Capítulo 67 : Un negocio nefasto

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No esperaba que el plan "a prueba de tontos" de Lucifer diera resultado alguno, pero Roo se sorprendió bastante cuando se encontró con el conocido como Lute en el castillo. Esperaba que fuera otro ser celestial, pero aun así, poder arrebatarle uno de los propios del Cielo es un logro en sí mismo.

Al recordar las conversaciones que su hijo tenía con Emily en Edén, recuerda que él hablaba largo y tendido sobre su hija, esta "Lute", y que era una guerrera feroz, conocida por su lealtad inquebrantable y su asombrosa destreza en el combate, superada solo por él y su hija mayor.

Parece que Adam le tiene mucho cariño.

Y ahora ella está en el infierno, golpeada y magullada, a merced del trío.

Roo sonríe.

Ella puede sentirlo, por muy débil que sea, puede sentir el poder angelical de Sera en ella.

Cómo desearía ver esa luz apagada.

Pero no.

¿Qué tiene el trío planeado para ella? ¿Será ella la clave que finalmente llevará a Adam al infierno?

Todo depende de cómo esos tres procederán con sus planes.

-

La puerta de la prisión de Lute se abrió de golpe y Eve entró pavoneándose con una amplia sonrisa en su rostro. KeeKee se da vuelta y observa con su único ojo cómo Eve se acerca lentamente a ellos.

—¿KeeKee? ¿Cómo entraste? —preguntó Eve, estupefacta ante la presencia del gato ciclópeo. —Bueno, Lute, ¡tú y yo nos vamos a divertir mucho!

Lute la mira fijamente mientras Eve se acerca a ella y agarra la silla a la que está atada Lute y comienza a arrastrarla. Sube un par de tramos de escaleras y llega al techo, coloca la silla en el suelo y la gira para que Lute quede mirando hacia el orbe del Cielo.

—Me di cuenta de por qué Adam no había bajado todavía —dice Eve mientras busca en su bolsillo.

"Porque Adán no te ama", afirma Lute sin rodeos, ganándose una palmada en la nuca por parte de Eve.

La mano de Eve permaneció en el aire por un momento antes de bajarla lentamente, y su sonrisa se transformó en una mueca amenazante. "Eres muy gracioso, Lute. No sabes nada sobre Adam y yo", susurró, dando vueltas alrededor de Lute. "Pero lo sabrás".

Lute, a pesar de su situación, se mantuvo desafiante, con los ojos ardiendo de ira y determinación. "Estás loca. Adam nunca vendrá a buscarte".

Eve sonrió con sorna y sus ojos brillaron con una mezcla de diversión y malicia. —Oh, Lute, creo que subestimas mi comprensión de Adam. Él tiene sus razones y el amor es mucho más complicado de lo que pareces pensar.

Lute permaneció en silencio, con la mirada fija en ella mientras Eve continuaba: "Verás, conozco a Adam mejor que nadie. Sé qué botones presionar y qué lo llevará al límite. Y tú, querida, eres una pieza muy importante de este rompecabezas".

—Mira, Adán ama a sus hijos, pero supongo que perdió ese amor con aquellos que se convirtieron en pecadores. —Eve sacó una pequeña y reluciente daga de su bolsillo. Una daga que Lilith le había dado antes, la hoja reflejaba la luz del orbe del Cielo—. ¿Pero una celestial como tú? Estoy segura de que Adán se verá obligado a actuar. ¡Sobre todo porque te pareces tanto a... ELLA!

Más allá del paraísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora