En la noche fría y oscura, mi mente vaga sin descanso,
perdida en recuerdos, danzan sombras en mi llanto.
Las estrellas titilan, pero su luz no abriga el dolor,
la soledad me abraza, es un eco de mi corazón.
Caminando por callejones donde el viento susurra,
susurros de tiempos pasados, fantasmas que no murmuran.
Cada paso un latido, en este laberinto helado,
el silencio es compañía de un alma que ha naufragado.
Nostalgia en mi pecho, como un peso que no chilla,
recuerdos de sonrisas que ahora son solo orillas.
Miro hacia atrás buscando en las sombras un consuelo,
pero el frío de la noche me recuerda el desvelo.
Los días se desvanecen, se convierten en espejos,
y cada reflejo lleva un retrato de mis sueños.
Así en la noche fría, donde el tiempo se hace lento,
mi mente vaga sin descanso, atrapada en el tormento.
Sigo el ritmo del latido, con cada verso un suspiro,
las estrellas son testigos de un alma en el giro.
En la penumbra hallo fuerza, aunque el camino sea oscuro,
y en esta soledad inmensa, creo mi propio futuro.
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Luces & Sombras
Non-FictionDecía Sabina que hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia. Yo, que soy una de ellas, prefiero desatar la tormenta en palabras antes que ahogarme en silencio
