To High of a Fall

Lily

Era domingo por la tarde y el sol brillaba intensamente sobre Mónaco. Anna estaba en la cocina, arreglando los últimos detalles del almuerzo mientras Lando colocaba los cubiertos en la mesa del comedor. Ambos intentaban actuar con normalidad, aunque la expectativa flotaba en el aire. 

—¿Crees que le guste la comida? —preguntó Anna, mordiéndose el labio mientras miraba la lasaña en el horno. 

Lando rió, acercándose para besarle la frente. 

—Amor, a todo el mundo le gusta tu lasaña. Relájate. 

—Es que... es la primera vez que conocemos a la novia de Charlie. —Anna suspiró, apoyándose contra la encimera—. Quiero que se sienta bienvenida. 

—Lo hará. Además, es solo una chica... 

Anna alzó una ceja, cruzándose de brazos. 

—¿Solo una chica? ¿Así como yo fui "solo una chica" para ti? 

Lando sonrió, sus ojos brillando con picardía. 

—Bueno, tú eres la excepción... 

Antes de que Anna pudiera responder, la puerta principal se abrió y se escuchó la voz de Charlie: 

—¡Ya llegamos! 

Anna enderezó la espalda y se alisó la blusa por enésima vez. Lando le dio un apretón en la mano antes de caminar hacia la entrada. 

Charlie apareció primero, luciendo más nervioso de lo normal. Detrás de él, una chica alta y esbelta con cabello largo chocolate y ojos marrones que parece tener descendencia filipina. Llevaba un conjunto sencillo pero elegante, proyectando una confianza que solo podía venir de alguien acostumbrado a estar frente a las cámaras. 

—Mamá, papá... ella es Lily. 

Lily sonrió, su nerviosismo evidente en la forma en que se tocaba el cabello. 

—Hola, mucho gusto. 

Anna se acercó primero, sonriendo cálidamente. 

—¡Hola, Lily! Soy Anna. Encantada de conocerte finalmente. 

Para sorpresa de Lily, Anna la abrazó suavemente, lo que pareció relajarla. 

—Gracias... el gusto es mío. Charlie no deja de hablar de ustedes. 

Lando se acercó después, extendiendo la mano. 

—Soy Lando. Bienvenida. 

Lily estrechó su mano con firmeza. 

—Gracias, señor Norris. 

Lando soltó una risa. 

—Solo Lando, por favor. "Señor" me hace sentir viejo. 

Lily soltó una risa nerviosa, mientras Charlie rodaba los ojos. 

—¿Podemos pasar al comedor? Muero de hambre. 

—Claro, síganme —dijo Anna, guiándolos hacia la mesa ya servida. 

En el comedor, Theo y Elara ya estaban sentados, sus ojos llenos de curiosidad. Charlie presentó a Lily rápidamente. 

—Estos son mis hermanos: Theo y Elara. 

Theo saludó con un gesto de cabeza. 

—Hola. 

Elara sonrió ampliamente, sus ojos brillando de emoción. 

—¡Hola! ¿Eres modelo, verdad?  Charlie nos dijo eso.