Pequeñas Confesiones [Editando]

C A P Í T U L O 4

Apoyé el codo en la mesa y reposé mi cabeza sobre el mismo.

De pronto, comencé a sentirme incómoda. Tenía la sensación de que un par de ojos no dejaban de observarme.

Me retorcí. 

Giré mi cabeza tan disimulada como pude, para observarte. 

Lo único que recibí de tu parte fue un guiño.

Me sonrojé y traté de olvidar aquella escena.

Un papelito había caído justo arriba de mi cuaderno.

Lo abrí cuidadosamente y lo leí.

"¿Sabes? Mi auto se dañó, y creo que tú sabes algo. Te espero en el aparcamiento"

Leía una y otra vez aquella frase, escrita con una espantosa caligrafía y esperé, ansiosamente, que la clase llegara a su fin. 

-Sophie