Clara
Después de la explosión emocional con mi familia, subí a mi habitación, tratando de calmar mis pensamientos. Sentí una mezcla de desolación y determinación. Sabía que no podía rendirme, aunque mi familia no estuviera de acuerdo con mi decisión. La idea de someterme al alpha y aceptar un destino impuesto era insoportable.
Intenté encontrar consuelo en el silencio de mi habitación, pero mi mente seguía corriendo en círculos. No podía dejar de pensar en las palabras de mi padre, en el llanto de mi madre, y en la furia de mi hermano. Todo se sentía abrumador y desesperado.
De repente, mi teléfono vibró con un mensaje. Era de Ana. Aunque no habían encontrado todas las respuestas, su incursión no había sido en vano. Habían descubierto algunos documentos y pistas que podrían ayudarnos a seguir buscando.
"Encontramos algunos documentos interesantes. No es toda la información que necesitamos, pero es un comienzo. Vamos a reunirnos ahora para revisar todo."
Sentí una chispa de esperanza mientras respondía rápidamente:
"Gracias, Ana. Nos vemos en el café en 15 minutos."
Con el corazón un poco más tranquilo, me preparé rápidamente y salí de casa, sintiendo que no podía permitir que el miedo me detuviera. Sabía que tenía que ser fuerte y seguir adelante, aunque mi familia no estuviera de acuerdo conmigo. Cada paso que dábamos nos acercaba más a la verdad y a la libertad que tanto ansiaba.
Me dirigí al pequeño café en el centro del pueblo, donde habíamos acordado encontrarnos. Al llegar, encontré a Ana y Valentina ya sentadas en una mesa, con los documentos extendidos frente a ellas. Sus rostros mostraban una mezcla de preocupación y determinación.
—Hola, Clara —dijo Ana, dándome una cálida bienvenida—. ¿Cómo estás?
—He tenido días mejores —respondí sinceramente, tomando asiento—. Pero no puedo rendirme. Tenemos que encontrar una manera de romper este vínculo.
Valentina asintió, su expresión reflejaba empatía.
—Estamos contigo, Clara. Encontraremos una solución.
Comenzamos a revisar los documentos con detenimiento, buscando cualquier pista que pudiera guiarnos. Había menciones de rituales y antiguos ingredientes, pero muchas de las páginas estaban arrancadas o dañadas, dejando lagunas importantes en la información.
—Aquí menciona algo sobre un ritual de purificación —dijo Valentina, señalando una página—. Pero no hay detalles sobre cómo realizarlo.
—Y aquí hay una lista de ingredientes, pero faltan algunos —añadió Ana—. Necesitamos encontrar estos ingredientes y completar la lista.
Sentí una mezcla de frustración y esperanza. Sabía que estábamos en el camino correcto, pero aún había mucho por descubrir.
—Podríamos intentar hablar con alguien que tenga conocimientos sobre rituales antiguos —sugerí—. Alguien fuera de la manada, tal vez.
Ana asintió, su expresión se iluminó con una idea.
—Podemos ir al pequeño pueblo a unas horas de aquí. He oído rumores de que hay una anciana que sabe mucho sobre lo oculto y los rituales.
—Vale la pena intentarlo —dije, sintiéndome más decidida—. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir —suspire porque sabía lo que seguía.
—¿Qué ocurre Clara? Estas más nerviosa de lo normal y eso que ayer no estabas así —preguntó Valentida con preocupación.
—Tengo que contarles lo que pasó en casa —comencé, mi voz temblorosa—. Les dije a mis padres que el alpha era mi alma gemela y todo estalló.
Ana y Valentina intercambiaron miradas preocupadas, pero no me interrumpieron.
—Mi padre se puso furioso, me gritó y me acusó de haberles mentido todo este tiempo —continué—. Mi madre se puso a llorar desconsoladamente y no podía calmarse. Y Daniel... él simplemente salió de la casa, golpeando la puerta detrás de él.
Valentina tomó mi mano, dándome un apretón de apoyo.
—Debe haber sido muy difícil para ti —dijo suavemente—. Lamento que hayas tenido que pasar por eso sola.
—Lo peor fue cuando mi padre me dijo que debía aceptar mi destino —continué, tratando de mantener la voz firme—. Me dijo que la diosa luna había decidido que debía estar con el alpha y que no podía resistirme. Mi madre estaba de acuerdo con él. Me dijeron que, si seguía resistiéndome, solo pondría en peligro a todos los que me rodeaban.
Ana negó con la cabeza, claramente indignada.
—No pueden obligarte a aceptar algo que no quieres —dijo con firmeza—. Tienes derecho a luchar por tu libertad.
—Eso es lo que les dije —respondí—. Les dije que no me rendiría y que encontraría una manera de romper el vínculo. Pero Daniel... él no me creyó. Dijo que no me apoyaría en esto y que no podía verme destruirme a mí misma y a nuestra familia por una causa perdida.
El silencio cayó sobre nosotros mientras mis amigas procesaban mis palabras. Sentí una mezcla de tristeza y alivio al haber compartido lo que había ocurrido.
—No estás sola en esto, Clara —dijo Valentina, su voz llena de determinación—. Te ayudaremos a encontrar una solución. No dejaremos que te rindas.
Ana asintió, su expresión llena de determinación.
—Estamos contigo en esto. Vamos a encontrar una manera de romper ese vínculo y darte la libertad que mereces.
Sentí una oleada de gratitud hacia mis amigas. Sabía que no sería fácil, pero con su apoyo, me sentía más fuerte y decidida a seguir adelante.
Pasamos las siguientes horas planificando nuestro viaje y organizando los documentos que habíamos encontrado. Sabíamos que cada paso nos acercaba más a nuestro objetivo, y no podíamos permitirnos perder el enfoque.
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LUNA
WerewolfLos cambia forma tienen un destino divino, prevalecer en la jerarquía y darle honor a su dinastía. Inicio: 28.12.2024 Final: ???