Y entonces, lo entendí todo (en correción)

Capítulo 5, acercamientos

Al día siguiente volví al instituto, necesitaba saber si aquello que había pasado no era cosa de mi imaginación, así que allí me dirigía yo, a la esquina de siempre.

Y lo que más me inquietó, él estaba allí mirándome fijamente con el bocata entre las manos.

- Ehh... Hola?-

- Hola- dijo el en tono secante-.

- ¿Me puedo sentar? Es que me siento siempre aquí...-

- Lo sé, por eso he venido- otra vez ese escalofrío me recorrió la espalda-.

- Para...

- Sé que eras tú la de anoche-

- No se de qué hablas... -dije alzando las cejas-.

- No intentes hacerme pensar que no fuiste tú, lo sé, te vi...-

- Si hubiese sido yo ¿Que pasaría?-

-Tendría que matarte, u obligarte a que cerrases el pico.- sus ojos tenían un azul desafiante.

- La segunda opción me parece más apetecible, sinceramente.-

- Sólo hay una forma de tomar la segunda opción, tienes que convertirte en uno de nosotros.-

- Ehh...-

Antes de que pudiera decir nada me agarró fuertemente del brazo, era un dolor intenso, las venas se me iluminaron de un tono azul fluorescente. Mis ojos se cerraron, ahora todo era negro.

Mis ojos volvieron a abrirse, estaba en una habitación cubierta por una manta de algodón con colores cálidos, la habitación tenía una gran cristalera donde podía verse el verde húmedo del bosque.

El pomo de la puerta giro y se abrió suavemente, allí estaba él de nuevo.

- Hola, quería decirte que lo siento mucho pero no he tenido otra opción, ahora eres una de los nuestros, tu vida anterior ya no significa nada, tu madre no te recuerda, nos hemos visto obligados a borrarle la mente, por tu bien espero que no te resistas a lo que está ocurriendo.-

-Pe... ¿Perdona? Estas de broma... Esto es un sueño, ¡Sólo es un sueño!- a lo que mi mente contestó "no, jódete"-

- Ya sé que es confuso, pero lo hacemos por tu bien-.

Entonces mis venas volvieron a brillar y el dolor resurgió.