pero por dentro, lentamente se cansaba más, lentamente moría un poco más.

Kyle un día, intento que Stan se llevara con uno de sus amigos, ni siquiera recuerda el nombre de aquel idiota.

Dio lo mejor de sí para salir de su zona de confort, por primera vez intento hacer un cambio; temeroso y nervioso, pero fingiendo un desinterés por fuera.

Los 3 chicos salieron un día, y solamente recuerda que el idiota quería acaparar toda la atención de Kyle, haciendo a Stan de menos, y al parecer Kyle no se había percatado de eso.

Mi Espera eres Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora