Capítulo 39 - Dementores y Patronus

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Los días en Hogwarts pasaron de manera fría por la presencia de aquellos seres que se alimentan y profanan la felicidad de las personas. A pesar de que los dementores seguían por los alrededores del castillo los maestros continuaron con las clases. Por otro lado el equipo de Gryffindor estaba en el campo practicando para el próximo partido amistoso de Quidditch contra Hufflepuff; ahí es donde se encontraban Harry con su uniforme de buscador y estaba por los aires en su magnífica Saeta de fuego en la espera que la Snitch Dorada que utilizaba para las prácticas apareciera a la vista.

Los amigos del azabache se encontraban en las gradas del campo de Quidditch haciéndole compañía en la última práctica antes del partido. Harry estaba observando por todos lados a la pequeña esfera dorada. Pero algo llamo su atención, un hermoso cabello que brillaba como el Sol, ese cabello que le llamaba bastante la atención, así es, ahí en las gradas estaba su hermoso Sol viendo expectante en esa última práctica; cuando seguía observando detalladamente a ese rubio observó que este tenia una gran sonrisa que hacía resaltar más la belleza de Draco.

Draco estaba en las gradas con su túnica de Slytherin y en su cuello llevaba puesto su bufanda de color verde con plata, ya que el ambiente era demasiado frío por el cambio de clima que se estaba avecinando, era tanto el frío que hacía en las afueras del castillo que hasta se observaba las respiraciones de todos salir en una especie de humo blanco. Aún así, ahí estaba viendo a ese chico de ojos verdes que tanto adora, el más que nadie aprecia la belleza de aquel azabache, especialmente, cuando esté se encuentra haciendo lo que más le apasiona – aparte de los estudios – el quidditch es algo que tanto él como Harry aman a más no poder. Así que ahí estaba observando a Harry buscando la Snitch Dorada.

Tuvieron que esperar alrededor de quince minutos más para que la práctica finalizará. Cuando los jugadores estaban ya en el pasto frío del campo de juego, Draco y sus amigos bajaron de las gradas para ver a su amigo.

Harry ya se encontraba caminando en dirección a ellos y lo primero que hizo fue abrazar a Draco y levantarlo un poco para dar vueltas en un mismo eje por el campo con el rubio; la escena era tan hermosa que hasta la persona más fría del mundo (Snape por ejemplo) sonriera a más no poder.

- Harry, bajarme que me voy a caer – expresaba el rubio con una gran sonrisa en su rostro.

- Es que ya quería abrazarte – dijo Harry en el oído del contrario.

- Ok, pero no olviden que nosotros estamos acá – dijo con una sonrisa Pansy.

- Por el amor a Merlín, cállate y no dañes el momento – dijo Theo rodando los ojos – Siempre tienes que ser entrometida en todo.

Pansy lo volteo a ver y entrecerró los ojos en una clara amenaza de muerte lenta y despiadada. Theo por su parte no se inmutó por esa mirada, ya que poco a poco se iba acostumbrando.

Harry bajo a Draco y ambos se soltaron del abrazó para ver a sus amigos con la mejillas sonrojadas. Cualquier persona diría que era por el frío invernal que había, aunque solo ellos y sus amigos sabrían el verdadero motivo de ello.

- Bueno, Harry ve a cambiarte para ir a hacer nuestros deberes – dijo Susan de manera tranquila.

- Por Morgana, ustedes solo piensan en las tareas – hablo Ron - ¿No tienen vida social acaso? – hizo la pregunta aún sabiendo que no será contestada.

Sus amigos sonrieron por las ocurrencias del pelirrojo. Harry se fue a los vestidores de Gryffindor para darse una ducha con agua caliente y cambiarse para ir con sus amigos; cuando ya estuvo listo salió y vio a sus amigos cerca de las compuertas del castillo y camino en dirección a ellos. Draco se acerco con la bufanda roja escarlata y dorada de Harry y le ayudo a cubrir su cuello y tratar de evitar un poco el frío.

- Así no te vas a resfriar – fue lo único que dijo Draco.

- Gracias – murmuró Harry dándole un beso en la frente al rubio.

Pansy suspiró como chica enamorada por la escena de vio y luego se colocó en frente para guiar a sus amigos en dirección de la biblioteca.

Cuando todos estaban inmersos en sus deberes, Harry se acercó donde estaba Pansy y Susan.

- Pans, Susi – hablo en voz baja el azabache – Necesito saber si ustedes me ayudan con algo.

- Tu dinos que hacer y ten por seguro que haremos un trabajo impecable – dijo de manera orgullosa la Slytherin

- Baja un poco la voz, Pans – pidió Susan al ver la cara de susto de Harry - ¿Qué necesitas, Harry?

- Emm, por favor no le cuenten a nadie aun – pidio el azabache.

Así que se acercó al oído de sus amigos y le dijo lo que necesitaba para que nadie se diera cuenta. Claro que con si Pansy Parkinson está involucrada nada podría ser de manera sigilosa o callada, ya que cuando Harry termino de decirle, está pegó un grito hasta el cielo.

- AHHHHHHHHHHHHHHH… - medio grito la pelinegra, ya que Harry le puso sus manos en la boca a esta para callarla.

- Qué no grites – pidió Harry con un sonrojo a más no poder

- ¿Ahora que te paso loca? – pregunto Theo desde su asiento.

Antes que respondiera algo la biblioteca Madame Pince llegó hasta donde Pansy y le dio la mirada de muerte que pueda existir en el mundo.

- Señorita Parkinson – hablo Pince con un tono bajo pero mordaz – Si es tan amable, le pido el gran favor que no vuelva a gritar en una BI-BLIO-TE-CA- solicito haciendo énfasis en cada sílaba – Si no me veré en el hermoso agrado de sacarla de acá – termino sarcásticamente alejándose de la mesa.

Los amigos de Pansy volvieron a lo suyo y la pelinegra se recompuso rápidamente.

- Lo siento, Harry – hablo Pansy con una sonrisa – Me esperaba cualquier cosa menos eso, pero no te preocupes que nosotras te ayudaremos en lo que necesites, solo dinos que debemos hacer y trabajaremos con sumo cuidado.

- Gracias – dijo Harry – bueno, solo debemos buscar lo siguiente – saco un pergamino de su bolso y siguió conversando.

Tanto Pansy y Susan escuchaban atentamente y observaban el rostro de Harry que estaba brillando de la emoción y miraban de reojo a cierto rubio quien estaba absorto en su ensayo de pociones.

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El día del partido de quidditch llegó, los jugadores estaban con miedo de que se cancelara el partido por culpa del clima. No es de menos, ya que en el campo de Quidditch y en todo el castillo estaba lloviendo a cántaros. Los profesores y espectadores que estaban en las gradas tenían impermeables para no enfermarse y poder ver el partido.

En el vestidor de Gryffindor, Harry ya estaba listo con uniforme de quidditch con impermeables impregnados en el traje para evitar mojarse más lo que se mojaria. Oliver se acercó al azabache.

- Bueno, aunque sea un partido amistoso no debemos dudar en ganar, Harry – hablo Wood – Así que por eso – Saco su varita y apunto en dirección de los lentes de Harry – Impredignus – lanzó y de su varita una línea de color azul se fue directo a los lentes – Con eso se evitará que tus lentes se mojen y obstaculice tu vista para evitar una tragedia.

- Gracias Oliver – dijo Harry con una sonrisa.

En esos momentos escuchan la alarma que da orden de salida y todos se montan en sus escobas y salen al campo.

El partido dio inicio y a pesar que la lluvia era fuerte ningún equipo bajó la guardia durante el juego. Harry estaba por los cielos dando vueltas alrededor del campo en busca de la Snitch, le agradecía a Oliver por el hechizo que coloco en sus lentes, ya que podía observar bien a pesar de la lluvia.

Seguía observando y en esos momentos un destello dorado paso frente a él y se puso en marcha. Harry iba a toda velocidad alzando una mano para tratar de atrapar la Snitch, luego siente un pequeño empuje en su costado derecho y observó al buscador de Hufflepuff quien iba pegado a él. Ambos buscadores iban detrás de la pequeña pelota y ninguno se daba por vencido.

En las gradas, Draco estaba preocupado por Harry aunque no era por el juego, ya que sabía la capacidad de Harry cuando se trataba de quidditch pero algo dentro de él le decía que algo malo pasaría.

- Tranquilízate Draco – hablo Luna – Todo está bien – dijo cuando vio el rostro afligido del rubio.

- Algo no saldrá bien – dijo Draco.

En esos momentos la magia de Draco se esparció detrás de él y poco a poco se expandió en otra dirección.

Harry estaba a una altura considerablemente peligrosa pero estaba tan cerca de atrapar la Snitch. Luego siente que el frío se extiende por todo su cuerpo y un nervio por su columna vertebral. Poco a poco siente que su felicidad trata de desaparecer, aunque siente que la magia de él y la de Draco poco a poco se extiende alrededor de él.

Cuando iba detrás de la Snitch observa que la punta de su escoba se vuelve hielo y logra ver a su alrededor y observa a más de veinte dementores detrás de él. Uno de esos dementores se acerca a él y trata de absorber su energía cosa que no puede mucho, ya que la magia tanto de Harry y Draco lo empuja lejos, pero los demás dementores se acercan a Harry y entre todos tratan de absorber más fuerte a Harry.

Harry no soporta tanto todo eso y siente que perderá la conciencia; cuando está a punto de desmayarse solo escucho un “Te amo, mi Rayo” muy lejano proveniente de la voz de Draco.

Por otro lado, los espectadores en las gradas y algunos jugadores observaron la manada de dementores que se acercaban a un punto fijo. Severus se pone de pie y trata de observar que es lo que esta pasando. En esos momentos se escuchan unos gritos de terror provenientes de varios estudiantes y se observa que desde las alturas un cuerpo viene cayendo a una velocidad sorprendente.

Draco observa el cuerpo y cuando ve el uniforme rojo escarlata se pone de pie y siente que su cuerpo poco a poco pierde fuerza.

- NO – grito Draco tratando de salir de las gradas pero es detenido por Theo – SUELTAME- pedía.

- Debes controlarte – decía Theo haciendo un poco de fuerza.

El cuerpo inconsciente de Harry seguía cayendo a gran velocidad. Cuando Severus logro estabilizar su vista en el cuerpo de Harry extiende su mano y recita.

- ARRESTO MOMENTUN – lanzó el hechizo y se vio que el cuerpo de Harry seguía cayendo a una velocidad un poco más baja.

Por otro lado, Minerva, Remus junto a otros docentes lanzaban hechizos amortiguadores en el pasto para evitar un accidente más grave.

Los dementores seguían el cuerpo de Harry para seguir absorbiendo aquella felicidad, energía que este tenia y si seguían a ese ritmo hasta el alma del azabache.

Remus Lupín desde su espacio en las gradas extiende su varita y en movimiento circular de su brazo grita:

- EXPECTO PATRONUM – haciendo que de su varita se extienda un escudo blanco y aleje a los dementores.

El cuerpo de Harry impacto un poco fuerte a pesar de los hechizos que había en el campo.

En esos momentos Draco logra safarse del agarre de Theo y baja rápido las gradas. Los jugadores de Gryffindor y Hufflepuff bajan al campo y van a ver el cuerpo de Harry, pero antes que lo hagan un rubio se abalanza al cuerpo de Harry.

- No, no, no no – decía Draco con lágrimas en sus ojos.

Observa el cuerpo de Harry y ve que este tiene un poco de sangre por su ceja izquierda y pequeñas heridas por su cara. La magia de Draco se esparce alrededor de él y crea un escucho para evitar que alguien se acerque.

- Harry, por favor, Harry – decía Draco en medio de sollozos.

Coloca el cuerpo de Harry en sus brazos y lo carga.
Comienza a caminar en dirección al castillo.

- Joven Malfoy – habla Dumbledore - ¿Dónde cree que lleva al Señor Potter?

- Al único lugar donde si lo van a cuidar – habló de manera mordaz Draco – Lo llevo al único lugar donde alguien lo va a atender de manera rápida y no se quedará de pie a esperar un milagro a que Harry despierte a como usted lo está haciendo en estos momentos.

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