Capítulo 21. La soledad
<<And ain't it funny how you said you were friends?
Now it sure as hell don't look like it
You betrayed me>>Traitor - Olivia Rodrigo
Augusto Leontaris
Me encuentro tirado en mi cama hace tres horas, con una pierna vendada que descansa sobre una almohada. No se que me resulta más incómodo: la posición o el hecho de que empiezo a encontrar esto divertido.
Ben se ofreció a traerme a casa, —bueno decir "se ofreció suena generoso" —más bien lo obligué a que me trajera. Me ayudó a subir las escaleras y me dejó ahí tirado, no hubo de su parte un: ¿necesitas algo más?, simplemente desapareció.
Desde que se fue, no hice ni el intento de levantarme para ir a buscar un vaso de agua. Así que he optado por quedarme aquí, en este estado de abandono.
Como si eso fuera poco estaba tan aburrido que me acordé la charla que tuve con Zaira la noche del bar, le dije que le iba hacer una lista con nombres originales para su perrita.
Por supuesto nunca lo hice, hasta ahora.
Soy un hombre de palabras.
Abro un documento en blanco para anotar las ideas, luego empiezo a buscar nombres originales, claramente no me iba a poner a pensar en nombres así que me ayudo con internet. No recuerdo qué raza era así que busco: "Nombre para perras de niñas consentidas". No encuentro ninguno que me guste o me llame la atención así que pongo a que mi cerebro funcione.
Se me ocurren bastantes ideas y muy buenas, me río en silencio por lo original que soy.
Empiezo a decorar la hoja en blanco, elijo una tipografía de letra que me guste. Escribo todo lo que se me viene a la mente, y no podía faltar uno de mis favoritos: "Zaira Mini", — ¡muy original ¿verdad? — Luego, se me ocurre poner uno que se que hará que se ponga roja al leerlo.
Este tiene que ir si o si en la lista, es mi favorito. Así que lo marco como mi ganador, al lado del nombre le pongo una carita para que lo sepa.
Mientras voy terminando la lista, no puedo evitar recordar mi pasado. Me veo a mi mismo sentado, escribiendo miles de cartas, numerándolas para que cada día supiera que nunca dejaría de amarla. Intentó apartar esos pensamientos pero no
logro hacerlo.Me cabreo por traer el pasado de nuevo así que termino rápido la lista y la guardo. Me siento un imbécil por recordar todo eso y por volver a sentirme mal. Ese vacío vuelve a mi cuerpo y me deja completamente destrozado. No sé si algún día lo superaré completo. Ya sé que dije que eso quedó atrás, que ese era el Augusto del pasado, pero nunca estuve seguro si realmente lo superé del todo.
<<Nunca pensé que ella, la que un día me dijo que era el "amor de su vida", me decepcionara>>
Siempre me dijeron que te decepciona quien pensabas que no lo haría y nunca lo creí hasta que me tocó vivirlo.
*****
Después de estar unos minutos en silencio, me quedo pensando si debería escribirle o si quedaré como un tonto. ¿Qué puedo perder? Dignidad ya no tengo, quizás solo pierda mi rodilla. Además, nadie me puede detener. Agarro el celular, busco el usuario de Zaira y listo, fácil y sencillo.
Le mandé un solo mensaje para perecer misterioso, tampoco quiero mostrar mucho interés.
No pasaron ni dos minutos que ya me contesto que buen servicio.
Desde arriba veo que me pone un: Hola... y algo más, la ansiedad es inevitable quiero contestarle ya, pero a la vez no porque seré un desesperado.
Que mierda voy a entrar.
¡QUEEEE! ¿ACABA DE DECIRME RENGO?Ya van 5 minutos que la conversación es fluida y ninguno sale del chat, todavía no le he mandado la lista, no estoy del todo seguro si hacerlo o no. No sé si se acordará de la charla que tuvimos esa noche en el bar probablemente no. Llevaba tanto alcohol por encima que dudo que lo recuerde.
Por otro lado, le mando algo que sé que le pondrá nerviosa, y también sé que estará como un tomatito. Eso me saca una sonrisa. Ahora mismo quiero verla toda roja y burlarme en su cara — con cariño claramente — Dejo unos segundos sin contestar, respirando lentamente y me armo valor para enviárselo.
Listo lo hice.
Mis nervios van aumentando cada vez y todavía no entro al chat.
Visto hace un minuto, eres estupendo Augusto te felicito por ser el rey de...
ME CONTESTOOO, JODER QUE SEGUNDOS HORRIBLES PASE.
Parece realmente emocionada no esperaba que le mandara esa lista. Nadie sabe que hago estas cosas y menos que me tomo el tiempo de hacer que algo tan simple sea algo tan lindo.
No voy a mentir que si tuve mis dudas antes de mandarle no sabía o mejor dicho no se si les contara a sus amigas que le mande eso.
Pero algo en mi, muy en el fondo me dice que no dirá nada y se lo guardará como si fuera un secreto entre "nosotros".
Seguimos en el chat y me está diciendo cuáles nombres son los descartes. Me rompió el corazón cuando "Tomatito" no fue una opción. Sigue con "Zaira Mini" , creo que no le causó gracia porque lo tacha de la lista — aclaró que no quise decirle que es un animal — Después de tantos descartes, por fin tenemos el nombre ganador. Me siento orgulloso de mi trabajo.
Ahora su perra lleva un nombre elegido por mi, voy a torturarla el resto de su vida con eso, por haberme llamado rengo.
Ya casi es de madrugada y me siento muy cansado, la rodilla sigue doliéndome, me tome una pastilla que me recetó el médico especial de mi papá pero no hizo efecto. Siempre dije que ese médico no sirve para nada, solo quiere sacarnos dinero así que si muero hoy espero que papá le haga un juicio y le quite todo hasta su casa de vacaciones que tiene en Ibiza.El sueño me está venciendo, no puedo mantener mis ojos abiertos, y Zaira sigue sin contestar. Dejo el celu sobre mi pecho esperando escuchar el sonido de su mensaje. Al cabo de unos segundos, me giro y me quedo dormido.
Me despierto de golpe con un dolor fuerte. El celular estaba en mi mano, no sé en qué momento me quedé dormido, ni que estaba haciendo antes de que el sueño me venciera. De lo que sí estoy seguro es que el dolor me está matando.
Agarro el celular para ver la hora y en la pantalla marcaban las 3 a.m y también una notificación de Zaira.
Decido contestarle para ver si está despierta.
Zaira Lemieux.
Hola Tomatito, me he quedado dormido.
La madrugada fue un infierno, no podía dormirme y el dolor seguía, me tome todas las pastillas en una noche genial ahora estoy drogado.
Zaira sigue sin contestarme supongo que estará dormida recién van a ser las 4:30 a.m. No tengo mucho para hacer a estas horas, más que moverme de un lado para el otro hasta encontrar la posición correcta.
Estoy mirando el techo con el rostro caliente y mi pulso acelerado creo que es porque mi pierna no ha dejado de dolerme desde que me desperté.
Intento olvidar el dolor para no sentirlo, me llega una notificación. Apresurado agarro el celular pensando que es Zaira realmente quería hablar con ella.
Pero no, lo que encuentro es algo aún peor.Son recuerdos que aparecen en mi galería, imágenes de cartas que yo le hice en su momento a Mara.
Mencionar ese nombre me genera dolor, pero lo que más me dolía era la rabia. Deslizó las imágenes y no sentí nada al principio, como si mi cuerpo se hubiera apagado por completo. Pero sentía el vacío ahí, tenía una mezcla de impotencia y tristeza a la vez.
No puedo creer lo estúpido que llegue a ser por una chica.
Espero que nunca vuelva a aparecer en mi vida. Nunca fui tan feliz como ese día que escuche que se iba a un intercambio que le ofrecieron. No sé que habría sido de mi si la hubiera visto todos los días por los pasillos y mucho peor, verla en en el mismo curso.
Ella desapareció definitivamente de mi corazón.
Y me siento feliz de poder decirlo.