Lo que llevas en la maleta.

Partida.

Te fuiste
y me quedé con tu réplica
hecha de recuerdos,
pero me di cuenta
de que era más frágil
que mi fortaleza ante tu ausencia.

Me duele recordar.
Me duelen las canciones.
Me duele abrir los ojos
y cerrarlos.

Te fuiste
y me quedé con tus canciones,
esas que escuchas casi a diario.
Pero encontré otras nuevas
y tu silencio fue reemplazado.
No encajan en el vacío que dejaste,
no son medicina para la herida,
pero con el tiempo
y muchas dosis de realidad
quizá.

Tu ausencia es un silencio ensordecedor.

Te fuiste.
¿Te fuiste?
No, tú sigues aquí.
Te fuiste sin ti,
tu estás aquí conmigo.
Mira, tu maleta está vacía,
incluso.

Ya veremos
cómo vives sin ti
y cómo vivo sin mí.
Porque te fuiste
y yo me fui contigo.