En mis sueños, besarte

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Holaa!! Espero puedan leerlo, y les guste! :D

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POV MARIANO

-Mucho gusto. –saludó Benjamín dándole un beso en la mejilla a mi mujer. Todavía no podía reponerme de lo mal que me cayó verlos a Lali con su novio que ahora tenía que simular simpatía cuando charlaba de forma amena con Juli.

Mis hijos querían pizzas así que eso fue lo que le pedí al mozo. Varios estábamos de acuerdo. Además se trataba de una cena informal con amigos. Porque por más que trabajáramos juntos, para mí era como ir a jugar todos los días. Era un verdadero placer que esto sea mi trabajo. Hacer lo que me gusta. Ángela estaba divertida con mi pequeño Milo. Ella le hacía caras y yo disfrutaba viendo reír a mi principito.

-¿Le tomo su pedido? –escuché que se dirigían al rubio ganador.

-Estoy esperando a mi novia. Le aviso en cuanto decidamos...

-Pero si todos pedimos pizzas. Además, Lali es fan de la muzzarella. –dije sin darme cuenta.

Benjamín me fulminó con la mirada cuando el mozo siguió mi consejo sin dudarlo.

-Si Lali no la quiere, me la como yo –reí divertido. –o mis hijos. ¿Verdad que ustedes viven a base de comida chatarra?

Ambos festejaron conmigo pero mi mujer tenía la misma cara que Amadeo.

-¡LALI! –Gritó mi hija con toda la fuerza de sus pulmones -¡LALI!

Corrió a sus brazos cuando ella llegó a la mesa. Podría jurar que estuvo llorando. Sus ojos estaban húmedos. No me miraba.

-Hey, ¡hermosa! Por fin te conozco, Oli.

Me sorprendí al ver que Lali la sentaba en su regazo a mi hija. Si fuese por mí, ahora mismo les tomaba una foto pero si Juliana se enojara tendría todos los motivos.

-¡Uy! Pizza. –Triunfó –gracias mi amor. No te olvidaste de mis gustos.

Tragué como pude mi porción de pizza mientras veía cómo su novio aprovechaba la oportunidad de darle un beso a Lali. No entendía cómo podía olvidarse de detalles tan simples como los gustos o antojos de su novia. Nunca me había pasado eso con mi mujer. Estar atento a ese tipo de cosas es de un caballero.

-Lali está conmigo. –le dijo mi Olivia marcando territorio. Y yo sólo pude reírme de la situación divertido.

-Oli, sos muy hermosa mi amor. Te pareces mucho a tu mamá. ¿Te gusta bailar?

-¡SI! Me contó mi papá que Esperanza va a cantar mucho!

-Es verdad eso. Mañana te voy a mandar una sorpresa con tu papá ¿sabes?

Frente a todo esto, quise concentrarme en mirar a mi esposa. No quería que pase un mal trago culpa de mi comportamiento de adolescente pero cuando la miré no vi ningún rastro de enojo en ella. Estaba sonriente mirando cómo Milo se había quedado dormido en sus brazos.

-Déjame. Yo lo llevo al auto –me ofrecí tomando en brazos a mi campeón. –Enseguida nos vamos así ellos duermen. Si queres, mi vida.

Oli protestó porque quería pasar más tiempo con su nueva amiga novicia pero ellos tenían que ir al jardín al otro día así que no había trato. Lali nos acompañó hasta el auto así después yo volvía para pagar la cuenta. Mi hija, encantada.

Me había olvidado de la prensa hasta que nos pidieron que nos acerquemos para que tomen fotos. Con gusto tomé a Lali por la cintura pero esa sensación perturbadora volvió cuando ella se colgó de mis brazos, esta vez con más libertad debido a su nueva altura y mis manos se cerraron en torno a su cintura baja. La tenía tan cerca que asustaba. Los fotógrafos agradecidos.

Juli me esperó en el auto jugando con Olivia mientras yo terminaba unos asuntos en la caja.

Haciendo tiempo, volteé a mirar a la mesa donde todavía seguían el resto del elenco. Todos se divertían haciendo un brindis. Le hice señas a Angelita. A mis ojos, era una nena. Y no quería que tome demasiado.

-Disculpame. –escuché que alguien me decía en voz baja a la vez que se prendía de mi brazo.

Cuando me giré la vi a Lali. La reconocí por su ropa por no decir por la electricidad que sentí cuando me rozó con su mano.

-Lala. ¿Perdón por qué?

-Ah, Marian! Eras vos –sonaba más tranquila si bien yo no olvidaba que es actriz. Y estaba haciendo un papel en este mismo momento. –no, pasa que te choqué. Otra vez. Nos vemos mañana.

Dejé el dinero sobre la cuenta con cambio incluido y la seguí al baño. Intenté no hacer ruido para que no se diera cuenta. Por fin estábamos solos.

-La... -mi voz se quebró en ese pasillo decorado y con fuerte perfume a flores. Antes que pudiese terminar la frase estaban esos ojos intensos que me miraban pidiendo permiso. Lali se acercó sin necesidad de hacer puntitas de pié y me dejó un beso en la mejilla que duró más de lo que debería. Ninguno de los dos se movió de donde estábamos. Hasta que la oí suspirar alejándose de mi vista.

POV LALI

Regresé a la mesa dando mi mejor cara de que no había pasado absolutamente nada. Intenté concientizarme diciendo que un beso en la mejilla no significaba nada. Que sólo fue un saludo como bien daría un beso a cada uno de mis compañeros cuando me retire. Pero en el fondo entendía que no se trataba de qué o cómo había sido ese simple gesto sino con quién y qué me hizo sentir.

-¿Nos vamos, mi amor? Creo que tomé un poquito de más y estoy cansada.

Me di cuenta que me quedé dormida en el camino porque cuando abrí mis ojos estaba frente al departamento donde vivía mi novio. Novio. Se me hacía tan compleja esa palabra en estos momentos.

-Te traje para que te quedes conmigo. Mañana temprano te llevo a Pol-ka y listo. Asunto arreglado. – me regaló una sonrisa. Una de esas que tanto me hacían bien cuando me di cuenta que lo quería como más que un simple amigo.

-Sos un dulce.

No era la primera vez que me quedaba a dormir con él pero si la que me estaba cuestionando tantas cosas. En vez de disfrutar del estreno... mi cabeza me estaba jugando una mala pasada.

Después de una ducha que me relajó lo suficiente, le regalé un desfile improvisado a Benja con una remera suya que había tomado prestada. Me quedaba como un vestido corto. Suspiré y sentí su perfume. Él era mi novio y debía hacérselo entender a mi corazón de una vez por todas. No podía andar con jueguitos dudosos a esta altura del partido. Cinco años de noviazgo no podían irse a la basura por una simple duda. Además, si sentía tanta culpa por beso que le di a Mariano, me convencí que se debía al amor que le tengo a Benja.

Tu tierra y tu cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora