QUE, ENTRE A WATTPAD Y ME SALIO QUE TENIA 84 NOTIFICACIONES DE ESTA HISTORIA OMG, MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO 🫶 Y AQUÍ LES VA OTRO CAPITULO
Era un día nublado en Nueva York, y la luz gris de la mañana se filtraba a través de las ventanas del taller de Tony Stark. El sonido constante de las máquinas, las pantallas holográficas y los chasquidos de las teclas llenaban el aire, pero en medio de todo eso, Harry se encontraba sentado frente a una mesa de trabajo, observando una pila de piezas de metal como si fueran la solución a todos sus problemas. En parte, lo eran. Al menos, por un par de horas.
Tony, con su eterna energía inagotable, estaba ocupado diseñando lo que prometía ser un nuevo dispositivo, probablemente un arma o algo igualmente impresionante. Harry no podía dejar de observarlo en silencio, aunque trataba de disimularlo. A pesar de que la presencia de Tony era innegablemente imponente, algo en la forma en que se movía por la habitación lo hacía parecer más accesible de lo que Harry esperaba. Sin el brillo de sus armaduras o la presión de salvar al mundo, Tony era… simplemente humano.
Después de todo lo que había pasado en su vida, Harry nunca se había detenido a pensar que alguien podría ser tan amable sin esperar algo a cambio. De hecho, nunca había pensado que pudiera llegar a formar parte de algo como esto. Se sentó allí, con las manos sobre el banco de trabajo, en una especie de trance, mientras Tony le explicaba, entre bromas y carcajadas, cómo armar algo que, honestamente, parecía más un juguete que un avance tecnológico.
—¿Así que qué opinas, chico? ¿Te atreves a hacer esto? —preguntó Tony, mostrando un par de cables y piezas de metal en su mano.
Harry levantó la vista, algo confundido por la pregunta, aunque no estaba del todo seguro de por qué lo decía.
—¿A hacer qué? —dijo, su voz sonando un poco más seca de lo que pretendía.
Tony soltó una risa baja, acercándose a la mesa con una chispa en sus ojos.
—Vamos, Potter, ¿te crees que voy a dejarte escapar tan fácil? ¿No te interesa saber cómo hacer volar este cacharro? Puedo enseñarte a hacerlo, si te animas. Es como una especie de dron, pero con más estilo. —Le dio una palmadita en la espalda, sonriendo con una mezcla de sarcasmo y genuina invitación.
Harry vaciló por un segundo. Sabía que Tony no iba a rendirse fácilmente, pero la idea de pasar más tiempo en el taller no le desagradaba del todo. Al fin y al cabo, había algo cautivador en la forma en que Tony parecía hacer que todo fuera fácil. Y, por un momento, Harry se sintió... *normal*.
—Está bien, supongo que puedo intentarlo —respondió finalmente, un poco más animado.
Tony lo miró de arriba a abajo, aparentemente satisfecho con la respuesta.
—Eso es lo que me gusta escuchar. Vamos a ver si puedes igualar mi nivel de genialidad. —Tony sonrió con una mezcla de desafío y cariño, como si estuviera retando a Harry a ser una mejor versión de sí mismo.
A lo largo de las siguientes horas, pasaron de un proyecto a otro, entrelazando cables y probando nuevos mecanismos. Harry se dio cuenta de que, en algún momento, se había olvidado por completo de sus dudas, de la tormenta interna que siempre lo acompañaba. Estaba demasiado ocupado para pensar en sus inseguridades. Todo lo que tenía frente a él era un futuro incierto, pero también una oportunidad de aprender, de crecer, y, por primera vez, de estar con alguien que no lo estaba juzgando.
A medida que el día avanzaba, Harry comenzó a disfrutar de la compañía de Tony de maneras que no había anticipado. A pesar de que Tony seguía siendo Tony, con sus bromas y comentarios un tanto exagerados, algo en su actitud le hizo sentirse más relajado, como si estuviera compartiendo algo más que solo una actividad.
Tony se acercó a él en un momento, mostrando una pequeña pieza del dispositivo.
—Aquí tienes, Potter —dijo, sonriendo—. Tu parte. Te toca hacerlo bien. Si lo haces correctamente, lo que has hecho hasta ahora volará. Si lo haces mal, bueno, no quiero ver lo que pasa después. Es un poco explosivo, por si no lo habías notado.
Harry se rio por primera vez en todo el día, sin quererlo. No era una risa forzada, sino algo genuino, que se escapaba de sus labios como una chispa. La risa de Tony, llena de entusiasmo, acompañó la suya, creando un momento simple pero especial. Era una especie de conexión que Harry nunca había imaginado tener con alguien.
—Eso suena… un poco aterrador, ¿no? —comentó Harry, todavía sonriendo.
Tony se puso serio de inmediato, pero los ojos le brillaban con diversión.
—No te preocupes. Si te mueres, haré todo lo posible por resucitarte. —Entonces, bajó la voz en un susurro conspiratorio—: O al menos, recuperaré tu cuerpo. Te prometo una estatua en tu honor.
Harry no pudo evitar reír más fuerte, y por un momento, olvidó todo lo que lo había atormentado. La angustia de sus recuerdos, las palabras crueles de los Dursley, las noches solitarias... Todo desapareció. Solo existía ese momento, con Tony, en medio de la electricidad de las piezas de metal y la diversión inexplicable de construir algo juntos.
—¿Sabes? —Harry dijo, mientras tomaba las piezas y comenzaba a armar el dispositivo—, nunca imaginé que me iba a divertir con algo como esto.
Tony lo observó con una sonrisa suave.
—Eso es lo bueno de aprender, chico. Nunca sabes lo que te va a sorprender.
Y entonces, como si no hubiera pasado nada más en el mundo, el dispositivo cobró vida. La pequeña máquina se elevó del banco de trabajo, flotando a unos pocos centímetros del aire, vibrando con una extraña energía. Ambos se quedaron mirando, sorprendidos, y una sonrisa genuina apareció en el rostro de Harry.
—¡Lo conseguimos! —gritó Tony, aplaudiendo con entusiasmo.
Harry no pudo evitar unirse a la celebración, aunque de manera más moderada. Era el primer momento en mucho tiempo en que algo le salía bien, algo que no dependía de la magia, algo que no tenía nada que ver con su pasado. Y, por primera vez, se sintió un poco más libre.
—Te dije que podía hacerlo —comentó, aunque con una humildad inusual.
Tony le dio una mirada cómplice.
—Sí, Potter, tienes más de lo que pensabas. Y hoy, al menos, lo demostraste. Aunque no tienes ni idea de lo que hicimos, pero bueno, ese es el punto de la genialidad. No hace falta entenderlo todo, ¿verdad?
Harry asintió, con una pequeña sonrisa.
—A veces, no hace falta.
Tony se quedó allí, mirando a Harry, y por un segundo, la distancia que siempre había existido entre ellos pareció desaparecer. No había necesidad de palabras para describir lo que sucedía. Harry se había abierto, aunque fuera solo un poco, y Tony sentía que podía hacer algo por él. Podía ser más que solo un hombre brillante; podía ser, al menos por ahora, algo que Harry nunca había tenido: un padre.
—Sabes, Potter, creo que esto va a ser divertido. —Tony sonrió, con la confianza renovada de un hombre que finalmente encontraba algo que valía la pena proteger.
Harry miró hacia el taller y luego a Tony. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que podría pertenecer a este nuevo mundo, sin magia ni hechizos, pero con una chispa de esperanza.
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My boy
FanfictionHarry Potter, un chico que ha sido severamente abusado por sus parientes muggles, descubre que en realidad James Potter no es su verdadero padre... Mientras tanto en new York está Tony Stark, un hombre genio, millonario, Playboy y filántropo; La vi...