¿Amistad? Era la definición que tenían Da-Rae y Nam-gyu desde adolescentes. Vivían en la misma ciudad. Eran vecinos y sus madres también eran amigas. Nam-gyu siempre protegía a Da-Rae ya que la molestaban es más era bullying los otros niños siempre molestaban a Da-Rae ya que era la única chica de la comunidad. Ya que varios se habían confesado sus sentimientos pero ella los rechazaba. Por qué no le interesaba. Entonces las molestaban y le decía cosas realmente dolorosas para Da-Rae. Y ahí siempre estaba Nam-gyu algunas veces incluso le pegaron a este por defenderla.
Febrero de 1990
—Es mi culpa por eso estás así.. Nam-gyu yo podría defenderme. Mira como estás ahora con el labio partido, y moretones en la cara..—
Dijo esta, mientras con un algodón lo pasaba en las heridas de Namgyu.
—No fui el único que salió herido. Linda, además esos malditos se lo merecían. Tienen que aprender que no pueden molestar a una chica tan linda.—
Dijo este mientras le daba una sonrisa. Pero le dolía ya que esta le pasaba el algodón.
—¿Qué haría sin ti Eh? Pero para la próxima prométeme que no vas a seguirle el juego porfavor.—
Dijo ella mientras le sacaba un mechón de la cara a este.
—Me parece bien. Pero creo que no habrá próxima vez, Kim Da-Rae. Yo prometo siempre protegerte.—
Dijo este haciendo el gesto con su mano de promesa.
—¡Eres un tonto! No siempre me vas a poder protegerme. Pero lo acepto.—
Dijo está juntando su mano con la de el haciendo el gesto de promesa
Sería la última vez que estos se verían. Ya que los padres de Namgyu. Se fueron al centro de Seúl. Ya que estos vivían en Hahoe una ciudad en el campo. Sin saber.. que los años Pasarían y ambos cambiarían. Estaba claro. Los años habían pasado y era agosto del 2024. Los padres de Da-Rae había. Fallecido el mayo.. y los prestamistas la estaban persiguiendo a Da-Rae. Por parte de Nam-gyu este se Drogaba. Ya que cuando tenía 21 su madre había fallecido y su padre. Estaba con otras mujeres. Él siempre iba a un bar en dónde habían chicas, drogas. De todo un poco. Había cambiado demasiado. No era ese Nam-gyu que había conocido Da-Rae. Se había vuelto algo violento. Con la salud mental algo mala..
Para ambos todo seguía igual. Para él. La vida era una completa mierda. ¿Sentido? No había sentido. Para ella.. solo quería tener una vida en paz y tal vez formar familia. Ya qué siempre pensó que el amor podría ser como el de sus padres.
Kim Da-Rae estaba buscando varios trabajos es más tenía 2 trabajos. Cómo mesera y limpiadora de habitaciones en un hotel en Hahoe. Ella nunca se había ido de su pueblo natal. Ya que todos se conocían ahí. Sentía que si salía de su zona de confort podría fracasar. Pero, al menos no estaba sola. Tenía a una de sus tía por parte de su madre en la ciudad de Seúl. Así que decidió ir a visitarla.
—¡Kim Da-Rae! ¡Mi niña cuánto tiempo!—
Le hablo Ok-sun. La tía de Da-Rae. Ella no tenía más de 45-50 años. Así que era como si segunda madre
—¡Tia! Sigues igual de hermosa cuando nos vimos en el funeral de mis padres.—
Dijo ella correspondiéndole el abrazo.
—Mi niña.. ¿Cómo es posible que cumplas 28 este año? El tiempo pasa demasiado rápido.. ven vamos a casa—
Dijo para luego tomarle la mano a Da-Rae e irse.
Ok-sun había ido a buscar a Da-Rae al tren que conectaba el sur y el centro de corea. Y además que la casa de su tia estaba a unas cuadras de el tren.
Lo días habían pasado y Da-Rae le pareció bien ir a ver cómo era Seúl. Ella se fue hacia el tren en dónde había notado que era demasiado grande. Muchas estaciones en cada línea sin saber que se toparía con un señor que ofrecía jugar ddakaji.
Kim Da-Rae. Le habia dicho a su tía que se iba a Hahoe. Incluso llevaba su maleta. Se había despedido e ido “hacia el tren” cuando en realidad iba a encontrarse con esa camioneta cerca del lago Seokchon. Había llegado una gran camioneta blanca.
Se dió cuenta que en ella habían más personas. Dormidas ella pensaba que estaban algo cansadas.
Se dió cuenta quien manejaba era una persona con un overol color rosado y una máscara con un cuadrado al centro.
Da-Rae no dijo nada y se acomodo en el asiento. Rápidamente vio como un humo empezaba a salir. Empezó a sentirse cansada sabía lo que pasa.
—¡Oiga oiga! Detenga eso—
Dijo Da-Rae en un tono cansado Pero aún seguía hablando. Rápidamente había terminado dormida como todos los demás.
Segundo día.. en esos juegos mortales.. el segundo juego había terminado llamado pentatlón a seis piernas. Da-Rae había pasado con su grupo. No los conocía y no tenía pensado en conocerlos. Da-Rae se dió cuenta que muchas personas tenían aliados. Amigos o en el peor de los casos famila. Y que mucha gente había muerto y mucha gente lloraba. No estaba decidida de pasar pena en esos juegos. No valía la pena. Pero se había dado cuenta que había gente muy imbécil en esos juegos. Manipulando a los más débiles. Y hacerlos tener miedo.
Se había dado cuenta que el jugador “124” manipulaba al jugador “125” además de manipularlo. Lo traba realmente mal. Cómo si fuera mierda. Incluso habían intercambiado algunas palabras con el jugaron “124” en el primer día ya que habían chocado accidentemente.
Era la hora del almuerzo después del juego. Da-Rae estaba sola en su Cama. Mientras comida. De reojo pudo ver cómo el jugador “124” se acercaba hacia ella. Algo molestada Da-Rae por qué este siempre venía a molestarla. Pero no lo iba a permitir. Se habia acordado de todas las veces que Nam-gyu la había defendiendo y enseñarle a defenderse de quienes la molestaban.
—¿Acaso vienes a joder nuevamente? ¿Tu grupito de mierda no te soporta?—
Dijo ella mientras lo veía. Podría ver cómo este sonreía cada vez que ella se molestaba.
—Te ví tan sola.. que pensé que necesitabas compañía preciosa.—
Dijo este mientras tomaba un sorbo de la botella de agua.
—Uy, si como si lo necesitará. Estoy mejor así. Sola y deja de llamarme preciosa. Por qué todo el mundo tiene nombre. Ya andate porfavor. No quiero ver a una cucaracha mientras como.—
Le respondió Da-Rae mientras lo empujaba del hombro.
Este se rió al escuchar como Esta le había dicho cucaracha. Podría molestarla toda la tarde. No sé cansaría. Las sonrisas de su cara nunca se iban cuando estaba con ella. Aunque Esta no lo quisiera.
—Bueno. Si no quieres que te llame “preciosa” ¿Cómo te llamas? ¿Me dirás tu nombre no? Si no lo seguiré haciendo.—
Dijo este apoyándose en fierro al lado de la cama.
— Kim Da-Rae ¿Feliz? Ahora andate con tu grupito.—
Dijo ella dándole la espalda mientras terminaba de comer.
Nam-gyu se había dado cuenta.. qué ella era su Kim Da-Rae.. su mejor amiga en la adolescencia. Y si prácticamente su primer amor.. había cambiado demasiado. Si en la adolescencia tenía su pelo corto. Ahora tenia su pelo largo con un fleco que le quedaba realmente bien.. se había dado cuenta que ella estaba ahí. Por dinero.. ¿Qué habrá pasado en todos esos años? Pensaba Este.
Decidido por saber que era de la vida de Da-Rae. Se sento el la cama de esta.
—Porfavor ¿Enserio vas a quedarte aquí? ¿De verdad no te quieren en su grupo?—
Dijo ella mientras tomaba un sorbo de agua.
