Capitulo 27: Me temo que te equivocas (Corregido)

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-Es verdad, estás horrible.

-Que gracioso-rio con sarcasmo mientras le propino un suave golpe en el hombro ganándome una risa por su parte-. Siento haberte despertado-me disculpo a lo que el niega con la cabeza restándole importancia.

Posa su palma de la mano en mi frente y comenta:

-Estás ardiendo.

-¿Enserio? Pues yo tengo frio-confieso.

-Voy a buscar el termómetro-informa-. Será mejor que vuelvas a la cama y descanses.

-Solo es un resfriado-me quejo-, no hace falta que...

Me veo interrumpida por la mirada de James. Mirando en mi dirección pero no mirándome a mí. Mirando a la nada. Frota sus sienes con los dedos. Su pecho sube y baja a una velocidad normal, pero con mucha intensidad. Esa mirada...James siempre ha tenido una mirada profunda, pero esta... Nunca lo había visto así Con expresión tranquila, pero en sus ojos hay algo más. Algo que no llego a descifrar, cosa extraña en mí. Con una respiración profunda, me pide en voz baja:

-Ve a la cama, Emma, por favor.

Le dedico una mirada extraña, haciéndole saber que no entiendo nada, pero aún así, hago lo que me pide. Doy media vuelta y me dirijo al dormitorio. Donde me tumbo en la cama tapándome hasta la barbilla con las sabanas. Empiezo a toser, pero no de la misma forma de antes. Ahora es una tos más seca. Pocos minutos después, James aparece en la habitación con un termómetro en una mano y una taza humeante en la otra. Se sienta en el filo de la cama junto a mí y deposita la taza en la mesita de noche de al lado. Destapa las sabanas para que están queden por debajo de mis pechos. Sin intercambiar palabra alguna, coloca el pequeño aparato bajo mi axila. Espera pacientemente hasta que el pitido que informa que el proceso ha acabado, suena. Coge de nuevo el termómetro y comprueba si tengo fiebre o no.

-39.4ºC. Tienes fiebre-dice con el mismo tono de voz que antes. Deja el termómetro en la mesita y coge la taza para entregármela-. Es té de hierba, quema un poco-explica.

Me incorporo hasta estar sentada y tomo la ardiente taza de té entre mis manos. Le doy un pequeño sorbo. No tiene ni pizca de azúcar, tal como a mí me gusta. Doy pequeños sorbos hasta acabar todo el contenido. Los dedos de James esconden un mecho que se ha soltado de mi descuidado moño tras mi oreja. Acaricia suavemente mi mejilla. Molestamente, sufro otro ataque de tos. Cuando la tos acaba, James pide en susurros:

-Duermo un poco, ¿vale?

Después de varias quejas y reproches, acepto a regañadientes a descansar. James sale de la habitación y yo vuelvo a taparme hasta la barbilla con las mantas. Y aunque no quiera dormirme, tras varios minutos, me quedo dormida.

(...)

Un paño húmedo es colocado en mi frente, lo que causa que me despierte. Abro lentamente los ojos, encontrándome a James, sentado de la misma forma que antes, con un recipiente con agua fría en su regazo. Empapa el paño para luego estrujarlo y posarlo sobre mi piel. Su expresión es seria, pero su mirada sigue siendo la misma de antes en el lavabo donde me ha pedido que fuera a la cama. Me preocupa no entender lo que pasa por su cabeza. Me preocupa que como todas las demás personas, no logren descifrar sus expresiones.

-Te ha subido la fiebre-dice a modo de explicación.

-No hace falta que hagas esto, James-digo colocando mis manos encima de las suyas sobre mi frente.

-Si lo hace, Emma.

(...)


Al igual esta mañana, un ataque de tos me arrastra fuera de mi sueño. Me incorporo rápidamente tosiendo sintiendo como me ahogo. Siempre parece que me vaya a morir cuando me dan ataques de tos. Algunas veces es chistoso, otras, más bien la mayoría, es detestable. La tos finaliza. Abro mis ojos encontrándome a James a mi lado mirándome. En lo que lleva de día, se ha pasado cada media hora tomándome la temperatura, dándome a beber alguna infusión o poniéndome un paño húmedo en la frente. Sus ojos observan al detalle cada centímetro de piel de mí. Las yemas de sus dedos trazan caricias sobre la palma de mi mano.

Huye conmigo (Elypeea#2) Fanfic THEO JAMESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora