No puedo moverme. No puedo respirar, incluso parpadear me agota.
Mi anfitrión me mira como si fuera mi padre regañándome por hacer una travesura.
Tiene el ceño fruncido y la boca apretada en una línea, se ve hermoso cuando se molesta.
- ¿¡Que hacías bajo la lluvia helada!?
- Mi bufanda voló, el viento la empujo.
- ¿Y el paraguas?
- Voló también.- Mi voz era totalmente graciosa, tenía una gripe que podía contagiar a toda la población mundial y aun así tendría virus de sobra para mí.
- ¿No pensaste en correr? ¿En resguardarte bajo algún techo? Cualquier persona se enfermaría con esta lluvia, y ya debe ser una nevada ¿Quieres que haga té ? Recién saque del horno una tarta de manzana y canela.
- Si, té con mucho limón y azúcar. Tarta tambien y los pañuelos, los deje en la mesa.
- Ahaha espera aquí, tapada y quieta, pestosita ahahahahahaha.
- HA HA.
El dia anterior había salido a comprar las cosas para hacer el almuerzo. Y cuando volvía a la tienda empezó a llover, una lluvia que se anunciaba desde el amanecer en el horizonte. El viento empezó a rugir como si el apocalipsis hubiera llegado, voló mi bufanda y cuando me di vuelta me quito el paraguas. Pude atrapar mi bufanda pero el paraguas voló hacia su libertad, dejando que me empapara mientras hacia el camino hacia la tienda.
Cuando llegue a la casa, Undertaker estaba hablando con el niño guardián, al parecer su tía murió a causa de Jack El Destripador junto a varias prostitutas. Mañana tenemos funeral y no me salvare de no ir.
- He vuelto pequeña, aquí están los pañuelos, trata de no dejar tus mocos por toda la casa, ¿Si? Hihihi.- Dijo tapándose la boca con una mano, mientras me dejaba una bandeja con una taza de té y un trozo de tarta. El se te veía casi amarillo, se tomó en serio lo de "mucho limón" pero esta rico.
- No me des ideas, que rico el té, deberías dedicarte a ser chef.
- Ahahaha prefiero los muertos querida, ellos no me dan ordenes y son mas interesantes ¡Y no tengo ningún subordinado quejoso! El sabor del té debe ser por el azúcar, encontré azúcar rubia en el mercado ayer ¡Me gusto el color y traje! Gh he he.
- Nunca use azúcar rubia para el té, queda genial, y la tarta está demasiado rica ¿Tuviste subordinados cuando estabas en la asociación o agencia o como se llame?
- Aaah si, muchos. Yo estaba en el área de recolección, en uno de los altos cargos. Generalmente supervisaba a los novatos pero si había algún demonio involucrado debía ir.
- ¿Demonios? ¿Te encontraste con muchos?
- Alrededor de doscientos, no es muy comun cruzarse con uno. Casi me matan varias veces pero cuando conoces las tácticas que usan, es fácil adivinar sus movimientos. Vi morir a varios compañeros, a causa de estas criaturas.
- ¿Como que casi te matan? ¿Y a quien viste morir?
- Por ver morir, presencie demasiadas muertes querida. Por casi morir, digamos que hubo demonios que me acorralaron varias veces. Y por lo demás, dos compañeros murieron en una emboscada. Eso fue cuando la peste negra estaba en todo su esplendor, volvíamos a nuestro mundo después de estar todo el día recogiendo almas. Eramos cinco y cuando salíamos del pueblo nos acorralaron ocho demonios. En esa época estaban siempre al acecho, esperando hacerse con almas. Esos dos compañeros que murieron eran novatos, intentamos protegerlos pero los demonios son muy astutos, todo lo que dicen es una mentira, aunque parezca que hablen con la verdad. Siempre van a tener la balanza inclinada hacia ellos si tú los escuchas. A pesar de esto, ellos se descuidaron y dejaron que un demonio mostrara su verdadera forma, algo asqueroso de ver realmente, me dan nauseas de solo recordarlo. En ese momento la situación se salió de control, matar a ese demonio era casi imposible hasta que mostrara una forma mas tangible. Demonios solo quedaban tres al igual que nosotros. El resto de mi equipo, esos dos jovenes, teniamos uno muerto y otro en proceso. Si bien es cierto que no morimos naturalmente, si nos lastiman si puede llegar a suceder. El cuerpo debe tener energía suficiente para sanar rápidamente, lo único que puede matarnos sin posibilidad de regeneración son las guadañas. Logramos matar a esos demonios y el que se había revelado mato a los chicos con una de sus propias guadañas. Cuando liquidamos a sus compañeros decidió escapar usando la forma de un ave. Un gran error, ya que la guadaña de uno de mis compañeros se dividía en una espada y una daga, este le tiro la daga y lo atravesó de lado a lado ¡Como un trozo de pan!
- O sea que si encuentro tu guadaña y ese mayordomo me saca de quicio ¿Puedo matarlo?
- Ahahahahaha no querida, para hacer eso debes encontrar la guadaña primero y te aseguro que está muy bien escondida, tanto que me asombra. Y segundo, no llegaras a tocarlo ya que si te hace algo, lo matare yo primero.- Mientras decía esto me acariciaba la mejilla con sus uñas.- Como mucho podrías quemar sus restos hi hi hi.
- Es injusto. Nh tengo frio ¿Te acuestas aquí?
- ¡Tienes fiebre! no te abrigaras más y si quieres que me acueste deberás quitarte ese abrigo de lana.
- No, tengo frio. Acuéstate conmigo.
- ¡Te sacas ese buzo! levanta este brazo, ahora el otro. Bien, ahora sí. Deja que me descalce. Ven aquí amor.
¡Wow! ¡Ya se durmió! estará así algunos días, espero que no levante mucha temperatura. Debe de tener treinta y nueve grados, esta temblando. Hace mucho frio en realidad, si la cubro con esa manta fina estará bien.
Qué bueno que no tengo sueño, así puedo cuidarla y al menos por tres semanas mas no dormiré. La fiesta de la otra noche fue un buen relajante, debo evitar que me distraiga.
Lo bueno de eso es que es una guerra de constantes revanchas, he he.
.
De nuevo no podía respirar, sentía como si el mundo hubiera pasado por encima mío, aplastándome como una bola de plastilina.
- Jor... Jo... a~h ¡Atchis! ¡Atchis! Mis pañ a~h ¡Atchis! Kyya ¿¡Mis paduelos dode cadajo edtán!? ¡Jo~d!
- Aahahahahahahaha ¿Que pasa Angie?
- ¿¡Aonde edtan mis paduelos!?
- Aa~lli, en la mesita.- Estaba quedando colorado, casi violeta.
- ¿Qué te pasa?- Termine la frase y largo una de sus estruendosas risas, cayéndose encima de la cama y haciendo que esta temblara.- Hey para ya, harás que me desarme con tanto movimiento, me siento como un globo desinflado.
- Oh, es muy divertido oírte hablar con la nariz tapada ahahaha estaba preparando tu desayuno, ¿Vamos a la cocina o quieres que te lo traiga a la cama?
- Me levantare, si me quedo acostada no me recuperare. Tengo la ropa húmeda ¿Hice fiebre?
- Un poco, hizo bastante frio con esta nevada, así que no levantaste mucha temperatura querida, ¡Vamos rápido rápido! ¡Que se enfriara el desayuno!
- Ayúdame, me siento pegada a la cama.
- Toma mis manos, bien. Querida hoy es el funeral de la tía del conde, Angelina, ¿Quieres ir, o te quedas aquí?
- No, vamos, quiero salir ¿Hace mucho frio?
- No mucho, creo que deberé calentar de nuevo el agua para él te...
- Quiero té con leche.
- ¿Te con leche? Fíjate allí si hay, creo que la use para las galletas hi hi.
- Queda un poco, oye ¿No es que Jack solo mataba prostitutas?- Le dije mientras ponía la leche en una olla para que hirviera.
- Si querida ¿por qué preguntas?
- La tía de Ciel murió, porque Jack la mato y el asesino desapareció el mismo día. Ella no era prostituta, era doctora, entonces ¿Era ella el asesino?
- Muy aguda Angie. Si en efecto, ella y su mayordomo eran los asesinos, pero la mato el mayordomo, Grell Sutcliff, con su guadaña.
- Es un amante de la sangre ¿No? ¡Para hacerle ese corte! Espera... ¿El mayordomo es un shinigami?