Cincuenta y ocho. Gorgonea Secunda

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Nathan vio con emoción como los ojos de Ariana aleteaban, hasta finalmente abrirse. Oh, la había extrañado. Más de lo que pensaba. E incluso aun le debía una disculpa por lo que sucedió con Lucas. Ella inmediatamente preguntó por su padre, e intentó levantarse. Nathan la detuvo, y le explicó la situación.

Entonces ella lloró, y Nathan la abrazó, dejándola desahogarse entre sus brazos. Era lo mínimo que podía hacer. Su madre tenía razón, a pesar de la persona de mierda que pudiera ser el padre de Ariana, ella lo quería. Y de repente, sintió su corazón hincharse.

Ariana se preguntó qué sería de ella ahora. Nathan le dijo que tenía un nuevo hogar.

-Pero... pero no puedo irme a vivir con ustedes...

-No puedes volver a ese lugar. -le dijo él. -Estarás sola. Y si tu padre queda libre, en cualquier momento puede volver. Por ahora te quedarás con nosotros. Solo por ahora.

Y ella asintió refugiándose más en su pecho, prometiéndose a sí misma que solo sería por ahora.


El deseo a una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora