CAPÍTULO XIII - CRIOLLOS

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Mila me estaba despertando, lo podía escuchar.

-***, a despertarse.- Escuchaba.

Abro los ojos. Estaba sentado al lado mío pero su cabeza estaba al frente mío.

-¡Ah!- Me asusté.

-Vamos hermanito, a despertarse.

-Sí, ya voy.

Mientras me estaba tratando de levantar, Milanesa me hablaba entusiasmado.

-Che *** ¿Hasta qué parte leíste?

-Llegué hasta Marcos, lo leí completo. Después iba a comenzar a leer Lucas.

-Ahhh mirá vos, porque mira- Empezó a buscar entre las páginas- encontré esto.

-¿Qué pasa?

-Vos dijiste que no había que perder la esperanza, que había que pensar en positivo ¿No?

-Sí, eso dije.

-Mira, vos pasaste unos versículos y ahí dice algo muy piola.

-A ver ¿Qué dice?

Empezó a leer Milanesa y varios más se acercaron a escuchar.

-"Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible."

-¿Dice algo más?- Preguntó un tipo llamado Martín.

-Todavía no terminé, escuchen.- Respondió Milanesa.

Se quedaron en silencio nuevamente.

-"Porque de cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: quítate y échate al mar, y no dude en su corazón, sino que crea que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

Por tanto, os digo que todo lo que pidáis en oración, creed que lo recibiréis, y os vendrá."

-¿En qué parte dice eso?- Salió de la boca de Rosario.

-Marcos 11, 23 y 24.

-Marcos capítulo 11, del versículo 23 al 24.- Le dije.

-Sí eso.

-Amén- Dijo uno del fondo que se llamaba Sergio.

-¡Amén!- Dijeron todos.

Después de las palabras de Milanesa todos se dispersaron como hormigas y volvieron a hacer sus cosas.

-¿Qué quisiste decir Mila con eso? Es solo un fragmento del libro.

-Te lo quería decir solo a vos pero todos se acercaron. Porque todos necesitamos eso, vos nos lo mostraste ayer, al menos yo lo ví.

-¿Qué cosa? ¿Qué viste?

-Esperanza- Me quedé viéndolo fijamente frunciendo el ceño- Ví que tenías esperanza.

-¿Esperanza de qué?

-De que todo se puede arreglar. Vos sos un buen chico, no te merecías esto, por eso vos creés en que puedes salir de acá.

-No lo sé Mila, es difícil por lo que estoy pasando en mí y en mi interior.

-No, no sé, pero sé que sos buena gente en estas pocas horas que pasaste acá. Y al ser buena gente te tienen que pasar buenas cosas, yo pienso eso.

Nos quedamos en silencio por unos segundos.

-¿Vos decís que puedo salir rápido de acá?- Le pregunté.

-Si tienes fe y crees en eso seguramente, hermanito. Acá el que más tiene chances de salir sos vos, porque no hiciste nada malo como nosotros.

-Okay, entiendo.

APENAS UN DELINCUENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora