capitulo 8

105 10 2
                                    

Narra Oliver 

Me senté junto a Sarah, no quise comprar nada, y al parecer ella tampoco.

En cuanto la película comenzó, metí mis manos dentro de los bolsillos delanteros de mis pantalones cortos y me recosté sobre el asiento encontrando comodidad en la postura.

No me importaba nada más que descubrir quién era esa chica, pues, sin razón alguna, Heather se había metido en mis pensamientos. Esa chica se parecía mucho a ella, recordé instantáneamente que saldría con Kellin, no supe a donde irían pero solo existía una manera de descubrirlo: mirar a la persona que se encontraba al lado de esa chica. Era Kellin, y era Heather.

­[...]

El tiempo transcurrió en una larga agonía para mí, tal como lo era en el instituto. Pero esta vez, no se trataba de aburrimiento, sino de angustia. Sabía que Kellin iba a besarla, y todo estaba a su favor, sobre todo por la película de ''terror'' que había escogido.

No podía dejar de observarlos, se miraban, se hablaban al oído y un montón de ridiculeces típicas de Kellin.

Me preguntaba por qué Kellin había vuelto, ¿A caso se notaba que ella me atraía un poco?

Sin darme cuenta, la película había llegado a su parte ''tenebrosa'', miré a la pantalla por la que se desvanecían mis pensamientos hace unos minutos y pude detallar el rostro de un monstruo vestido mayormente de negro, que para mí, era una persona normal que usaba una máscara de millones de capas de maquillaje logrando verse tenebrosa gracias a los efectos de sonido y la edición de video.

Llevé mi vista a Heather, quien podía distinguir claramente ya que nos separaban dos filas solamente.

De pronto, noté el ataque de miedo que recibió Heather para luego abrazar a Kellin.

Eso sí hacía que mi corazón se acelerara, no viendo una película tonta de Terror.

Noté luego que Kellin se aferró más a ella, entonces conocí sus intenciones. Afortunadamente, Heather no aceptó su cercanía y se acurrucó en el pecho de Kellin por la sencilla razón de que tenía miedo.

Al menos yo quería creer que ella abrazó a Kellin por miedo, no por que quisiera.

Suspiré hondo e intenté mirar hacia otro lugar, mis ojos se estaban irritando.

Recordé entonces que no vine solo, Dirigí mis ojos a Sarah, se había quedado dormida boca arriba, su boca abierta hacia que su papada se marcara y su imagen me hacía compararla con un cerdo.

Sonreí al ver que su boca se abría y se cerraba al ritmo de su respiración, era bastante gracioso.

-Apuesto a que ninguna de sus amigas conoce esta otra Sarah, si le tomo una fotografía ahora mismo, su vida glamorosa de ''chica fashion'' se iría por la borda. –pensé-

Reí por lo alto observándola burlesco, provocando un largo y molesto ''shhhhhh'' por parte de los de la fila trasera, estaban cabreados.

Guardé silencio aun conservando mi sonrisa, mi vista se clavó de nuevo en Kellin y Heather. Seguían bastante cerca el uno del otro, La postura de Heather me permitía adivinar que estaba asustada, entonces, el monstruo que al parecer salió de un libro, salió de nuevo en pantalla.

Me sobresalté al sentir el impacto del grito de la protagonista de la historia, observé a Kellin, y entre su figura en silueta pude notar su falsa mirada de ternura. El cabello de Kellin tapó sus ojos, dejando a la vista el movimiento de sus labios susurrando en el oído de Heather. Ella asentía y le sonreía. Todo era un infierno para mí.

Hold Me Close, Don't Let Go. -Oliver Sykes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora