No salgas

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Habían pasado algunos días desde que estaba saliendo con Connor y de que había conocido a Ian. Todo iba bien a la vez que extraño. En esos días me había sentido vigilada. La sensación de que alguien me observaba desde algún punto de mi alrededor me estaba volviendo loca a tal nivel que no podía dormir por las noches y luego durante el día me iba quedando dormida por donde podía.

A pesar de eso, me encantaba estar con Connor aunque cuando estaba cerca Ian, no me sentía a gusto acercándome a él, porque en mi interior una tristeza enorme mezclada con rabia surgía de la nada. Hablando de Ian, le estaba empezando a conocer y en poco tiempo había ocupado un lugar en mi corazón como mi mejor amigo, ya que cada vez que estaba sola en casa o salíamos del trabajo estaba ahí el para acompañarme, cosa que a Connor no le pareció demasiado bien que digamos.

Ahora estaba intentando dormir. Estaba sola en casa puesto que Connor me había obligado a quedarme a descansar porque me había pillado durmiendo mientras desayunaba y también llamó a mi trabajo para decir que hoy no podría asistir cosa que intente impedir porque no me encontraba mal.

"Idiota no estas como para ir a trabajar, además, en casa se esta mejor"

"¿Y tu quien eres?"

"¿Tu conciencia?"

Puse cara de resignación. Ahora ya si que me estaba volviendo completamente loca. Estaba discutiendo conmigo misma. Resoplé e intenté dormir, pero justo cuando lo estaba consiguiendo mi móvil empezó a sonar. Resoplé y lo cogí sin ganas.

"¿Si?"

"..."

"¿Siii?"- Dije molesta pero al otro lado de la línea solo se escuchaba una respiración-"Mira, seas quien se..."

"Sal de nuestro territorio Evans"

Un escalofrío subió por mi espalda al oír esa voz tan grabe. Miré el móvil para ver el numero pero en la pantalla solo ponía numero privado y antes de que pudiera decir nada más la llamada se desconectó. El miedo y la intriga recorrian mi cuerpo de pies a cabeza. ¿Quien era? ¿Por que se sabia mi apellido? Todo lo que se me venia a mi mente dejó de hacerlo en cuanto el timbre de la puerta sonó haciendo que diera un bote en la cama.

Como tenía miedo después de la siniestra llamada cogí uno de los cuchillos que tenia en uno de los cajones de la habitación y baje las escaleras silenciosamente. Otro timbrazo sonó por toda la casa. Yo al llegar a la puerta me llevé la mano del cuchillo a la espalda y la otra la puse en el pomo. Respiré hondo y me preparé para lo que pudiera pasar. Según abrí la puerta cogí al sujeto y lo tiré contra la pared para ponerle el cuchillo en la garganta.

-Wow, Como todos nuestros encuentros vallan a ser así me voy a tener que plantear contratar un seguro de vida- Dijo Ian subiendo las manos para ponerlas encima de las mías apartando el cuchillo de su cuello.

Yo rodé los ojos con una sonrisa y guardé el cuchillo en un cajón del salón.

-Lo siento..bueno no. No lo siento ¿Siempre me tienes que asustar?

-Uy si perdóname eso de llamar a la puerta es de lo mas terrorífico..- Dijo sarcástico.

-No pero es que...Hoy...- No sabia si decirle lo de la llamada o callármelo y llevármelo a la tumba.

"Que exagerada"

"Calla"

-Pero es que....¿Que?- Dijo acercándose hacia mi.

-Hoy me ha llamado un número privado mientras dormía y me ha dicho que me fuera de su territorio...

La cara de Ian tomó un tono oscuro y serio. Se cruzó de brazos y me miró con dureza.

Between two worldsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora