Atrévete a quererme

Capítulo 4

Silvia volteó a mirar a Flor y Fer preguntando

-¿Ustedes, qué se traen eh? ¿Qué es lo qué me iban a decir? ¿Por qué se quedaron calladas?
-FLOR: ahora eres tú la policía (Le contesto mientras rascaba la pierna de Fer)
-SILV: no, en serio, ¿qué se traen?
-AMARANTA: yo también quiero saber, andan raras.
-FER: bueno, ya, las dos, nos vamos a decirlo juntas!
-SILV: pues, apúrense.
-FER y FLOR: CARLOS MORENO TAMBIÉN NOS LLAMÓ PARA SU PRÓXIMA NOVELA...

Silvia no sabía como reaccionar ante la noticia, las cuatro se pusieron a gritar como locas de remate, mientras gritaban, Silvia cambio el jugo por un vino tinto para festejar la noticia que va a protagonizar una novela dónde van a estar dos de sus mejores amigas, se escuchaban sus carcajadas hasta en la calle.
Ya eran las 5 cuando las chicas decidieron ir a sus respectivos lugares.

El próximo día, en la tarde, la asistente de Silvia (Triana) ya la estaba esperando en el foro 2. Ella llegó en su camioneta negra, traía un pantalón jeans azúl, una blusa verde que combinaba con sus tacones que también eran verdes y sus lentes de sol no podían faltar. Salió de la camioneta, saludaba a cada persona que encontraba en su camino menos los reporteros, ella no era nada amigable con ellos, siempre le parecían muy fastidiosos.
Al entrar en el foro, la recibió Triana con un botellón de agua fría.
-¿Cómo estás?

-SILV: bien amor, ¿y tú, qué tal? 

-TRIANA: bien, ya te están esperando, aquí está tu botellón de agua, cualquier cosa, me avisas.

-SILV: gracias mi corazón.

Tomó su botellón de agua y entró a la sala donde estaba casi todos, sentados en una larga mesa. Quedaban dos asientos vacíos.
Saludó a todos pero cuando vio a Fer y Flor, aguantó mucho para no gritar, les saludó con una sonrisa y ellas respondieron de la misma manera, se sentó y Martha Carrillo empezó a repartir el guión que tenía la historia de la novela y el personaje que cada quien iba a interpretar, pero alguien aún no había llegado y Silvia se preguntaba ¿Quién carajo era el protagonista?
"Dios, que sea un hombre guapo, así musculoso para poder disfrutar muy bien las escenas" pensó sonriendo.

-CARLOS: Bueno, es hora de presentar al protagonista de Amor bravío...

"¡Vaya! ya era hora" dijo Silvia en voz bajita, tanto que nadie logró escuchar.
En ese momento un hombre hermoso, muy bello, entró a la sala, saludó a todos, todos lo aplaudían entre murmullos. Tomó asiento al lado de Sil, miles de pensamientos no la dejaban en paz...

-CARLOS: Él es Cristián de la Fuente, actor chileno, creo que muchos ya lo conocen ¿Verdad?
-SILV: yo lo conozco pero de nombre (afirmó ella)
-CRISTIÁN: será un gusto trabajar contigo Señorita Navarro! Yo sí la conozco, y muy bien.
-SILV: entonces me alegro, pero para comenzar, trátame de "tú" porque según lo entendido, nos vamos a trabajar juntos ¿no? 
-CRISTIÁN: cómo tú digas! (contestó sonriendo)

Todo siguió de maravilla, Martha les explicó como va más o menos la historia, les encantó mucho. Silvia no dejaba de mirar a Cristián cada vez que él hablaba, pero lo curioso y cómico es que no era por su belleza sino porque hay algo que le daba mucha risa, ese algo era el acento de Cristián porque él no podía pronunciar bien la "s".

¡MARTHA: me alegró muchísimo que les haya gustado la historia. Juntos nos vamos a hacer de esta novela un éxito!
-CARLOS: y así será. Gracias a todos por venir, nos vemos en dos semanas en la presentación de la novela, y en tres semanas para comenzar a trabajar.

Todos lo agradecieron, Silv se despidió, se quedó por unos minutos platicando con Flor y Fer de la reunión.
Luego regresó a su casa, al llegar se tomó un baño, se acostó, no podía dormir de tanto pensar en un poquito de todo: "que si la novela, qué cómo se va a llevar con el resto del elenco..."
Al ver que el sueño no le llegaba, tomó su celular y entró a twitter y empezó a leer y responder a sus fans que se hacen llamar NT lo que significa Navarro Team, con una sonrisa las leía y repetía una y otra vez en voz alta "Las amo tanto" después de quedar un buen rato conectada le llegó el sueño. Se despidió de ellas, arregló su sábana y sus almohadas que eran muchas y cerró los ojos hasta quedar dormida.