-Tranquila Susana, yo me encargo de él.
¿De quién era esa voz? Volteé más asustada que aliviada pero no vi a nadie allí, estaba sola en el pasillo frente a la puerta que separaba a mi familia de un ladrón que...que ya había dejado de forcejear la puerta y de dar golpes contra ella. ¿Qué le había pasado? ¿Acaso fingía un desmayo o una catalepsia para que le dejara el camino libre y así huir de la policía? Prefería correr el riesgo, una sensación de alivio recorrió mi cuerpo en el momento en que la voz volvió a hacerse presente en mi mente:
-Ve con tu padre, Susana. Vas a estar bien.
Corrí de vuelta hacia el living comedor con el corazón acelerado y deseando en lo más profundo de mi ser que la policía y la ambulancia llegaran lo más rápido posible. No me había percatado que un par de vecinos auxiliaban a mi padre que parecía volver en si después de menudo golpe en la cabeza y que una mujer abrazaba a mi madre tratando de calmarla. Las luces seguían apagadas y la televisión ahora estaba apagada. En cuanto me aparecí ante ellos todos sus ojos voltearon a verme con preocupación y asombro.
-¡Susana!- exclamó el más joven de todos y amigo de infancia de mi padre- ¿Estás bien? ¿Dónde está el ladrón?
Me costaron unos segundos procesar sus palabras para entenderlas y poder formar una respuesta, así que no hice más que aumentar sus preocupaciones, sobretodo las de mi madre que corrió a abrazarme mientras los ojos le brillaban, rebosantes de lágrimas de miedo y si, también de alivio. Le devolví el abrazo con energía antes de contestarles con algo de modestia:
-Está encerrado en el baño.
La sorpresa se mostró inmediatamente en sus miradas, incluso en la de mi padre, que pareció volver a la vida de repente y con aires renovados. Su pequeña hija adolescente había encerrado a un ladrón violento en su baño y este seguía sin poder salir ¿Impresionante o no? No se que tanto, tomando en cuenta de que algo o alguien me ayudó con eso. El hombre que me había preguntado por el ladrón se dirigió al baño como un domador que se acerca a un león desconocido, incluso con las rodillas flectadas y una mano por delante de su cuerpo. Lo seguí con más miedo de lo que me iba a encontrar dentro del baño junto al ladrón que miedo a él mismo. No todos los días oyes voces que dicen que van a ayudarte y que realmente lo hacen ¿O si? A mi psicóloga le encantaría oír esta historia y derivarme a un siquiatra que me encerrara en un manicomio.
El joven, Miguel para ser precisos, quitó e seguro de la puerta con ayuda de una pequeña navaja que llevaba en su bolsillo y abrió la puerta con el sigilo de un cazador experimentado. Lo que vimos nos dejó anonadados.
La luz apagada, el revolver tirado en el suelo y el hombretón arrinconado junto al lavamanos,abrazando sus rodillas y en un estado de quietud digno de un monje tibetano o budista (no soy muy buena con ese tipo de detalles). Parecía a simple vista que ni siquiera respiraba.
-Susana-susurró Miguel- ¿Qué le hiciste?
-¿Yo? Nada. Solo apagué la luz y cerré la puerta. No esperaba que realmente que funcionara y menos que le pasara esto.
Pero ¿Qué era lo que le pasaba? Ninguna persona puede quedarse así a menos que, claro, que padezca claustrofobia. ¿Tal era mi suerte? De todos los ladrones de todo el mundo justo al que pude vencer (si se puede decir así) fue a uno claustrofóbico. Sin embargo, estaba sufriendo ¿No? Las personas con fobias suelen sufrir o desesperarse cuando se hayan frente a sus miedos. Lo sabía claramente, yo padecía coulrofobia de niña; el típico miedo irracional a los payasos. Se que para muchos es absurdo pero es bastante común en niños pequeños, incluso en adultos, recuerdo haber llorado ante un simple ponster de un circo que tuviera un payaso dibujado en él. Se que Johnny Deep aún la posee así que no me siento tan mal.
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Nosotros en la Penumbra[COMPLETA]
Paranormal¿Qué harías si te dijeran que no eres humano; que parte de ti es un ángel con el poder de cambiar el destino de las personas, que puedes controlar la luz o las sombras a voluntad y que puedes hacer caer a tu peor enemigo o lograr el éxito con solo u...