22. Seré diferente

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¿Por qué?

Mierda. No tenía otra palabra para definir aquello. ¿Jace me gustaba? ¿Era otra estúpida cría de esas historias cursis horribles?

Venga Puerta, pero si te encantan esas historias. 

Analiza. Chica y chico se enamoran, no lo reconocen, hay celos, sufrimiento. Lo acaban reconociendo pero la cosa se jode, pasa el tiempo y lo arreglan. No, no, no. Pensaba evitar todo eso, no iba a ser igual a las demás.

-Ey - Jace chasqueó sus dedos delante de mi cara - Bienvenida de nuevo al mundo real.

Sonreí y miré a la mesa, donde todos sonreían mirando el vídeo que Sandra les estaba mostrando.

-Nos hemos convertido en la atracción de la noche - asentí.

-Tienes razón - comenzamos a caminar hacia la mesa - ¿Qué, os divertís?

Lola me miró sonriente.

-Después decís que no os moláis, mira este beso - me lo enseñó y me puse colorada enseguida.

-¡Lola! Esto es casi contenido pornográfico - le quité el móvil y miré el vídeo, Jace se asomó por detrás de mí y lo miró también. Miré alrededor y Tomas no estaba, por lo que podía hablar con tranquilidad.

>>El idiota de Jace me dijo que estaban mirándonos.

-Y lo hacían - dijo Vlad - todo el  mundo. No pueden creerse que estéis saliendo en serio, pero después de ver eso - dijo señalando el vídeo - no creo que les quede dudas.

Nos sentamos en la mesa y yo le hice un gesto a Lola. Me levanté y dije que iba al baño, ella me imitó.

-¿Qué ocurre? - me preguntó. Me aseguré de que no había nadie en el baño que pudiera escucharnos.

-¿Qué hago si me gusta?

-Oh, ¿ya te has dado cuenta? - bufé.

-No, solo es una duda, pero si es así, ¿qué hago? No quiero estar con Jace, con él no.

-Lo primero es saber si él siente lo mismo - puso voz de narrador - pero creo que eso es más que obvio, amiga.

La puerta se abrió y entró Claudia. Sí, ella. Las dos nos callamos y tras mirarnos, nos fuimos de nuevo a la fiesta. Al llegar a la mesa les dije que iba a irme a la habitación, que estaba cansada.

Subí hasta mi planta y me fui directa a mi cuarto. Al entrar, tras encender las luces, me quité la ropa y me puse el pijama enseguida, después me tumbé en la cama, pensativa.

Tal y como supuse, Jace no tardó en entrar.

-¿Estás bien? - preguntó y yo asentí.

-Sabía que vendrías, siempre lo haces - frunció el ceño y se acercó a mí.

-¿Qué te pasa? - moví los labios hacia un lado.

-No lo sé - Já, si claro - Es en serio, no estoy segura - protesté.

El chico se metió en el baño y salió un minuto más tarde con los pantalones del pijama y sin nada encima. Le miré de refilón y sentí ese nudo en el estómago. Me gustaba, no quería negarlo, no quería hacer como si todo siguiese igual... pero dios, era tan difícil confesarte a alguien sin saber lo que siente.

-¿No vas a decírmelo? - protestó volviendo a sentarse a mi lado. Cogí aire y abrí la boca.

-Me gustas - dije intentando parecer normal.

-Ya, ¿y? - me incorporé y le miré con el ceño fruncido.

-¿Como que ya?

-Ya me has dicho que te gusto, antes de cenar ¿recuerdas? - me llevé la mano a al frente.

Algo más que un compañero capulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora